Capitulo 7

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 Al pasar una semana, Nymeria arrojo el muñeco en el fuego cuidando que no se insinere, lo saco del fuego con cuidado, agarró la misma navaja que aquel día y con cuidado escribio "inutil" en letras mayusculas y las cosio con un hilo que su maestra le había regalado tiempo atras. Guardo todo dentro de un cofre cerrado con llave, se vistió guardo el cuchillo, la aguja y el hilo debajo de su vestido, con cuidado puso el frasco con leche de lavanda entre sus pechos y agradeciendole a los Dioses por crear los corset y hacer parecer que tenía un gran busto, se escabullo por la puerta de piedra detraz del tapiz, había planeado todo a la perfección.

Camino en silencio con una pequeña vela iluminando el recorrido, la apago cuando vió por un agujero que esa era la habitación, entró observando todo con asco, vació la leche en una botella de vino, guardó nuevamente el frasco y salió, cerró la entrada y espero pacientemente como un lobo ansiando su presa. Aegon entró ya balanceándose gritando que no quería ver a nadie, se desvistió completamente, agarró la botella y la tomó por completo sobre su cama, en cuestión de minutos cayó en un sueño profundo. Nymeria entró sigilosa, preparó un paño con las últimas gotas de vino y se lo acomodo en la nariz de él, sacó el cuchillo y cubriéndose con una manta que colocó por sobre el vestido se arrodillo y comenzó a cortar con una cínica sonrisa en su rostro.

Al terminar volvió a su habitación como si nada hubiera pasado, realizo otro pequeño muñeco de trapo, nuevamente llevo a cabo el mismo ritual que el primero y lo guardo junto al otro, cambio su vestimenta y tomó el baño de leche de almendras que May le había preparado, su amiga no estuvo del todo de acuerdo sobre la venganza que se acababa de llevar a cabo pero a Nymeria realmente no le importaba:

-Drogon y Smoke están escondidos en una cueva secreta a tres pueblos de distancia de aquí, los llevamos anoche con Erryk.

-Sabes que no me agrada lo que hiciste.

-Yo creo que hice lo correcto, podría haberlo matado. -Bostezó-: ¿Ya escogiste lo que te pedí?

-Si, ya preparé el vestido de terciopelo azul oscuro y los zapatos a juego, pulí el zafiro y los aros.

-Te lo agradezco. -Se relajó aún más en la tina-: Haría lo mismo si algo te ocurriera.

-No quiero seguir hablando de eso.

Una vez que terminó su baño, se arregló para tomar el té junto a sus hermanos en uno de los patios internos, caminaba calmada como si fuera otro día normal, al llegar saludo a sus hermanos y a Helaena que también estaba allí. Todo parecía tan calmado, reían y bromeaban, escuchaban atentos todo lo que dijera Helaena, los hijos de ella jugaban a un costado:

-¡Fuiste tú! -Los presentes voltearon a verla, caminaba furiosa, roja de la irá-: ¡Si mi hijo muere acabaré contigo!

-¿Le pasó algo a Aemond, madre?

-Me vengaré de esto, tenlo por seguro. -Se abalanzó con un cuchillo sobre Nymeria, Criston sostuvo a Erryk mientras Laena y Helaena protegían a los pequeños que comenzaban a llorar-: ¡Te mataré!

-No entiendo de lo que habla. -Alicent cada vez hacía más fuerza, Nymeria sostuvo el cuchillo desde la hoja viendo como su sangre comenzaba a salir, le escupió a Alicent y se intentó levantar-: ¡¿Te has vuelto loca?!

-¡Te mataré cueste lo que me cueste! -Las palmas de Nymeria no dejaban de sangrar, Erryk ya estaba a nada de golpear a Criston.

-Alicent. -Absolutamente todos se dieron vuelta a mirarlo, Viserys y Otto caminaban hacia donde estaban acompañados por Harrold Westerling, la reina no se detuvo y decidió atacar de nuevo, Nymeria esquivo-: ¡Alicent, te dije que te detengas!

-Pero Viserys, fue ella, yo sé que fuiste tú. -La señalo con el cuchillo con sangre.

-¿Qué es lo que ocurre? -Estaba enojado mirando atento la escena, dos jóvenes en el suelo cubriendo a dos pequeños que lloraban, Criston Cole aún sostenía a Erryk, el cual se quedó quieto al ver al rey, Nymeria perdía sangre de sus manos y Alicent fuera de sí-: Que alguien hable.

Nymeria TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora