Vacío
Es lo único que hay. No hay ni arriba ni abajo. No hay suelo, ni techo. Ni un punto de partida o de salida. Ninguna voz o estruendo. Simplemente nada.
El tiempo pasa. Tal vez fueron minutos, tal vez horas. Pero por fin hay algo que perturba el vacío; son dos siluetas femeninas, dos mujeres de diferentes edades, de diferentes épocas, de diferentes mundos. Puede que la única similitud que tengan sea que sus ropas están cubiertas de sangre. Cuando se encuentran frente a frente, comienzan a hablar. Una se mantiene serena, la mujer adulta; parece que quiere hablar en paz. Pero, la otra, una adolescente, no sé muestra feliz con la presencia de la mayor, y tampoco parece estar de acuerdo con sus palabras; sólo basta con intercambiar un par de diálogos para que pierda la paciencia por completo y empiece a gritar con furia.
La mujer adulta sigue calmada. Trata que sus palabras lleguen a la adoleste, la cual, sólo grita, grita, grita y grita, negándose a escuchar una sola palabra; poco a poco, acabando con la paciencia de la contraria. La mujer respira profundo, decide dejar de hablar y permitir que su compañera grite todo lo que tenga que gritar, o si no, ella también terminaría gritando y no llegarían a ninguna parte.
Al contrario de sus expectativas, la adolescente se lanza hacia ella y comienza a golpearla. Por primera vez desde que empezaron a hablar, la más joven comienza a reír. Le gusta. Le gusta ver como la mujer se retuerce de dolor, le gusta que no pueda hacer nada ante sus golpes o las patadas con la punta de sus tacones, le gusta esa expresión de miedo y dolor. Sin dudar ni un poco, dirige sus manos hacia el cuello de la mayor. Aprieta, aprieta, aprieta y aprieta. Quiere acabar de una vez con la mujer.
Esta última se retuerce. No quiere morir. No otra vez. Quería hablar de forma racional, pero si el caso era otro, tendría que tomar otras medidas. Con las pocas fuerzas que le quedan, jala fuerte de los rizos de la menor, causando que por reflejo suelte se cuello. La empuja y empieza a alejarse de ahí lo más rápido que puede. Sabe que no tiene un lugar para huir o esconderse, y que ellas dos se volverán a encontrar. Pero si quiere vivir, tendrá que hacer lo posible para que la contraria no tome por completo el control.
§§§
Mis ojos pesan. Me duele todo el cuerpo. ¿Qué ha pasado? Lo último que recuerdo es estar entrenando con la Duquesa. Y luego... Las cosas escalaron de forma extraña.
— ¡Señorita!
— ¡Llamen a los Duques y al joven maestro!
— ¡Señorita!
Entiendo su preocupación, pero con todos esos gritos agudos, lo único que logran es taladrar mis oídos y aumentar el dolor de cabeza.
— ¡¡ROMINA!! — tampoco ayuda que entren de forma estrepitosa.
— ¡¡ROMINA, GRACIAS AL CIELO!!
— ¡¡HERMANITA MÍA!!
Tres pares de manos toman las mías. Sería un lindo gesto, de no ser porque parece que quieren romper mis huesos. Dejen de apretar por favor, duele. ¡Uff! Sólo acabemos con esto. Con cansancio, abro mis ojos, y trato de sonreír.
—... Hola...
—¡¡ROMINA!! — ¡Fue mala idea! ¡Mala idea! Lo único que provoqué, fue que se lanzaran contra mi cuerpo herido y adolorido, y me abrazaran haciendo crujir todos mis huesos. Tres cuerpos, dos hombres y una mujer, encima mío. ¿No será que están tratando de matarme en secreto, haciéndose pasar por una familia amorosa.
—... No... Respiro...
— ¡OH! ¡ROMINA! ¡MI NIÑA! ¡SÓLO QUERÍA JUGAR! — ahora rodea sus brazos en mi cuello. En definitiva, quieren matarme.
—Si algo te llegara a pasar, me suicidaré para que podamos estar juntos en la siguiente vida.
—... No gracias. — ojalá y fuera broma. Tal vez si no hubiera leído el final de la novela, pensaría lo contrario. Además, no quiero encontrarme con este tipo en el más allá. No gracias.
Fuera de toda esta "conmovedora" escena. Tengo una extraña sensación, como si estuviera olvidando algo. Pero, ¿qué es? Es como cuando olvidas un sueño al despertar, pero, se siente diferente. No lo sé...
—Alégrate hija mía. —el Duque se levanta. — El médico dijo que con las pociones las cicatrices y heridas desaparecerán. — éso es bueno. —Mientras tanto, estaremos los tres a tu lado. Como familia. Todo. El. Tiempo.
...
Estoy empezando a considerar las posibles razones por las que Romina se volvió loca.
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Continuará.
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Típica Reencarnación a una Villana
FantasyDespués de morir. Sara despertó como un personaje de una novela; Romina Ingrid, una malvada mujer obsesionada con su prometido: el príncipe Otto, y acoso a la joven Brisa, por lo que tuvo un trágico final. Para evitar su trágico destino, ha decidido...