Capítulo 23

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El teléfono sonaba como un murmullo en la oreja de Emily que esperaba impaciente que al otro lado el licenciado Rafael levantara el teléfono, tan impaciente estaba que no lograba recordar las ideas que hace algunos minutos antes repasaba. ¡Como en estos momentos mi memoria se vuelve tan tonta! Se quejaba.

- ¡Alo¡– se escucho

- Licenciado Rafael

- Emily dime - se escuchó una voz claramente sorprendida

- Estuve en la clínica

Unos segundos de silencio se hicieron presentes haciendo que se escuchara un poco del ruido del espacio de donde se encontraba, se pudo percatar que se encontraba en su trabajo porque logro reconocer el sonido de una copiadora y personas diciendo términos raros que no entendía pero que bien podían ser de derecho.

- ¿Podemos vernos? Pregunto

Fue una propuesta que Emily no esperaba pero acepto que se vieran dentro de una hora aunque Licenciando la había citado en un lugar que no conocía. Colgó y entro al buscador para ubicar el sitio que se encontraba lejos de casa ¿Cómo iba hacer para poder salir sin que su madre se opusiera? Afortunadamente era un lugar en el centro de la ciudad algo que le permitiría moverse a donde quisiera si fuera necesario.

14 de febrero 2018

Tina este es un día más lo sé, pero desafortunadamente aunque no quiera siempre en una fecha como San Valentín nos van a recordar lo solos que estamos o lo amados que somos, es muy artificial las formas en las que a veces se demuestra el amor, quiero decir que para mí que te regalen un reloj, ropa de marca entre otras cosas no es importante pero es lo que la mayoría hacen en estas fechas.

Los pasillos de la escuela se llenaron de corazones rojos y de olor a rosas cortadas de jardines. Claro que no podían faltar los globos de corazón y los clásicos chocolates recordando el amor, la atmosfera que se podía respirar completamente era de romanticismo.

Tuvimos un descanso que aprovechamos con las chicas para sentarnos en las bancas de la cafetería para beber refresco y comer pizza era algo que a todas nos gustaba y que podía terminarse fácilmente por eso elegimos comer pizza.

Las chicas hablaban de las citas que tendrían en la noche, no conocía a ninguno de los chicos con los que saldrían pero espero que sean buenos con ellas.

- ¿Sandra tu no saldrás con Nano? Pregunto Ele curiosa

- No, me lo pidió pero no quiero salir con un niño

- Es solo un año menor que tu ¿Qué tanta diferencia puede existir?

No quiso seguir hablando del tema para enseguida poner el ojo en  uno que realmente le interesaba.

- Pero donde esta Abel – pregunto Sandra cuando se dio cuenta que no estaba en la mesa.

Nadie pudo darle razón no fue hasta que regresábamos al salón y escuchamos una guitarra y su voz, estaba dando una serenata todas nos quedamos sorprendidas ¿Por qué no nos dijo nada?

La chica que estaba recibiendo la serenata estaba muy tímida con el novio, pero se le notaba en los ojos lo mucho que lo quería, las chicas se acercaron más a ellos y yo no estaba segura de que fuera lo correcto podía poner incomodo Abel o los novios.

Cuando termino de cantar todos aplaudieron el chico le dio las gracias Abel que seguía con la guitarra en sus manos.

- Gracias, nos vemos en las clases de baile dijo la chica

Se alejaron los chicos no tomados de la mano pero si muy cerca uno del otro, no conocía a esos amigos de baile de Abel y de cierta forma me agradaba que donde quiera que se parara Abel las personas miraran que era buena persona.

- Queremos escuchar algo – dijo Sandra

Apenas nos puso atención y claro vernos ahí le dio un poco de pena, nos dijo que no nos esperaba ver ahí haciendo el ridículo aunque yo no lo creía, su voz era única y por algo su amigo le pidió apoyo en este día especial.

Las demás chicas lo empezaron animar y el volvió a tomar la posición cómoda para tocar la guitarra, llámame loca Tina pero en toda la canción sentí una cosa extraña, pero la cosa se puso más rara cuando Valeria me dijo:

- Creo que la canción te la dedicaron

Claro que quería preguntarle muchas cosas ¿Cómo era posible eso? ¿Acaso Abel le comento algo? Pero no quería hacer más ideas en la cabeza con las que no pudiera lidiar después, es que sabes cuando a una persona le gusta alguien llega hacerse muchas historias en la cabeza que hace que se alimenten la ilusiones pero la mayoría de esas cosas son espejos de tus mismos sentimientos que deseas fervientemente que se hicieran realidad.

Claro que en la salida las chicas se empeñaron en que pasáramos un tiempo más juntas salimos por a comprar un helado, por el clima nos cayó muy bien, cuando todos ya nos dirigíamos a nuestras casas Abel me dijo:

- ¿Quieres que te acompañe?

Me quede por un momento pensando si eso realmente pudiera estar pasando a lo que Sandra enseguida sugirió

- Vamos, es tarde para que vayas sola

- No está bien yo voy sola – dije eso despidiéndome de todos

Y fue así regrese a casa un poco confundida queriendo respuestas y deseando que cosas pasaran. 


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Sin zümósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora