VI

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Scaramouche tuvo que irse de casa de su amigo para ver cómo estaba su padre, no sin antes recibir un abrazo de despedida del peliblanco. No sabía absolutamente nada de lo que había pasado, ya que Shogun no le quiso dar detalles por teléfono.

Se dirigió al hospital, donde buscó la habitación en la que estaba su padre y se quedó en la sala de espera.

Al llegar a aquel lugar donde había tantas sillas, se encontró con Shogun y su madre, quienes observaban la puerta del hombre que habían tenido que llevar de urgencias.

La chica de pelo morado se acercó rápidamente a su hermano en cuanto lo vio y puso las manos en sus hombros, ya que estaba preocupada.

-Menos mal que has venido- dijo Shogun- Mamá está muy asustada, ha pasado todo demasiado rápido.

-¿Y qué cojones ha pasado?- preguntó Scaramouche- Ni que se fuera a morir el viejo este.

-Alguien ha entrado a casa a robar cuando solo estaba él- explicó su hermana- Yo aún estaba volviendo a casa y mamá no había acabado de trabajar. Pero cuando he llegado, estaba todo el piso desordenado y me he encontrado a papá en el suelo del salón. Alguien lo había apuñalado.

-¿Y quién coño ha entrado a casa?- el peliazul no tenía nada de interés en saber nada, solo estaba molesto por la situación, ya que no quería estar en el hospital y su padre le daba completamente igual-

-No lo sé- respondió Shogun- La policía va a intentar averiguar quién ha sido, pero por ahora se desconoce al ladrón. Simplemente tenemos que esperar aquí y ver cómo está papá, algún médico nos llamará cuando se sepa algo más sobre su estado. Aunque de momento está bastante grave.

Scaramouche se sentó junto a su hermana y su madre, aunque no hizo otra cosa que quedarse callado y mirar al suelo esperando a que se acabara ese aburrimiento eterno.

Shogun y su madre hablaban entre ellas de vez en cuando, pero no era nada que pudiera interesar al peliazul.

Finalmente, después de veinte minutos, una enfermera salió de la habitación en que los médicos llevaban un buen rato haciendo lo posible para que todo saliera bien.

-Disculpen- dijo Bárbara mientras se acercaba a los otros tres- ¿Son ustedes la familia Raiden?

-Sí, somos nosotros- respondió la madre de aquellos dos niños- ¿Cómo se encuentra mi marido?

-Lamento decirles que el señor Raiden ha fallecido- explicó la rubia con algo de nerviosismo y aguantando las ganas de llorar- Hemos hecho todo lo que hemos podido, pero ha perdido demasiada sangre de camino al hospital.

Después de esas palabras, la enfermera se retiró y dejó a los familiares a solas. Sin embargo, ninguno de ellos estaba llorando, y aún menos Scaramouche.

Al cabo de unos segundos, empezaron a brotar algunas lágrimas de los ojos de la señora Raiden. Pero sus hijos pudieron notar que no se trataban de lágrimas reales, sino que estaba fingiendo para que la gente del hospital pensara que tenían un buen vínculo familiar.

Shogun se acercó a su hermano y le susurró unas palabras en el oído para después agarrar su mano e irse con él y su madre.

Cogieron el coche para volver a casa, así que la señora Raiden ya no tuvo que fingir más en el momento en que salieron de aquel lugar.

Al llegar a su hogar, estaba todo tirado por el suelo. Los cajones y armarios estaban vaciados, la televisión que solía haber en el comedor había desaparecido y todos los objetos que normalmente estaban en su sitio pasaron a estar esparcidos por el suelo, dificultando el paso.

•Scaramouche Raiden• | Kazuscara |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora