XI

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Tartaglia recibió una patada procedente de Kazuha en cuanto este lo vio, haciendo que soltara un grito y cayera al suelo. Después de eso, el peliblanco agarró a su novio de la mano y lo apartó unos pocos metros para alejarlo del pelirrojo.

—¿Qué te ha hecho?— preguntó Kazuha— ¿Estás bien? ¿Te ha hecho algo más? Si hace falta puedo pegarle más.

Al peliazul no le salían las palabras de la boca, ya que todo había pasado demasiado rápido. Tenía muchas ganas de pegar a aquel chico que le había hecho pasarlo tan mal. Además, le había quedado una marca roja en cada muñeca por la fuera que Tartaglia había usado para que no se alejara de él. Sin duda, aquel chico le daba demasiado asco.

—Emm... Sí, estoy bien... —Scaramouche no tenía muy buena cara en ese momento— Creo que tengo ganas de vomitar...

Sin pensárselo ni un segundo, Kazuha se acercó otra vez al pelirrojo, le dio una bofetada que sonó fuertemente y se llevó de ahí a su novio mientras le daba la mano.

Después de cinco minutos, sonó el timbre que indicaba que se acabó el patio, así que se fueron a clase y se quedaron juntos durante las tres últimas horas. Kazuha no dejaba de abrazar a Scaramouche y le daba mimos en la cabeza porque sabía que era lo que su novio necesitaba, aunque él lo negara e hiciera que le molestaba.

Al salir de clase, ambos iban a hablar sobre lo que pasó, ya que el peliblanco estaba preocupado. Sin embargo, Tartaglia se les acercó cuando pasaban por la salida del instituto.

Como no se dieron cuenta de su presencia, el pelirrojo aprovechó para ponerse al lado de Scaramouche, rodear su cintura con un brazo y acercarlo hacia él.

Al instante, el peliazul frunció el ceño y lo empujó con todas sus fuerzas.

—¡Puto acosador, déjame en paz!— gritó el peliazul, observándolo con mucho asco— ¡Vete ya a tu jodida casa, coño!

—Vámonos— dijo el peliblanco con un tono bastante serio, alejándolo del instituto—

Durante el resto del camino, ambos se quedaron en silencio. Tampoco hablaron durante la comida, aunque eso hizo que las madres de Kazuha se preocuparan bastante.

Cuando acabaron, se fueron a su habitación y se sentaron en el sofá. Scaramouche abrazó al peliblanco y dejó caer su peso sobre él, haciendo que este quedara estirado mientras lo abrazaba.

El peliazul apoyó la cabeza en el pecho de su novio por la parte de la mejilla y cerró los ojos para descansar un rato.

—¿Estás cansado?— preguntó Kazuha, mientras le acariciaba el pelo—

—Sí, me duele la cabeza— respondió Scaramouche— No quiero volver a clase, paso de ver a ese hijo de puta otra vez.

—Tranquilo, podemos avisar a la directora— dijo el peliblanco— Y tampoco estarás solo, yo me quedaré a tu lado todo el rato.

—Gracias, Kazu— el peliazul abrió un poco los ojos y se puso a jugar tranquilamente con el pelo de su novio, ya que estaba muy cómodo y le encantaban aquellos mechones blancos tan suaves—

—Si ya estás más calmado, puedes explicar lo que el idiota ese te ha hecho en el patio— Kazuha le dio un beso en la cabeza y lo acercó hacia él para que se sintiera más seguro—

—Me ha dicho que te había visto con Aether en el patio— explicó Scaramouche— Y que unos niños de cuarto os han llevado a una esquina mientras gritábais. Me he puesto a buscarte y he acabado en un sitio apartado. Después se ha acercado y me ha cogido de los brazos para que no me fuera. Le he pegado muy fuerte, pero al hijo de puta le ha dado igual. Me ha dejado rodeado entre él y la pared y se ha puesto a... Ya sabes, lo que has visto. Ha sido horrible. Pero antes de eso me ha dicho cosas asquerosas como que soy suyo o que no huya porque me va a perseguir por todos lados. Decía que va a enamorarme, pero esas palabras me provocan demasiado asco.

•Scaramouche Raiden• | Kazuscara |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora