Deja que tus alas vuelen por ti... (The Vamps) COMPLETADA.

Cap 9. Can I... Can I kiss you?

La alarma sonó, hora de ir al instituto.

Cuando la iba a apagar vi que mi mejor amiga de Chester, Ashley, me había mandado un mensaje que decía:

"Helen, ¿te has olvidado de mí?

Ha pasado un mes desde que te fuiste a Sydney y aún no me has llamado... L

De tu vieja amiga Ash, que no se ha olvidado de ti"

¡¿Un mes ya?! Así es, hacía ya un mes desde que había abandonado Chester para venir aquí, y la verdad no me arrepentía.

Pobre Ashley, la había olvidado por completo, ¡qué mala amiga soy! O tal vez es por lo liada que estoy...

En este mes ha ocurrido de todo, Connor ha besado mi cuello infinitas veces, Brad sigue siendo el típico chico rudo que no creo poder conseguir nunca, Zoey sigue siendo esa chica misteriosa que conocí, y la banda va bastante bien, ¡hoy iban a grabar su primera cover para YouTube! Ya lo habían ensayado y preparado, iban a cantar "All of me" de John Legend. Bajé a desayunar, no sin antes mandarle este mensaje a mi mejor amiga:

"Ash, siento no haberte escrito antes, y por supuesto que no me he olvidado de ti, sólo es que tengo mucho lío entre el instituto y todas esas cosas.

Te quiero mucho, no lo olvides.

De tu Helen <3."

Y bajé a desayunar.

De camino al instituto, alguien me agarro por la espalda y me susurró al oído:

-¿Te apuntas a escaparte conmigo?

-Connor, eso es una locura.- Respondí sabiendo que era él, y no me equivoqué, se puso en frente mía y sus azulados ojos dieron con los míos, mientras insistía cual niño pequeño diciendo:

-Venga, será sólo por hoy.

-No, ya te lo he dicho.

-Por favor, sólo quiero enseñarte algo.

-Joder Connor, un no es un no.

-Te prometo que volvemos cuando tú quieras, sólo quiero que vengas un ratito conmigo.

-¿Me prometes que volvemos en cuanto me lo enseñes?

-Te lo prometo, a no ser que seas tú la que entonces se quiera quedar allí.

-Está bien, acepto...- Respondí cansada de que no parara de insistir, y una sonrisa se formó en la comisura de sus labios.

Tomó mi mano y comenzó a caminar guiándome el camino.

Fuimos por la playa hasta un mirador.

Allí me tapó los ojos y me dijo:

-No los abras hasta que yo te diga.

-De acuerdo.

Y caminé guiada por su mano hasta que quitó la otra mano de los ojos en señal de que ya podía mirar. Cuando miré vi desde aquel mirador un lago gigante y en su centro un montón de palos atados formando mi nombre.

Me di la vuelta y le abracé mientras le repetía una y otra vez "te quiero".

Connor se separó un poco de mí para mirarme a los ojos y me preguntó un poco nervioso:

-¿Puedo...Puedo besarte?

Y asentí sin pensármelo dos veces, a pesar de lo nerviosa que estaba.

Comenzó a acercarse lentamente a mí y cuando quise darme cuenta ya le estaba besando.

Sus labios se movían al compás de los míos y entonces comencé a relajarme y a dejar que todo fluyera.