Elizabeth:
Quería verme, eso decía hasta el último, al lado de la estampilla.
¿Cómo se atrevía después de todo?
Habían pasado tres meses, tres malditos meses creyéndome insuficiente pensando que en realidad ella nunca me había amado.
Y ahí estaba, ese quiero verte me comenzó a retumbar en la cabeza. Yo también quería verla y quería gritarle.
Gritarle que la odiaba como a nadie, porque la amaba como nunca.
Gritarle que al final estaba bien, que daban igual las veces que había llorado en la cama por poder dormir sin ella, cuando solo habíamos dormido dos días juntas, en paz.
Gritarle que de todas formas no habríamos funcionado, porque en el momento en que debíamos seguir, ella retrocedía y se iba. Siempre se iba.
-¡A la mierda tu amor, Sira!-de inmediato me arrepentí e intenté que la carta quedase intacta después de quemarla.
Lo hizo, y eso me dolió más.
-La amo tanto-sollozo entre sus brazos al sentirlos detrás de mí.
-Voy a matarla, Elizabeth-es la primera vez que decía algo como eso, era la primera vez que decía mi nombre antes de un apelativo o diminutivo.
-No es su culpa.
-Sigues justificando la, ella te mintió y jugo contigo-se oía furioso y estaba bien.
Por arruinarlo,
Por hacerme creer que me amaba, y por hacerme caer en ello.Pero no me gustaba la idea de creer que él la estaba odiando incluso más que yo, porque Louis siempre intentaba que viera las cosas diferentes con ella.
-No quiero volver a verla cerca de ti, Elizabeth -me mira mientras con las mangas de su suéter me limpia las mejillas-¿Entendiste?
-¿Y si ella vuelve?-¿Cómo podía ser tan estúpida?
-¡Por dios, Elizabeth! Ella no volverá, te dejo, deja de ser tan ingenua-suelta sin anestesia.
Me rompí en ese momento, porque tenía razón, mierda claro que tenía razón.
-Lo siento-toma mi rostro y comprime sus pulgares en mi piel-lamento haberte gritado, pero quiero que entiendas, Elizabeth, ella no te merece y nunca lo hizo.
-Que irónico- suelta una risita al pasar mis manos por mi cara para tallar mis ojos-siempre creí que la que no la merecía era yo.
-Te equivocaste en todo con ella.
-Tu igual-Louis asiente con la misma expresión de decepción y tristeza que la mía.
-¿Quieres irte?-pregunta levantándose dándome la mano.
-¿A donde?
-De aquí, yo he terminado la escuela y tú no estás bien. Vámonos de New Jersey, Liz.
No quería irme, pero porque quedarme si yo ya no tenía nada en este lugar.
-Ok-es lo único que dije antes de sonreír un poco e irme a mi habitación para acostarme sobre la cama de sábanas frías y vacías.
Vacías como el aire.
Vacías como lo que había pasado hace más de tres meses atrás.
Vacías como ella y el maldito sentimiento al que llamo amor.
Pues a la mierda tu amor, detective.
ESTÁS LEYENDO
Cartas A La Edad © | [Completa]
Novela JuvenilHabía dejado de enviarle cartas a la edad cuando dejó de existir, cuando deje de amarla, cuando ya no importó lo suficiente. Deje de escribir cuando mis manos dejaron de tener esa capacidad, cuando ya no respondió. Guarde sus cartas. Guarde cada rec...