No tardamos de volver a casa. ¿Ahora es mi casa? Supongo.
Y entonces, me di cuenta de algo: ¡Rompí un compromiso con alguien de la realeza, sin permiso de los Duques!
¡¿En qué estaba pensando?! Sólo firmé y ya, sin preguntar antes. ¿Me pedirán que arregle esto? ¿Me expulsaran de la familia? Espero que dejen que me lleve algo de dinero. ¡¿Seré comprometida con alguien de mala reputación como castigo?! A pesar de ser el mundo de una novela, ahora es el mundo en el que vivo. En las novelas, es muy común que la protagonista se termine casando con un tipo guapo, poderoso, sexi, frío por fuera, cálido por dentro, psicópata, rebelde, fiel, comparado con un Dios griego, con un IQ superior, deseado por todo el mundo, temido por todo el mundo, pasado obscuro, malentendido por quienes lo rodean, orgulloso, talentoso por naturaleza en la cama, sexi, y básicamente, un multimillonario. En si, alguien con tanto poder, que termina humillando al prometido anterior.
Como dije antes, por más que sea una novela, sigue siendo mi realidad. Incluso si eso pasara, ¿cómo puedo asegurarme de que voy a tener una buena relación con ese tipo de persona? Como Sara, mi experiencia en el amor fue un fracaso, y sinceramente, no me iba mal siendo soltera, cosa que no sirve en esta clase de mundo; mucho menos mis valores del siglo XXI. Y como Romina... Obsesionada con un tipo, y los métodos para "enamorar lo" eran algo... ¡Mejor no pienso en éso!
¡Esto es un desastre!
Debo calmarme. Aceptaré lo que venga. Ya no hay vuelta atrás.
— ¡Gastón! — abrí las cortinas para llamar a Gastón, que calbaga fuera del carruaje.
— ¿Si mi Señorita?
— Dígale al cochero que cambie la ruta. Quiero ir a comer algo.
— Entendido.
No puedo evitar lo inevitable, pero sí puedo hacer más larga la espera. Además, no es bueno enfrentar el destino con el estómago vacío.
§§§
Nada mejor que unos bocadillos para relajarse.
Esta cafetería es un lugar encantador, es elegante pero tampoco muy ostentoso. Es cálida, pero entra la brisa de aire fresco por las ventanas, que son lo suficientemente grandes para dejar entrar los rayos de sol y la música de los músicos ambulantes que pasan por aquí. Además de poder comer en una adorable mesita, puedes ir a sentarte en un sillón elegante. En una de las habitaciones, hay una pequeña biblioteca donde puedes pedir prestado un libro para leer mientras tomas el té. En otra, hay una galería, la mayoría son obras de artistas no muy conocidos, con suerte, ahí tienen la oportunidad de encontrar un patrocinador. También puedes ir afuera y disfrutar del jardín.
Algunas veces, este lugar es rentado para eventos, como pequeñas fiestas.
Si no mal recuerdo, este lugar fue fundado por los Condes Valentino. La Condesa, anteriormente una de las hijas del Duque Jenevra, era candidata a futura reina, o concubina. Pero ella no era muy querida por el príncipe heredero, ahora Rey, Helge VI. Entonces la terminó despreciando y sacando del puesto de candidatas. Después de eso, su familia no la recibió con los brazos abiertos. Desapareció por un tiempo, hasta que fue encontrada por el Conde Valentino, en una pequeña cafetería. Él se volvió su patrocinador, y crearon juntos una sucursal exitosa. Al poco tiempo, se casaron, y tienen como cinco hijos, uno de ellos se vuelve miembro del Harem de la protagonista, Brisa.
Dicen que hubo varios intentos del Rey en acabar con la sucursal, pero sólo logró ser mal visto ante la sociedad. Se calmó antes que las cosas llegaran muy lejos, aunque parece estar resentido con la pareja. A diferencia del Duque Jenevra, que no aprende, y sigue haciendo lo posible para acabar con los Valentino. Por eso ya nadie lo respeta.
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Típica Reencarnación a una Villana
FantasiaDespués de morir. Sara despertó como un personaje de una novela; Romina Ingrid, una malvada mujer obsesionada con su prometido: el príncipe Otto, y acoso a la joven Brisa, por lo que tuvo un trágico final. Para evitar su trágico destino, ha decidido...