-Maldita sea -la rubia aventó todos los libros que se encontraban sobre su escritorio, tomó su capa de apostadora y salió a las calles, caminaba tratando de relajarse, tomó su hombro, sobó con insistencia llegando a su cuello, giraba de un lado a otro su cabeza tratando de relajar sus músculos, como buena bebedora llegó a un restaurante donde vendían buen sake, se sentó y pidió el mejor, su asistente Shizune llegó corriendo tras de ella -lady Tsunade, no puede abandonar su puesto de esa manera, aún tiene mucho trabajo -la rubia afiló su mirada, la chica chilló -no estoy de humor, maldita sea, traíganme una botella de sake -el mesero con velocidad fue por botanas y una botella del líquido embriagador -¿está así por Itachi-san? -susurró la pelinegra, la Hokage la vio mal, había hablado con tono alto a pesar del susurro -¿puedes bajar la voz Shizune? -la chica asintió con temor.
La Hokage observaba como servían el pequeño platillo con ese líquido que le encantaba, se lo saboreó bastante, cuando el mesero terminó, de inmediato se empinó el tragó, suspiró con más tranquilidad -me preocupa Naruto, no se ha despegado de Itachi desde que entró al hospital, ya pasaron más de dos meses, no le interesa salir de ahí mientras esté su… ya sabes, en el lugar -Shizune omitió la relación de la pareja para evitar problemas. La rubia movía de un lado a otro el platillo de sake nuevamente lleno por su asistente, lo observaba con cuidado escuchando la plática de la chica -a mi también me preocupa, cada día su salud de deteriora más, mi niño está muy apegado a él -la azabache la vio con sorpresa, sabía la dedicación que ha tenido para la investigación de una cura -es increíble, Naruto es en exceso sano y su, bueno -Shizune bajó la cabeza con tristeza al imaginar la pérdida del ser amado, su lady había pasado por ello con su tío Dan, había visto su deterioro por años hasta que Naruto llegó a su vida y regresó a Jiraiya-sama a su lado, respiró hondo con tristeza.
La rubia la escuchaba con distracción, pensaba en que su niño sufriría, ella le prometió salvarlo, quería cumplir su promesa, pero con un demonio que no sabía cómo diablos curarlo, hasta que algo retumbó en su mente -¿qué dijiste? -la chica levantó su rostro con duda -que me preocupa Naruto -Tsunade negó -no eso, demonios, lo último -la azabache trataba de recordar -¿qué Naruto goza de excelente salud? -la rubia se levantó, la apuntó -eso es, maldita sea, vamos muévete -la pelinegra se quedó atrás pagando la cuenta de su lady mientras la Hokage caminaba con velocidad y paso firme hacia el hospital.
….
El rubio peinaba el cabello de su pareja con cuidado, el azabache se sentía mareado y débil, agradecía las atenciones, compañía de su pareja en este tiempo y la fuerza que diario le transmitía, podía sentir sus manos desenredar su largo cabello azabache con cuidado, se sentía relajado, había días que tenía ganas de rendirse pero no podía y no quería, quería vivir junto a su rubio esa vida -he terminado, te ves hermoso -el azabache sonrió -no mientas bonito -el pequeño rio con diversión -cuando esas arpías de tus fans se enteren que me llevé al hombre más guapo, sexy y amable de toda la aldea, tendremos que esconderte ttebayo -Itachi lo vio con diversión -yo sufriré con las tuyas -el rubio levantó la mano, la sacudió -esas chicas sin rumbo, debo aceptar que soy hermoso, pero hasta un ciego se daría cuenta que no me interesan las chicas -Naruto se levantó, modeló un momento para su pareja, el azabache lo observó con cuidado, sonrió divertido…m -si sigues moviendo ese trasero, harás que me desmaye bonito -Naruto soltó una carcajada de las que le gustaban hacer, el azabache lo veía como si se tratara del ser más especial del mundo, amaba a ese rubio y por él debía ser fuerte -eres un pervertido ttebayo, debes controlarte o la abuela me sacará de aquí-
El azabache levantó un poco su mano con debilidad, el rubio de inmediato fue a su encuentro, se acostó a su lado mimoso -tu corazón late rápido -el pequeño enterró su rostro en el pecho de su novio -si con mover mi trasero te pones así, no quiero imaginar si empiezo a desnudarme, te daría un infarto, debo ser cuidadoso, mis encantos pueden ocasionar un accidente ttebayo -una leve carcajada se escuchó de los labios del azabache, su rubio le alegraba sus días con sus tonterías, con su sola presencia lo hacía sentir mejor de como estaba realmente.
