UN TERCERO

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Al abrir la puerta, apareció un joven alto, delgado con unos hermosos ojos azules que invitan a cualquiera a perderse en ellos, una sonrisa coqueta y con cierto toque de ternura.

El joven observó a Eda con curiosidad, tenía buen cuerpo, su mirada demostraba seguridad y fácilmente entraba en sus gustos, sin embargo ella no parecía alguien fácil, aún así, quería lograrlo

Le sonrió, tomó la mano de Eda y le besó la mejilla, Eda no se inmutó, pero en su cabeza pasaba una y otra vez esa escena con su sexy jefe

-Con permiso -al fin articuló y se retiró

El joven cerró la puerta y se dirigió hacia dónde estaba Serkan que ya se encontraba en su escritorio

-Efe, aléjese de mi secretaria.

-Ya le echó el ojo acaso.

-No es eso, no olvide que cada que llega una secretaria y usted se acuesta con ella, con el tiempo se va de la empresa.

-No voy a perder esta oportunidad, parece una chica interesante.

-Bien, haga lo que quiera -lo dijo con la mirada severa.

Eda se instaló en su escritorio y siguió con su trabajo, su mente le daba vueltas a lo sucedido con Serkan y se estremecía al recordar la sensación de sus labios. Por otra parte, estaba el joven que acababa de entrar; ¿quién era?, ¿por qué había hecho eso?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver salir al joven y a su jefe, se veían tan guapos, especialmente su jefe que antes sus ojos se embellecía

-Señorita Yıldız, él es mi socio,Efe, él seguirá viniendo, debido a eso, no es necesario que usted lo anuncie. Otra cosa, por favor, cancele las citas que haya para hoy, me voy a ausentar el resto del día.

-Como usted diga, señor Bolat

-Hola, ¿Cómo te llamas? -interrumpió Efe

-Hola, mi nombre es Eda -respondió insegura

-Hermoso nombre, al igual que tú, ¿Almorzarías un día de éstos conmigo?

-Eda pensaba rechazar esa invitación con alguna excusa, como siempre, sin embargo, esos ojos azules le impidieron rechazar la invitación

-Está bien, cuenta con eso -y dirigió la vista a su trabajo

Serkan sintió una irá recorrer su cuerpo mientras observaba aquella situación.

Salieron de la empresa y se dirigieron a un bar que se encontraba cerca de la empresa, era su bar habitual cuando querían bajar la tensión del trabajo.

Llegaron al bar, pidieron dos copas de vodka mientras observaba a tres mujeres que con poca ropa y su baile provocaban a los hombres que botaban la baba por ellas.

Serkan las veía bailar sin interés alguno, ya que no se podía sacar de la cabeza a Eda aceptando la invitación de su amigo.

Eda terminó su trabajo y salió de la empresa, al llegar a casa dejó su bolso en una silla y se dirigió a la ducha. Le preocupaba la situación, Serkan le atraía demasiado y sus labios no la iban a dejar mantenerse al margen. Por otra parte, había aceptado la invitación de Efe a pesar de que no quería.

Al día siguiente:

Llegó a la empresa, se instaló en su lugar de trabajo, de repente, llegó Serkan con cara de pocos amigos. Observó a Eda y le mandó una mirada de odio, Eda se quedó helada, ¿por qué la miraba así?, No lo entendía, después de ese beso, ¿por qué esa actitud?, su seguridad se perdió y sentía ganas de llorar.

Una joven se le acercó preocupada:

-¿Está bien?, ¿Le pasa algo?

Eda reaccionó un tanto confundida, no la había visto acercarse.

-Estoy bien -y le mostró una sonrisa fingida.

-¡EDA! -su jefe la llamaba.

Ella se estremeció en su puesto, la joven a su lado se sorprendió, era como si nunca lo hubiera escuchado gritar, eso le preocupaba más.

-Buena suerte -y la joven se retiró de su lado.

Eda se dirigió a la oficina, con cada paso imaginaba lo peor, le dió una sensación que ella conocía bien, miedo.

Al entrar, la tomó del brazo con una brusquedad que la hizo quejarse y la arrinconó contra la pared sin dejarle salida alguna. La mirada de seguridad de Eda había desaparecido y se veía asustada, sin embargo, su corazón latía rápido, su respiración se entrecortaba y un cosquilleo pasaba por todo su cuerpo. Era como si su mente y su cuerpo no estuvieran de acuerdo.

La mirada de furia de Serkan se convirtió en una mirada lujuriosa, y sintió un gusto al tener a Eda débil frente a él, sin oponerse a su trato.

Se acercó más a Eda, juntó sus labios a los de ella y se comenzaron a besar desenfrenadamente, soltó el brazo de Eda, el cual dejó caer, sus manos se posaron tras el cuello de Eda, los besos de Serkan se trasladaron a su mejilla y bajaron a su cuello, mientras Eda le daba permiso de seguir. Las manos de Serkan no aguantaron más y atraparon los senos de Eda, les daba masajes y pequeños toques que la hacían gemir de placer.

La mente de Eda estaba en blanco y su cuerpo se sentía caliente, sentía ganas de que avanzara, pero otra vez tres toques en la puerta los interrumpieron, se alejaron a pesar de que no querían, se sentían vacíos. No quedaba de otra, Eda fue a abrir, era Efe otra vez, estaban llenos de irá Eda no lo pudo evitar y pasó seria junto a Efe sin siquiera saludar.

Efe cerró la puerta extrañado por la actitud de Eda

-¿Qué sucedió?, Serkan, ¿acaso usted la regaño?

-Efe, ¿desde cuándo le importa ella?, más bien, ¿cómo ha ido la visita a los clientes?

-No se preocupe, no la voy hacer renunciar, si es lo que le preocupa, y respecto a lo de los clientes, todo va bien, aún me faltan unos cincos meses y terminó.

-Bien.

Mi Jefe, Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora