•ɴɪɴ̃ᴏ ᴍᴀʟᴄʀɪᴀᴅᴏ• Sonadow

XXIII

—¿¡A caso dijiste MÍ boda?!— Exclama el cobalto con un tic bastante constante en su ojo, a lo que yo asentí.

—Esos tipos están locos, no voy a ir a ver esas cosas tontas; no tengo tiempo para eso— Murmuró Sonic con los brazos cruzados. Por el contrario, hizo que rodara los ojos ante su actitud de niño pequeño.

—Quizá no sea de tu agrado, pero tienes que asistir, tu novia no va a ser la única escogiendo la decoración porque eso es muy grosero así que, ¡ven conmigo!— Comencé a jalarlo de las púas, haciendo que el contrario empezara a hacer berrinches y a moverse de un lado a otro mientras se quejaba.

—¡No quiero ir! ¡No quiero ir! ¿A caso crees que quiero casarme? ¡No!— Gritó Sonic, a lo que inmediatamente lo solté.

—¿Qué fue lo que dijiste...? ¿No quieres casarte?— Dije tomándolo de los hombros, intentando ver más de lo que su mirada intentaba decirme.

—Pensé que era algo obvio... ¡Evidentemente no estoy hecho para un compromiso... Así de pronto! Shadow, ya te lo dije, no quiero casarme con Cream. Todo esto es un matrimonio arreglado por nuestras familias, ¡y es una locura!— Exclamaba el erizo entre dientes, aquel se veía realmente desesperado.

—Lo entiendo, Sonic, pero... Debemos cumplir con las expectativas y responsabilidades que conlleva tu posición. Además, siempre es posible encontrar la felicidad en un matrimonio concertado.— Respondí, intentando alegrarlo un poco. Pero al contrario, parece que lo hice sentir peor.

—¡Pero yo no amo a Cream, y ella tampoco me ama! No puedo casarme con alguien que no conozco lo suficiente. No es justo para ninguno de nosotros.— Murmura, decaído.

—Lo comprendo, Sonic. Es una situación complicada, pero según lo que me ha contado la madre de Cream, la decisión ya está tomada. Lo mejor que podemos hacer ahora es hacer que esta boda sea lo más llevadera posible.— No tuve opción que tomar del hombro al estúpido azulado, intentando consolarlo.

—Supongo que no tengo otra opción, ¿verdad?— Cuestiona el de ojos verdes, resignado. Se notaba bastante presionando y deprimido.

—Por ahora, no. Pero siempre estaré aquí para apoyarte en lo que necesites.— Solté sin pensar. ¿En serio... Dije eso?

De pronto, el erizo se voltea, para después abrazarme fuertemente.
—Gracias, Shadow. Eres el mejor amigo y mayordomo que alguien podría tener.—

¿A-migo?

De repente sentí un pequeño temblor en mis brazos, era como escuchar algo tan extraño pero que a la vez... Se sentía increíble.