Capitulo 12

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-¿Sería alocado pedirle que venga con nosotros? -Nymeria observaba la taza de té en silencio, llevaba así alrededor de cinco minutos mientras Erryk hablaba-: No tendría problema en criar a sus hijos como si fueran míos y luego podríamos tener más juntos.

-No podemos darle asilo político sin ningún motivo válido más allá de que la amas.

-Pero tiene que haber algo, no quiero dejarla aquí sola con... Él.

-Aegon es su esposo, no tú y eso es algo que debes aceptar Erryk por tu bien y por el de nuestro reino.

-Estás más amargada que de costumbre.

-Príncipes. -Ambos voltearon a verla.

-Julie, acércate, ¿ocurre algo?

-Llegó esta carta desde el Norte, el mensajero espera con urgencia una respuesta.

-Gracias Julie. -Nymeria tomó la carta y la leyó atentamente, suspiró algo frustrada-: Tengo que irme a redactar una respuesta para todo esto, ¿vienes?

-No, hoy ayudaré a Helaena con un bordado.

-¿Tu bordas?

-No te rías, estuve aprendiendo.

La joven volvió a su habitación, mientras escribía frases al azar buscando la correcta para comenzar a redactar alguien golpeó a su puerta, suspiro ignorando aquello pero los golpes volvieron a escucharse, la puerta se abrió, ella dijo que no quería ver a nadie, quería concentrarse y terminar lo más rápido posible con la situación sin embargo cuando dió por finalizada la primera carta dirigida hacía su abuelo donde le comentaba la situación que empezaba a darse en el Norte, Julie entró con más pergaminos de los distintos Lores, en los cuales ellos exigían una explicación acerca del casamiento entre Laena y Aemond, Joffrey había decidido dar la noticia a último minuto y quien cargaba con el peso de dar explicaciones era Nymeria. Ella estuvo todo el día en su habitación, agobiada e intentando resolver la situación, en su interior sentía que era injusto que fuera la encargada de solucionar todo siendo que aún no había ascendido al trono.

Salió de su habitación al día siguiente, caminando por los largos pasillos, lucía elegante pero notoriamente disgustada y algo estresada:

-Buenos días, me alegra verte hermana.

-Laena, buen día ¿qué haces camino a la cocina?

-Mandé a preparar el desayuno y luego iba a ir a buscarte, quiero que desayunes con nosotros.

-¿Nosotros? ¿Quienes somos?

-Tu, Aemond y yo. -Laena sonreía, necesitaba saber si sus sospechas eran ciertas, Nymeria no estaba tan segura de aceptar la propuesta, su hermana se dió cuenta-: Quiero pasar algo de tiempo junto a mis personas favoritas antes de que se tengan que ir, por favor.

-Esta Bien.

Ambas hermanas fueron juntas hasta el jardín, Nymeria no tenía energía para lidiar con la situación pero quería hacer feliz a Laena antes de volver a su hogar. Aemond se sintió intrigado cuando las observaba conversar, comenzando a sospechar que su prometida estaba tramando algo y no era el único que así lo pensaba. En un momento Laena se alejó de ellos para intercambiar algunas palabras con Julie, ninguno de los invitados emitió palabra alguna, la sirvienta se acercó con dos pergaminos más hacía Nymeria:

-Laena. -La nombrada la miró sonriente-: ¿Puedes explicarme a que se debe que no invitaras a ningún Lord del Norte a tu boda?

-¿No lo hicimos? -Preguntó Aemond con notable desaprobación.

-Le mencioné a la reina que había que invitarlos y ella dijo que lo tendría en cuenta.

-No los tuvo en cuenta.

Nymeria TargaryenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora