Capítulo 22

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Prendió de nuevo el celular y advirtió que tenía muchas llamadas perdidas de su madre así que decidió regresarle la llamada era como su no se hubiera despegado del teléfono contestando rápidamente.

- ¿Dónde te encuentras?

- Estoy de regreso mamá ... no te preocupes

- Solo dejaste una nota ¡Cómo te atreves! – su voz nunca se había escuchado así.

Fue en ese momento que escucho la voz de su madre preocupada que se sintió culpable pero no hubiera encontrado otra forma de hacer lo que ella consideraba como un deber realmente sentía que toda la entrevista que tuvo con el doctor tenía que procesarla aún era información nueva para ella.

- Discúlpame... mamá perdóname - hablo con mucha sinceridad realmente lo último que quería era preocupar a su familia pero ¿Cómo podía hacer para que no lo hicieran? La preocupación de una madre por sus hijos es natural más si saben que han tenido meses difíciles.

El viaje seria cansado y sabía que tenía que llegar a enfrentar a su familia quizás recibiera unos golpes como cuando era niña y se ponía de berrinchada claro que aprendió rápido y jamás la volvió a tocar, pero eso ya no le importaba de hecho creía que los necesitaba sería un poco volverla a la realidad y ponerle los pies en el piso.

- Regresa con cuidado

Dijo la señora Gabriela y colgó

El camino fue a casa fue un poco anormal seguía sintiendo esa energía rara pero en ese momento le empezó a entrar otra preocupación y era como iba hacer para que su madre no pudiera ver la herida en la mano que era en la misma mano donde sufrió el accidente que hirió la muñeca y entonces le marco a Daniela primero le pregunto dónde se encontraba para asegurarse que le podía ayudar antes de contarle cualquier cosa para su fortuna se encontraba en casa sin ocupación entonces le conto que habia tenido un accidente palabra que cuando Daniela escucho se puso de intensa y Emily tardo unos minutos para tranquilizarla. Le dijo que estaba bien y que solamente necesitaba unas pequeñas puntadas pero que necesitara que ella las hiciera o que su prima que estudiaba enfermería lo hiciera.

- Mi prima apenas va en segundo de enfermería ¿Te fías de ella?

No importaba si confiaba en ella o no simplemente necesitaba dejar la mano libre de venda y no sangrar en el momento en el que llegara a casa

- Si llego a tu casa

Lo único que le quedaba Emily era esperar que las cosas no le salieran tan mal del todo y que la prima de Daniela le ayudara pero antes de llegar a casa de Daniela se paró en un local pues se había dado cuenta que no había comido desde hace un día y ya se estaba volviendo hacer tarde, el estómago le empezaba a gruñir un poco.

Se paró en un lugar de baguetes donde lo podían preparar como ella lo quisiera era un lugar donde la comida estaba de forma rápida así que se lo podía llevar comiendo y necesitaba también algo para beber y se compró una gaseosa. De forma que cuando llego a casa de Daniela ya no tenía hambre.

- ¿Qué paso? – pregunto Daniela

Vio cómo su expresión se transformó en terror al mirarla y no la culpaba sabía que no se miraba bien, a nadie le hace bien no dormir, mal comer y perder sangre.

- Un accidente... perdóname por molestar pero necesito tu ayuda

- Mi prima se encuentra en mi recamara

Siguieron hasta la recamara y su prima se encontraba viendo el celular hasta que ellas entraron parecía una chica agradable con unos rizos envidiables la hizo sentar en una silla donde se miraba ridículamente más pequeña y enseguida que se acomodó le pidió la mano para examinarla le quito con cuidado la venda.

Sin zümósDonde viven las historias. Descúbrelo ahora