Acababa de entregar misión, bostezaba con cansancio mientras salía de la torre -luego nos vemos teme, Sakura-chan -ambos levantaron la mano despidiéndose igualmente cansados, el pequeño caminaba por la zona de comida de la aldea cuando fue jalado de la muñeca con fuerza hacia un callejón -¿qué demonios te pasa Shisui? -el azabache peinó su cabello con desesperación usando la mano izquierda, la otra apresaba su pequeña mano -no quieres escucharme, no encontré otra manera para hablar, vamos bebé, debes darme otra oportunidad, deja a ese sujeto con el que estás, he cambiado, no puede ser que todo lo que sentías por mi haya desaparecido tan rápido -el Uchiha lo arrinconaba en la pared, el rubio se sentía incómodo, levantó sus manos, comenzó a alejarlo -déjame en paz Shisui, lo nuestro terminó, ya no me interesas, no quiero problemas -las manos de Shisui, atraparon su rostro con fuerza usando su cuerpo para detenerlo -te deseo tanto bebé, vamos perdóname, se que me deseas -el mayor susurró, los ojos de rubio se abrieron con terror al ver sus intenciones, Shisui acercó su rostro queriendo robar un beso de sus labios, el pequeño aventó su cabeza hacia un lado evitando el toque, usó algo de chakra en sus manos, lo alejó de él de un empujón tirándolo al suelo -¿qué te sucede? tengo pareja idiota, déjame en paz, hablaré con la abuela bastardo -el Uchiha había caído sobre bolsas de basura, cuando vio al pequeño huir arrojó una lata vacía en la pared con bastante molestia y frustración, la cual rebotó en su rostro -maldita sea, me lleva el carajo-
....
Llegando a la zona de clanes pudo sentir el chakra de su pareja, estaba seguro que lo había visto todo, respiró hondo con frustración, sabía que tenía problemas, debió golpear a Shisui desde el inicio -tch sé qué me seguiste, sal de ahí -Itachi apareció a su lado, caminaba sin verlo a la cara -¿estás enojado conmigo? -el azabache no respondía, ambos entraron a la casa del pequeño, Itachi tenía el ceño apretado en signo de molestia -le voy a romper la cara -el rubio sonrió divertido, no era con él el problema -te prometo que me gustaría que lo hicieras, pero ahora tengo mucha hambre y exactamente no estoy seguro de qué tipo de hambre tengo- avanzó con pasos sensuales hacia su pareja, soltó la cinta en su cintura, la cuál cayó al suelo con cuidado bajo la atenta mirada del mayor, al llegar a él se dió la vuelta levantando su coleta mostrando su cuello bronceado -¿me ayudas con el cierre Ita? -Itachi lamió sus labios con deseo y anticipación olvidando al bastardo de su primo por completo, levantó su mano derecha para bajar lentamente el cierre de la playera, mientras su otra mano sostenía su cintura, agachó su rostro, besó su cuello con deseo, comenzó a bajar por su espalda descubierta en besos suaves -te haré mío toda la noche pequeño, tengo tres días sin verte y no sabes cuanto te he extrañado -el rubio sonrió feliz, mordió sus labios con emoción, un gemido había salido al escuchar el susurro descarado en su espalda -ahh-
….
Naruto abrió sus gemas con pesadez, las volvió a cerrar al ver que apenas salía el sol, tenía sueño aún, no quería levantarse, se hizo bolita, se encajó en el pecho de su Uchiha para robar de su calor, podía olfatear el delicioso aroma de su azabache, le encantaba despertar con ese hombre a su lado, en esas pocas semanas su pareja se había quedado con él bastantes días, le encantaba su atención y el tiempo que le dedicaba, sabía que era el comandante anbu, pero aún así abría espacio para poder estar a su lado, claro, a veces usaba clones, más cuando su madre comenzaba a compartir obligaciones del clan con él, eso no era un problema, Itachi sabía perfectamente como distribuir su tiempo, que lo incluyera en su itinerario le subía puntos ante sus ojos, a veces lo sorprendía, sin esperarlo llegaba a su casa, pasaba una velada relajante, otras veces cuando acababa misión lo acompañaba a casa, lo hacía sentir especial la atención y tiempo que le dedicaba, se sentía querido y valorado, nunca nadie además de su Ero-sennin le había dedicado tanto tiempo, su corazón comenzaba a latir con fuerza al reparar en todo lo que le había dado el Uchiha en tan poco tiempo, quería sentirse de esa manera el resto de su vida, quería tenerlo a su lado siempre, tal vez era pronto para pensar así, no quería ilusionarse y caer de golpe, ni siquiera eran novios.
El Uchiha abrió un ojo con pesadez, cuando sintió al pequeño abrazarse a su cuerpo sonrió con cariño, lo vio volver a dormir con fascinación, observaba con cariño su pequeño rostro, lo veía tan relajado y tranquilo, lo abrazó hacia su cuerpo -Ita… chi -escuchó un leve suspiro de sus labios decir su nombre, su corazón palpitó con velocidad, sonrió enternecido y emocionado, besó su frente con cariño, le encantaba que la presencia de su primo ya no fuera relevante en la vida de su rubio, ahora era suyo, lo quería para él, no lo dejaría ir, lo hacía feliz, sólo con él podía sentir todas esas nuevas emociones que descubría día a día, se esforzaría para enamorarlo por completo.
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Un amor distinto al tuyo (Itanaru)
Romansa....el mayor veía con cuidado a su rubio... -bebé... déjame explicarte... -el pequeño negó comenzando a derramar lágrimas por sus gemas... -no, no quiero escuchar... no quiero escucharte... -de inmediato el azabache se levantó y lo abrazó con fuerza...