| HYBE tiene un nuevo objetivo. Debutar a un grupo interracial de mujeres.
Apenas abierta las audiciones, recibieron miles de aplicaciones de diferentes partes del mundo.
Pero solo cinco tendrán la oportunidad de llegar a la final y ser parte del...
*Las conversaciones que aparecen en cursivas dan a entender que hablan un idioma diferente al inglés, ya sea coreano, español o francés.*
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Semana 1.
Día 3.
—Espero hayan descansado lo suficiente —la voz del señor Lee resonó por la sala donde estaban todas reunidas.
La mayoría asintió por compromiso, sintiéndose derrotadas por dentro. Sabían que solo era el principio de un largo y cansado recorrido, no estaban acostumbradas a ese tipo de actividades. Apenas iban dos días y se preguntaban como los famosos ídolos podían aguantar semejantes agendas llenas de actividades.
—El día de hoy será un poco diferente, no pasarán por alguna prueba —comenzó a decir. Los ojos de las participantes se abrieron con emoción, pensando en que las mandarían a casa a descansar por ese día —. Serán entrevistadas —dijo al último siendo directo.
El silencio inundó el lugar y sintieron el nerviosismo recorrer sus cuerpos.
—Será breve y sencilla. Se presentarán y dirán el porque están aquí, porque quieren ser idols de HYBE y cuál es su objetivo. Bastante fácil —supuso él, pero al ver la cara de pánico de todas supo que jamás habían hecho algo parecido.
—No se preocupen —tranquilizó la señorita Kim. Ella alguna vez también estuvo en sus lugares dando una entrevista en esta empresa.
—Comenzaremos con Julianne —la nombrada levantó la mirada con nerviosismo al ser la primera.
—Si —se limitó a susurrar y siguió al señor Lee fuera de la habitación donde se encontraban.
Kira se acercó cautelosamente a Lana e hizo un ademán con su mano, figurando que sostenía un micrófono.
—Buenos días, señorita Lana. ¿Cómo se siente ser parte de este increíble proyecto? —le preguntó con voz de entrevistador.
—¿Qué haces? —Lana la miró con diversión alejándose de ella.
—Estoy preparándote para la entrevista —explicó acercando de nuevo su mano a su rostro.
—No te acerques tanto, invades mi espacio personal —renegó aventando la mano de su amiga con suavidad.
—No seas aguafiestas, te estoy preparando mentalmente.
Lana la miró con reproche y estaba a punto de ignorarla, pero el rostro de ilusión de Kira la convenció de seguirle el juego.
