🦋SEVENTEEN DAYS🇷🇺

🦋DAY FOURTEEN🇷🇺

Dia 14/2

Eran las ocho de la tarde cuando Horacio decidió dejar lo poco que le quedaba de su traje por acabar, el de Volkov estaba listo, lo había planchado y colgaba de uno de los percheros metido en un plástico protector para que se mantuviera limpio.

Lo miró y sonrió, había puesto dentro de aquel plástico el dibujo que el ruso le pidió, ese en el que le describió como comisario bombón el dia que lo conoció, sabía que le haría ilusión tenerlo así que solo cerró la puerta de la habitación y fué a ducharse y a cambiarse para ir a recogerle a comisaria.

Pensó en ir allí para poder también ver a Gustabo, hacía un par de dias que no hablaban y aprovecharía la visita para ponerse al dia con él. Bajó en el ascensor canturreando feliz de que el dia hubiese acabado, tenía muchas ganas de ver al comisario y darle un buen abrazo, las cosas habían escalado mucho estos dias y lo sentía como parte de él, su otra mitad, la persona que le aportaba esa felicidad que ahora sentía.

Caminó despacio hasta Mission Row, de lejos pudo observar como varios agentes estaban en la puerta charlando, algunos se iban hacia sus patrullas para ponerse a trabajar y otros simplemente entraban hacia la recepción, no conocía a ninguno así que esperó hasta que se fueran para entrar después.

Cruzó por fin las puertas y se quedó a un lado, no entró mucho, solo buscó con la mirada una cara conocida no encontrándola por el momento,- ¿tú eres el novio del comisario?,- una voz le sobresaltó, miró hacia atrás y una chica con el pelo color morado le sonreía.

-¿Perdone?,- preguntó con cautela sabiendo como eran allí.

-Si, eres tú...pues tu novio no llegó aún, puedes esperar aquí o entrar a su despacho,- Horacio frunció el ceño y la miró fijamente.

-Si, puedes entrar a su despacho, es ese de ahí...- otro agente se unió a la conversación, al escucharlos algunos más se acercaron y se pusieron alrededor del modista haciendo que se sintiera algo intimidado.

-Yo...estaba buscando a Gustabo,- dijo nervioso al notar como todos lo miraban riendo.

-Ya...a Gustabo dice, todos sabemos que el comisario Volkov falta a trabajar desde que te conoció, ya no es el de antes, gracias a ti ahora es más simpático,- Horacio tosió, quería salir corriendo de allí, estaba muy incómodo, no le gustaba ser el centro de atención ni que hablaran así de un superior.

-Bueno y cuéntanos, ¿cuándo os casais?,- preguntó un agente rubio y todos rieron soltando sonoras carcajadas.

-Debo irme,- susurró el de cresta y comenzó a caminar hacia la puerta.

-Vais a ser la atracción de la fiesta, todos estamos deseando veros juntos,- Horacio empujó la puerta con rabia y salió corriendo en dirección a su edificio.

-¿Qué haceis aquí?,- preguntó Gustabo quien salía de los vestuarios,- ¿de qué os reís tanto?.-

-El novio ese raro que se ha echado Volkov ha salido corriendo, no nos ha dicho cuando es la boda, igual no nos invitan,- contestó un agente riendo.

-¿Qué...?, Horacio...- el rubio llamó rápidamente a su amigo sin recibir ninguna respuesta,- ¿Qué coño le habeis dicho gilipollas?,- hecho una furia cogió al agente en cuestión del cuello de su camisa y lo estampó contra la pared.

-¡Basta!, Gustabo, ¿qué haces?,- Volkov entraba por la puerta junto a Greco y ambos se acercaron a separar a ambos agentes.

-Estos payasos han hecho sentir mal a Horacio, no sé qué cojones le han dicho pero salió corriendo y no contesta al teléfono,- le contó bastante cabreado.