NUESTROS VOTOS

338 26 0
                                    

Era el día antes de la boda, Eda fue a un centro de belleza, sus uñas las pintaron de un color suave, a su cabello le hicieron tratamientos para que estuviera radiante al día siguiente. Cada vez que Eda iba a un lugar un cosquilleo se instalaba en su estómago y no dejaba de pensar en el momento que ella tanto esperaba.

Por otro lado Serkan charlaba tranquilamente con Efe, aunque igualmente ansiaba llegar a ese momento en dónde por fin Eda se convertiría en su amada esposa. Los padres de Eda la ayudaban y le decían lo que generalmente de decía, pero ellos querían otra cosa, querían decir sus propias palabras.

Serkan no sabía que hacer, sentía muchos nervios y la gente no dejaba de mirarlo. Se escuchó abrir la puerta, sin embarga era solamente un joven, Serkan al notarlo volvió la mirada a unas flores blancas que se encontraban en el lugar.

La música comenzó a sonar y ese cosquilleo se volvió a apoderar de ambos. Se abrieron las puertas y sintieron como si su voz se esfumara, había desaparecido tras haberse visto.

Serkan quien esperaba ansioso de tener a Eda frente a él, llevaba un traje negro, bien portado y una pequeña rosa en el bolsillo.

Eda quién caminaba lentamente junto a su padre, llevaba un vestido blanco ceñido a su pecho y abdomen, y la falda de este bajaba como una cascada con suaves rayos azules.

Al encontrarse el uno frente al otro, el padre de Eda le entregó su mano a Serkan, él la tomó con delicadeza y la ayudó a subir por un pequeño escalón sin apartar la mirada de ella.

El padre comenzó a hablar y ellos apenas si lo escuchaban, llegó el momento de decir sus votos y Serkan comenzó a hablar.

- Eda Yıldız, contigo estaré en la salud y en la enfermedad, cuando te sientas tristes estaré aquí para ti, cuando no quieras hablar te estaré cuidando hasta que me necesites, estaré contigo por sobre todas las cosas porque te amo y quiero estar contigo hasta que seamos viejitos -tomó con delicadeza la mano de Eda y colocó un pequeño anillo.

Las lágrimas de Eda amenazaban con salir y tomando un respiro comenzó a hablar.

-Serkan Bolat, contigo estaré en la salud y en la enfermedad, cuando tengas problemas estaré ahí, cuando necesites la compañía de alguien siempre me vas a tener a mi por sobre todas las cosas, te amo y siempre lo haré -tomó su mano y colocó el anillo.

Serkan la rodeo con sus manos y se besaron concluyendo su unión. En la iglesia varios lloraban. Todos aplaudieron y se acercaban a los recién casados a desearles sus buenos deseos.

-Mamá, papá, nos vamos -y los abrazó

Se subieron al carro y se alejaron.

Mi Jefe, Mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora