AHLAM ~ Los hermanos Darwish ١

CAPÍTULO 1

No había nada como la dulce brisa de las noches de verano, Eder Darwish disfrutaba ese momento mientras cumplía con el último rezo del día, con la agradable frescura que se filtraba por las persianas abiertas de su cuarto.

Amaba ese momento, como si ciertamente el mundo fuera tranquilo y pacifico y no un lugar lleno de espinas, disfrutaba la paz y tranquilidad del momento, en el que su cuerpo tras un largo y duro día finalmente se relajaba, el momento en el que se permitía ordenar su mente, sus ideas y los pasos que estaba tomando, el momento de agradecer haber sobrevivido un día más y conectar con su creador, con aquel que le daba fuerza para enfrentar el día a día, el que le había dado una segunda oportunidad para seguir viviendo y para cumplir con el propósito que había decretado para él.

Aun sentado sobre la alfombra de rezo pensó en lo agradable y maravilloso que seria permitirse eternamente ese momento, solo él y su creador, solo él y la calma de una noche solitaria, que durase unas cuantas horas más antes de enfrentar el día siguiente, antes de seguir enfrentando todos los problemas que habían sacudido a su familia hacía exactamente un año.

El año más difícil de su existencia, el año más largo y complicado que jamás pensó que tendría que enfrentar, y eso no era lo peor, tras el accidente, no fue capaz de estar al lado de su familia, era egoísta de su parte no estarlo durante esa etapa tan difícil, apoyarlos en persona y cuidarlos, pero tuvo que hacerlo para sobrevivir.

Tuvo que marcharse, enfrentarse a sí mismo, enfrentarse a su nuevo destino, poder salir de la cama, poder siquiera dar un paso recto sin perder el equilibrio y caer, había necesitado meses de recuperación, meses de duro trabajo físico y mental para lograr enfrentar todo lo que le esperaba, la humillación que su familia había sufrido, encontrar una solución al desastre en el que estaban envueltos y tener una posibilidad de un futuro seguro para ellos y para salvar las terribles pérdidas que Darwish Empire había sufrido.

Había perdido demasiado en poco tiempo, a su padre, a su hermano y se enfrentaba a la posibilidad de perder lo que sus antepasados ​​​​cuidaron, protegieron, lucharon y heredaron de generación en generación, el gran negocio Darwish, la empresa que nació de sus antepasados, la que creció tanto y tuvo tanto éxito convirtiéndose en una de las mejores empresas del país.

Era increíble lo que un acto y un rumor podían conseguir, y lo que sucedió a su familia había afectado de manera drástica al negocio familiar.
Estuvo al límite, caminando sobre una cuerda fina y poco sostenible de la que parecía apunto de caer en cualquier momento, y si no se hubiera ausentado todo ese tiempo probablemente lo hubiera perdido todo, absolutamente todo. Todo por culpa de ese accidente.

Siquiera él pensó que iba a sobrevivir, aun grababa esos días borrosos. Como había aceptado que moriría en manos de su hermano, pero Allah tenía otro plan para él, le devolvió la vida, pero cuando volvió su hermano y mejor amigo ya no estaba, su padre ya no estaba, nada de lo que había antes estaba, siquiera el mismo volvería a ser lo mismo.

Deseó, suplicó a Allah que todo fuera una terrible pesadilla de la que estaba despertando, pero lo que le esperaba fuera fue una pesadilla aún mayor.

Acusaron a Adam Darwish de asesino, de cometer un atroz asesinato que marcó la historia de su ciudad y probablemente la de todo el país, manchando el apellido Darwish. Acusaron a su hermano, que jamás había hecho daño a nadie, quien habría escogido hacerse daño a sí mismo que dañaría a un ser vivo, el hombre más generoso y compasivo, amable, sincero e inteligente de hacer arder una casa con toda una familia dentro, a una madre y a sus tres hijas.

Pero la sorpresa y lo más indignante para el colmo, era que había un cadáver más, el de su padre, Tarek Darwish, junto al cuerpo de Maria Newzon, mujer casada y madre de cinco hijos. Nadie sabía exactamente que hacia el allí, con una mujer casada, encerrados en un cuarto, juntos y a solas.