•Scaramouche Raiden• | Kazuscara |

III

Al escuchar aquel grito, tanto Kazuha como el hombre que tenía delante suyo giraron la cabeza para ver dónde estaba el que había alzado tanto la voz.

Scaramouche se acercó molesto a la silueta oscura y agarró su muñeca con fuerza.

-Suelta eso- murmuró, intentando que el peliblanco no lo escuchara para que así no le agradeciera que lo había salvado-

Se escuchó un suspiro del que tenía la navaja, así que guardó ese objeto en su bolsillo y desvío la mirada hacia el chico de pelo azul.

-¿Qué pasa? ¿Es tu amigo?- apareció una mueca burlona en su rostro- Me habías dicho que no tenías amigos, ¿entonces es tu novio?

Después de escuchar eso, Kazuha se sonrojó violentamente, tapando parte de su cara con una mano para no pasar tanta vergüenza.

Por otra parte, Scaramouche observó con molestia al chico que se estaba metiendo con él. Abrió un poco su boca como si fuera a decir algo, pero decidió callarse y soltar su muñeca.

El hombre que Kazuha desconocía se quitó la capucha que llevaba y movió la cabeza hacia los lados para que su pelo tomara forma. En ese instante, el peliblanco reconoció al chico que estuvo a punto de matarlo.

-Me llamo Xiao, encantado- por fin se presentó, aunque bastante tarde debido a todos los acontecimientos que habían pasado- Bueno, supongo que me conoces. Alguna vez me habrás visto en la escuela o habrás oído hablar de mí.

-Sí, mi amigo siempre me habla de ti. Le gustas mucho- aquellas palabras no sorprendieron a Xiao, ya que casi todo el instituto estaba enamorado de él-

-Uhm...¿ese chico rubio que va contigo a todas partes? Lo he visto alguna vez de lejos, es bastante mono- esbozó una sonrisa y dirigió la mirada hacia Scaramouche- ¿Entrenamos o qué?

El peliazul asintió y observó al peliblanco.

-Apártate si no quieres acabar lleno de heridas- murmuró para irse lejos y esperar a que su maestro estuviera preparado-

Kazuha se apartó rápido y se sentó en una roca que había en medio de las flores. Observaba a su compañero con ilusión y un sonrojo en sus mejillas, esperando ver las habilidades que ocultaba.

Al empezar a entrenar, Scaramouche se abalanzó tan rápido hacia Xiao que casi no se pudo apreciar bien cómo casi lo tiraba al suelo. Sin embargo, le daba tiempo a esquivar algunos de los puñetazos que el mayor intentaba darle, aunque no todos.

En unos instantes, ambos se alejaron sin dar la espalda al otro, jadeando fuertemente para calmarse y recobrar fuerzas. Se podía apreciar cómo el sudor caía por la frente de Scaramouche, el cual no dejaba de respirar agitadamente ni un segundo.

Aunque hiciera bastante frío y hubiera mucho aire, el peliazul era tan cabezota que se quitó la camiseta para no pasar calor a causa del entrenamiento.

-¡Te vas a resfriar, imbécil!- gritó Xiao a unos veinte metros de distancia- ¿¡O es que quieres que tu novio vea tus grandes músculos!?

Scaramouche frunció el ceño molesto y se acercó a su maestro, tirándolo al suelo para continuar con la pelea.

Kazuha no podía apartar la mirada de su compañero, ya que le parecía increíble la fuerza que tenía para tirar al suelo a un chico de tercer año de secundaria. Estaba confuso, ya que no sabía si ese chico se había quitado la camiseta o la oscuridad de la noche lo estaba engañando.

Igualmente, le preocupaba más estar donde se encontraba en ese preciso momento. Era aterrador no saber volver a casa ni tener menor idea del camino para irse de ahí. Sin embargo, le daba cierto alivio ver que delante tenía a dos chicos entrenando. Se podía apreciar perfectamente que sabían muy bien cómo defenderse.