No... puede... ser. No, no, no, mierda, mierda, mierda.
Maldita sea por favor díganme que estoy soñando. No. Mi mayor temor se ha hecho presente, ella no puede... estar enamorada de mí, carajo, ¿por qué a mí? Ahora sé que es lo peor que podía pasar, ella no puede sentir eso, no puede simplemente no puede, maldita sea. Estoy sin palabras, no puedo hacer otra cosa más que maldecir, si ya me sentía una basura, ahora me siento lo peor que basura. Maldita sea, maldita sea, maldita sea.
—Marinette creo que estas confundida —Si, eso, debe estar confundida, no le encuentro otra explicación a esta locura, porque eso es lo que es, una locura.
—No Adrien, no estoy confundida...Yo te amo desde hace tiempo.
—No tiene nada de sentido lo que estás diciendo.
—Me di cuenta desde que iniciaste tu relación con Lila. Yo no me enojaba porque pasaras más tiempo con ella que conmigo, bueno si, pero la verdadera razón no era porque yo extrañaba a mi amigo o a mi tío, sino porque te amo y no soporto la idea de que estés con ella, no soporto que te bese, que te toque... la odio, porque ella me robo tu corazón, ella me robo momentos contigo, me robo tu atención y no puedo ya seguir ocultando ese sentimiento que crece y crece y ya no cabe aquí en mi pecho. Hace tiempo que deje de verte como mi tío, te veo como el maravilloso hombre que eres y me alegra tanto que hayas sido tú con quien tuve mi primera vez y nunca me voy a arrepentir por eso. Te amo.
—Sabes, esto es... es una locura. No tiene sentido lo que dices, no sé qué pretendes, pero ahora con mayor razón todo debe parar.
—Yo no pretendo nada —Me miraba fijamente indignada —¿Piensas que...todo esto lo hago para que tú y yo continuemos esto?
—No lo sé, tu dime... Sabes, yo no creo ni una sola palabra de lo que me estás diciendo. Solo quieres manipularme como hasta ahora lo has hecho, pero sabes que... No más Marinette estoy cansado de que siempre encuentres la forma de envolverme y yo siempre termino haciendo lo que tú quieres. Yo no quería acostarme contigo, pero lo lograste. Y si lo disfrute y mucho, no te lo voy a negar, pero estuvo muy mal y ahora que yo quiero terminar con todo, me dices que estás enamorada de mi... estás loca.
—No puedo creer lo que me estás diciendo... Yo te amo de verdad yo jamás jugaría con algo así Adrien.
—Sabes que lo mejor es que te lleve a tu casa. No pienso seguir con esta plática absurda.
—Eres un maldito desgraciado... Jugaste con mis sentimientos....
—¡Ah no! Yo jamás jugué contigo. Creí que estaba muy claro que nuestra relación se había convertido en algo sexual y nada más.
—Claro, pero cuando me estabas haciendo el amor hace un rato no pensabas igual.
—Yo jamás te he hecho el amor, eso solo se lo haría Lila y ¿sabes por qué? Porque la amo, porque ella si es la mujer que yo necesito... Ella tenía razón, no eres más que una mocosa inmadura. Te falta crecer y mucho, esto que haces es ridículo —Simplemente explote, me tiene cansado, estoy seguro que esto no es más que uno de sus chantajes, está loca, no puedo creer que yo me haya metido con ella. Pero no lo va a lograr, no señor. Entonces vi como una lagrima corría por su mejilla y fue como si alguien le hubiera dado un puñetazo a mi corazón.
—No puedo creer lo que me estás diciendo... Púdrete —Dijo mientras más lágrimas salían de sus ojos y salió corriendo de ahí. Verla llorar fue algo horrible y más porque sabía que yo era el causante. Yo jamás quise lastimarla, ella era la última persona a la que yo quisiera dañar. ¿Y si es verdad lo que me dijo?
—¡Marinette espera! —Le grité y salí tras ella.
Escuché que la puerta se abrió y supe que había salido de ahí. Aceleré mi paso y vi que corría sin dirección alguna, lo único que ella quería era salir y alejarse de mí. Corrí lo más rápido que pude, debo alcanzarla, no puedo dejar que se valla así y fue entonces que me di cuenta que estaba por cruzar una calle y un auto a alta velocidad se acercaba.
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Desvísteme -MLB
Ficțiune adolescenți-Adrien, perdóname. -¿Por qué? -Le pregunte con el ceño fruncido. -Por... todo lo que ha pasado, me he comportado como una niña tonta e inmadura -Escuchar eso me hizo sonreír, aunque la verdad es que aquí el que debe disculparse soy yo, y creo que e...