Haruchiyo Akashi

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Terminé de arreglar mi bolso empacando un par de juguetes y buscando las llaves de mi moto para partir a la casa de la señora que me estaba contratando esta noche como niñera

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Terminé de arreglar mi bolso empacando un par de juguetes y buscando las llaves de mi moto para partir a la casa de la señora que me estaba contratando esta noche como niñera.

No es algo que para nada me guste, pero por cuidar a su pequeño esta noche me dio un muy buen pago y con ese dinero por fin podría pagar el viaje que estaba planeando hacer. Tardé un poco y quedé encantada al entrar al condominio donde vivía la señora, la "casa" no parecía una casa si no una mansión.

Bajé de mi moto y acomodé el short que llevaba para dirigirme a tocar la puerta, o bueno, el timbre, que me dí cuenta que estaba luego de tocar. Esperé un rato y una chica que supuse era una chica de limpieza por sus ropas me abrió la puerta con una gran sonrisa.

- Buenas tardes, ¿es usted la señorita ____?- Asentí con una sonrisa y se hizo a un lado para dejarme entrar, sacudió un poco sus manos y se acercó a mi para susurrarme cosas.- Ten cuidado, ese chico es un demonio, agradezco que estoy a punto de terminar la limpieza y salgo voladita de aquí.-

Con sus palabras sentí que me tiraron un balde de agua fría, según la señora, el pequeño era lidiable. ¿Por qué acepté esto si no soporto si quiera a los niños?

- ¡¡SEÑORAA AKASHI YA LLEGÓ LA NIÑERA!!- Gritó justo a mi lado, fue inevitable no sentir que me reventaban los tímpanos.- No la molesto más, voy a lavar el trapero y me voy.-

La señora Akashi bajó por las escaleras, al parecer tendría una gala o algo así por su elegante vestimenta, era una mujer demasiado hermosa, sus orbes azules hipnotizaban a cualquiera.

- Oh, querida. Ven, sube conmigo.- Obedecí, siguiéndola hasta que llegamos a la entrada de una habitación, el que supongo era su esposo salió de otra acomodándose el reloj, me miró a mí y luego a la mujer y lo repitió un par de veces.-

- Mamá, ¿enserio le contrataste una niñera a Haruchiyo?- Corrección, no era su esposo, era su hijo.- 

- Es lo mejor, se quedará solo y no quiero daños, mejor ve yendo al carro que Senju ya está allá y sola.- Lo despidió con la mano y volvió conmigo, abriendo la puerta para invitarme a entrar.-

- Él es mi pequeño, te pido que por favor lo cuides por esta noche.-

- Mamá, ya déjate de idioteces.- Habló contra la almohada tal vez, no le podía ver ya que estaba envuelto en las cobijas.-

- Señora... cuando usted me dijo que era un niño, pensé que en realidad tenía cuatro o cinco años, hasta juguetes había traído.- Saqué de mi bolso un pingüino y un osito, ella sólo soltó una risotada.-

- Acostumbro a decirle mi niño, perdón. Pero tranquila, simplemente vigila que coma y no se drogue, porque hace daños.- Felicidades _____ debes cuidar a un drogo, que seguro y te mata.- Me voy, si algo pasa llámame, adiós mi corazón.- Se despidió de su hijo acercándose a él y irse.-

Tokyo Revengers +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora