🦋SEVENTEEN DAYS🇷🇺

🦋DAY ONE🇷🇺

Después de despedirse en la puerta del ascensor, ambos entraron en sus respectivos apartamentos no sin antes dedicarse una última mirada tímida, Horacio entró en su hogar y se apoyó en la puerta cerrándola con la espalda, un suspiro con sus ojos cerrados y muchas sensaciones invadiendo su ser.

Volkov por su parte entró derecho a su habitación, al haberse duchado en comisaria solo cambió su ropa de trabajo por un pijama oscuro y fué hasta su sofá encendiendo el televisor para poder ponerse al dia sobre las noticias que transmitían en el único canal que solía ver.

Su mente la ocupaba cierto chico de cresta, sus extraños y bellos ojos se instalaron en sus pensamientos, una sensación nueva fué lo que sintió en su pecho al recordar el momento probador, él se cambiaba delante de los demás agentes pero ese muchacho tenía algo que lo cohíbia.

Sus dedos paseando por su fria piel, como sintió sus manos apoyándose en su espalda al poner aquella cinta métrica, su respiración chocando contra su cuerpo. El comisario frunció el ceño y negó, eso no era típico de él, deseó mandarle un mensaje para anular el pedido del traje pero lo pensó mejor y decidió dejar las cosas así, Horacio se había tomado la molestia de comenzar aquello y sería grosero de su parte haberle hecho perder el tiempo.

El de cresta se dió una ducha y cenó algo rápido mientras abría su tableta, buscó su programa de diseño y comenzó a realizar un traje tal y como le había pedido el comisario ruso, lo hizo rápido, era tan simple que no le llevó mucho tiempo, se quedó pensativo mientras miraba su trabajo, no le convencía, ese alto hombre tenía mucho potencial pero sus gustos eran sosos.

Rió al recordar su rostro acalorado cuando lo miró a través del espejo, le sorprendió que ese intimidante hombre pudiera avergonzarse, parecía seguro de si mismo y aquello se le hizo adorable al pelirrojo quien se levantó y caminó hasta la  habitación donde solía trabajar, cogió un block, un borrador y su punta fina y fué hasta el sofá de nuevo dejándose caer y cruzando sus piernas mientras apoyaba los materiales en el sofá.

Comenzó a dibujar a ese hombre, el traje con el que le visualizaba totalmente negro y entallado resaltando sus piernas y espalda, le dibujó un rostro simple pero que era el mas hermoso a sus ojos, su pelo bien peinado hacia atrás y un semblante serio,- ¿cómo será su sonrisa?,- dijo para sí mismo mientras le dibujaba una curvatura en sus labios que borró inmediatamente.

Después de terminar aquello, colocó el nombre •Comisario Bombón• y dejó todo en el sofá, fué hasta su dormitorio apagando todas las luces, se metió en su espaciosa cama y se durmió con una sonrisa y con esos grises que lo miraron fijamente en su mente...

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Dia 1

La puerta de su apartamento sonó, tres golpes secos que le hicieron extrañarse ya que no esperaba ninguna visita, al menos Gustabo no le había dicho que iría tan temprano, solía pasarse más tarde por la tienda cuando tenía algún rato libre.

Se acercó terminando de ponerse su camiseta ya que se estaba vistiendo para salir e ir a abrir su negocio, miró a través de la mirilla y un sonido de sorpresa salió de sus labios, dió un paso atrás y acomodó su cresta con sus dedos, ni siquiera le había dado tiempo a peinarse así que se miró rápidamente en el espejo de la entrada y abrió sonriente.

-Buenos dias comisario, ¿qué le trae por aquí?,- saludó a ese hombre que parecía estar dispuesto para comenzar su jornada laboral.

-Priviet Horacio, perdón que le moleste pero le he llamado varias veces sin recibir respuesta.-

Horacio miró hacia su cazadora la cual estaba colgada en el perchero de la entrada y metió la mano en el bolsillo sacando de allí su teléfono,- perdone Volkov, anoche llegué tan cansado que ni lo saqué del abrigo,- comprobó las llamadas y mensajes por encima y dejó de nuevo el teléfono en el bolsillo de aquella prenda,- pase por favor.-