Deja que tus alas vuelen por ti... (The Vamps) COMPLETADA.

Cap 25. Your lips drive me crazy... (Maratón 3/5)

Llamaron al timbre y bajé corriendo a abrir, encontrándome tras la puerta a un precioso Connor sonriendo.

-¿Quién es, cielo?- Preguntó mi madre acercándose a comprobar quien era, y al ver que era el rubio saludó sonriente:

-Buenas tardes, Connor.

-Buenas, Christine.

-Mamá, ¿puedo salir un rato con Connor?

-Claro, no llegues tarde.

-Muchas gracias, hasta luego.

Salí cerrando la puerta detrás de mí y le abracé.

Acercó sus labios a los míos atrapando mi labio inferior entre los suyos.

-Con, cada cosa a su tiempo, no pretendas que nos morreemos en la puerta de mi casa.-Reí mientras me apartaba de sus labios y éste simplemente sonreía.

Agarró mi mano y me llevó por el bosque.

-¿A dónde vamos?

-Cada cosa a su tiempo, Helen, no seas impaciente.- Respondió riendo para devolverme lo de antes.

Tras andar unos diez minutos de su mano, llegamos a una casa que no parecía muy moderna.

-Es aquí donde quería traerte.

-¿De quién es esta casa?

-De mis padres, pero tranquila que vamos a estar completamente solos, ellos no suelen venir aquí y encima ahora están trabajando.- Dijo mientras abría con las llaves la puerta principal.

-Las damas primero.- Me cedió el paso para que entrara y acaricié su mejilla mientras lo hacía.

-Bueno, ¿y para qué me has traído hasta aquí?

Se acercó a mí tanto que estábamos respirando el mismo aire. Pegó su frente con la mía y su nariz rozó mí nariz. Susurró en mis labios:

-Bonita, quiero preguntarte algo.

Tragué saliva, realmente este chico activaba todos mis sentidos y producía muchísimos escalofríos de placer en mí cuando me tocaba.

-¿Qué...? ¿Qué quieres preguntarme?- Pregunté con la voz casi quebrada.

Besó mis labios y mordió mi labio inferior mientras se alejaba de éstos y por fin preguntó:

-¿Quieres salir conmigo? Que seamos novios oficialmente.

-¿Tú qué crees, bonito?- Besé sus labios fugazmente.- Pues claro que quiero.

-Vale, me estás excitando demasiado, subamos a mi cuarto.

Me llevó de la mano hasta su habitación, me tiró sobre su cama y se puso encima de mí devorando mis labios e introduciendo su lengua en mi boca, sus labios me volvían loca...

Dije con mucha dificultad para hablar, ya que tenía dos lenguas en mi boca:

-Con, ¿hasta dónde quieres llegar?

Sacó su lengua de mi boca, separó sus labios de los míos y preguntó frunciendo el ceño:

-¿A qué te refieres?

-Me refiero a que no voy a tener sexo contigo ni mucho menos.

Se levantó de encima de mí, cruzó sus brazos y preguntó en tono de broma:

-¿Y por qué conmigo no?

-Ya me entiendes, rubito, sabes que si realmente quieres que esto funcione deberás tener mucha paciencia conmigo para dar ese gran paso.