Dia 10
-¿Qué tal fué con el viejo?,- Gustabo estaba bastante interesado en saber como fué la cena.
-Bastante bien, no preguntó mucho que digamos, le encantó el whisky y la cena, también me dijo que Volkov se estaba enamorando de mi, no hemos hablado de eso todavia porque cuando Conway se fué al poco rato nos quedamos dormidos,- Horacio estaba pensativo.
-Así que el ruso habló con el super de ti, eso es bueno, ¿no?.-
-Si pero...enamorado...me da miedo Gus, todo está yendo muy deprisa, es demasiado bueno para ser verdad,- el rubio negó y cogió la mano de su amigo.
-Horacio, déjate llevar, llevas mucho tiempo solo y centrado en tu trabajo, mereces enamorarte y ser correspondido y ya te digo que el ruso no tiene pinta de hacerte daño, es un tio responsable y serio, por dios si es el comisario,- rió haciendo que el de cresta se relajara con sus palabras,- ¿tú qué sientes por él?.-
-Joder...estoy loco por él, me encanta en todos los sentidos porque es muy cariñoso, detallista, atento, no sé...me estoy enamorando también de él pero...-
-¿Pero...?.-
-Tengo miedo, ¿y si todo se tuerce?, ¿y si se rien de nosotros en la fiesta?, ¿y si le hacen sentir incómodo?,- Horacio bajó su mirada al suelo y apoyó su café a medias en la mesita junto al sofá de la tienda.
-Mira, ya te digo yo que Volkov no va a dejar que nadie le haga sentir mal ni a él, ni a tí, deja de sobrepensar todo y disfruta de lo que tienes, por una vez piensa en tí...-
El pelirrojo suspiró e intentó poner una sonrisa, había cosas que tenía guardadas muy dentro de su corazón, recuerdos amargos que le hacían sacar esos miedos y estar alerta pero Gustabo tenía razón, debía dejarse llevar y sobre todo comunicarse con su pareja.
-Oye Gus, ¿salimos mañana a tomar algo?, necesito despejarme un rato de todo,- el rubio tosió nervioso.
-Eh...verás, tengo el fin de semana libre y esque...me voy fuera de la ciudad,- Horacio lo miró sorprendido.
-¿A dónde vas?,- movió sus cejas achinando sus ojos.
-Pues...a una casita rural, en un bosque cerca de aquí...voy a hacer senderismo con un...amigo,- el modista se acercó más a él.
-¿Un amigo?, ¿qué amigo?,- el ojiazul se puso de pié y se dispuso a marcharse para ir a trabajar.
-Pues uno, me voy que llego tarde...nos vemos,- dejó un fugaz beso en la mejilla morena y salió corriendo de la tienda haciendo reir mucho a su amigo.
-Ya me enteraré...ya...-
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Esa tarde fué algo aburrida, hubo pocos clientes en la tienda salvo un gran encargo, el de cresta tenía que hacer unos vestidos para una boda, cuatro en total serían para las damas de honor, el mes siguiente iba a estar atareado así que decidió cerrar más temprano la tienda y por primera vez pasar él por comisaria para recoger a su novio.
Caminaba hacia Mission Row despacio, hacía muy buena noche así que disfrutó de ese clima mientras se perdía en sus pensamientos intentando calmar los nervios que le daba personarse en el trabajo de Volkov, nunca había ido allí antes, ni siquiera para visitar o recoger a Gustabo así que le daba algo de miedo por si no era bien recibido.
Todos esos miedos desaparecieron cuando cruzó la puerta y un sonriente Greco le recibió con un abrazo,- qué alegría verte por aquí Horacio, ¿vienes a buscar a Gustabo?,- preguntó,- aún no sale, le quedan unas horas de servicio.-
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🦋SEVENTEEN DAYS🇷🇺
RandomHoracio es un risueño modista que ha pasado por mucho, ha luchado por tener su vida soñada, con su amplio apartamento y su pequeña tienda de ropa creé que es feliz y digo creé porque un alto y serio comisario cambiará su vida para siempre...💙 Edade...