La puerta se abrió -¿qué veo?, en este cuarto no hay enfermo definitivamente -el rubio sonrió con diversión. Sakura entró, tras de ella venía Sasuke con una leve sonrisa, ambos escucharon las tonterías de la pareja -dobe, no molestes a mi anikii, lo matarás con tanta tontería -el rubio levantó un puchero -repite eso bastardo, mi puño te hará saber lo que es tontería -ambos se retaban con la mirada, al final sonrieron. Naruto era luz a sus ojos -revisaré tus niveles para darle informe a lady Tsunade, sacaré una muestra rápida-
La puerta se abrió de golpe dejando pasar a la Hokage, todos la vieron con sorpresa, levantó una mano con una jeringa -ven aquí mocoso -el rubio abrió sus gemas con temor, sus cabellos despeinados claramente se encresparon -abue… abuelaaaaa yo no hice nada, te lo juroooo, no puedes -la Hokage apuntó su dedo contra el rubio -Sasuke, Sakura, sométanlo -Itachi veía con curiosidad lo que sucedía, Tsunade-sama nunca lastimaría a su rubio. Cuando el equipo capturó al Uzumaki, este los veía mal -mi propio equipo y abuela me traicionaron, sino se puede confiar en ellos, ¿ahora en quién podré confiar? -los presentes sonreían con diversión -lo lamento Naruto, pero tengo una buena corazonada de esto, sólo tomaré tres muestras, te regalaré una paleta al final -el rubio puchereaba, gritaba con fuerza -aaaaaahhh dueleeeee -a todos les caía una gota por la nuca -ni siquiera he metido la aguja dramático-
La rubia tomó las muestras, salió con velocidad del lugar, con Shizune tras de ella. El pequeño se hacía bolita en el brazo de su pareja moqueando desconsolado -me ultrajaron Ita ttebayo -el azabache sonreía con diversión -no seas dramático Natuto, si lady Tsunade lo hizo es porque tiene una buena razón shaaa -el pequeño veía a sus amigos con traición -tch dobe que vergüenza, ¿no eres de los ninjas más poderosos del mundo? -el pequeño moqueó con fuerza -pero las inyecciones son mi debilidad, es horrible -la mano del mayor débilmente acariciaba la suya con cariño -madre vendrá en un momento, sólo se quedó delegando trabajo en el clan -Itachi asintió con tranquilidad, su familia a diario estaba a su lado y eso lo hacía sentir bien.
….
-¿Qué sucede Tsunade-sama? -la rubia veía el microscopio con cuidado -encárgate de mi puesto lo que resta del día, vete haciendo a la idea, lo tomarás hasta que Naruto esté listo -Kakashi abrió sus ojos con terror -¿es una broma verdad? -la rubia lo vio con molestia -no lo es, ya lo hablé con el consejo, en unos meses tomarás el cargo, tu equipo está listo para avanzar, al igual que tú, tienes una deuda con tu sensei y Obito recuerda -el peliplata bajó el rostro en depresión -ahora te pido que me cubras, no saldré de aquí lo que resta del día, ponte de acuerdo con Shizune -el sensei peliplata con su aura negra salió del lugar guiado por Shizune. En el pasillo vio una cabellera azabache, de inmediato se enderezó regresando su porte genial -Kakashi-san, le traje unos bocadillos para agradecerle la paciencia con mis hijos y Naru-chan -el peliplata sonrió de ojos bastante amable diría Shizune -no es molestia, también son mis niños, digo, alumnos -se puso rojo al incinuar que también eran sus hijos, la matriarca sonrió con diversión, entregó el bento.
La señora se dio la vuelta sonriendo amablemente al sensei quien la veía irse en otro mundo -deberías decirle tus sentimientos Kakashi, la señora es viuda, puede rehacer su vida, no te gustaría que alguien tome ventaja sobre ti, ¿no es así? -Kakashi abrió sus ojos con terror -tomaré en cuenta tu consejo -el sensei guardó apariencias, pero debía hacer algo antes de que lo sometan tras el escritorio Hokage.
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Un amor distinto al tuyo (Itanaru)
Romance....el mayor veía con cuidado a su rubio... -bebé... déjame explicarte... -el pequeño negó comenzando a derramar lágrimas por sus gemas... -no, no quiero escuchar... no quiero escucharte... -de inmediato el azabache se levantó y lo abrazó con fuerza...