Deja que tus alas vuelen por ti... (The Vamps) COMPLETADA.

Cap 32. Hey babe!

Me encontraba tumbada en la cama escuchando "Give me love" de Ed Sheeran, ese pelirrojo me parecía la cosa más bonita del mundo, realmente me ayudaba e inspiraba cuando más lo necesitaba y jamás sabría cómo agradecérselo.

-Hey babe!- Oí gritar a alguien en la calle, pero seguramente sería algún chaval intentando llamar la atención de una chica, por lo que lo ignoré.

-Pequeñaja.- Volvió a gritar.

Me quité los cascos y me asomé a la ventana.

Para mi sorpresa, era SM, ¡qué rápido había llegado!

Abrí la ventana y exclamé en lo que pareció un susurro:

-¡Chss! Mi madre no puede oírte.

-Anda, baby, baja.

-¿Cómo?

-Pues por la ventana, yo te cojo.

-Okay...- Dije insegura y fui bajando despacio hasta que los brazos de mi amigo me cogieron por la cintura abrazándome.

-Vámonos rápido.- Dije y salimos corriendo de la mano.

Nos adentramos en el bosque, camino hacia su finca, y mientras caminábamos le pregunté:

-¿Quién es la rubita de la que me hablaste?

-Ya la conocerás, es un encanto.

-SM enamorándose, eso no me parece normal.

-Hey, para el carro, babe, nadie ha dicho que me esté enamorando.

-De momento, pero quién sabe lo que te deparará el fututo.

Rodó los ojos y añadió:

-Lo que tú digas, Mrs. Sabelotodo.

Reí ante su comentario y acaricié su cabello.

Al llegar a su casa, nos tumbamos en la puerta, en unas hamacas, y le pregunté de broma:

-Y bien, ¿dónde está tu futuro amor?

-Para que habré dicho nada de que era mona...- Se lamentó y solté una carcajada.- Estará al venir, habíamos quedado aquí a las siete y media y sólo quedan dos minutos.

A la lejanía vi a la chica acercarse, y a medida que se acercaba la pude distinguir mejor.

No podía ser ella, no podía creerme esto.

Me incorporé para verla mejor y le pregunté al rubio:

-¿Cómo se llama?

-Zoey.

Era ella...

Me acerqué corriendo y la abracé con todas mis fuerzas mientras repetía una y otra vez "te he echado de menos".

Se separó un poco de mí para mirar a SM y le preguntó:

-¿Qué hace ella aquí?

-Espera, ¿os conocíais ya?- Preguntó éste alucinando, pero hice caso omiso a su pregunta y le pregunté a la rubia:

-¿Dónde has estado?

-Helen, te dije que no quería verte más.

-¿Por qué?

-Ya te lo expliqué...

-¡Pero tu explicación no tiene lógica! He estado allí desde el primer momento, intentando ayudarte y agradarte... No entiendo por qué me haces esto.

-No quiero hablar de esto.

-¡No! Vamos a hablar de esto ahora mismo, me he cansado de esperar tanto.- Exclamé agobiada y ésta pareció asustarse un poco ante mi tan brusco tono de voz.