Jisoo era una estudiante de preparatoria muy tímida e introvertida a la cuál le cuesta hacer amigos.
Rosé era todo lo contrario;una estudiante de preparatoria muy alegre y extrovertida que puede hacer amigos en un minuto.
Ambas chicas se encuentran...
Pasaron tres días más antes de que Jisoo pudiera recuperarse de la gripe que la había atacado.Tres días en los que no dejó de pensar en lo exageradas que podían ser sus amigas,en especial Rosé, dándole demasiada importancia a algo que creía que no se lo merecía.
Aún así y aunque lo quisiera negar,se sintió extrañamente comoda cada que Rosé la iba a visitar.Tenía una pequeña felicidad por el hecho de pensar que la rubia se preocupaba por ella.
Y eso le resultaba extraño.
Tan extraño que tenía miedo.
Ella no podía creer que de un día para otro le dejara de gustar una persona para interesarse en alguien más.
Se sentía mala,como la villana de una historia de amor la cuál jugaba con las personas.Jisoo no quería jugar con las personas, incluso si no creía que hubiera alguien con quien jugar,puesto que no tenía nada más que una amistad con ambas chicas.
Eso la confundía demasiado,y no le ayudaba que sobrepensara demasiado las cosas.
Con grandes ganas de olvidar el tema, decidió levantarse de la cama para tomar una pequeña ducha y poder ir a la escuela después de una semana de no poder hacerlo.
Se fijó en el espejo delante de ella Observó su cuerpo desnudo y vió todas las cicatrices que habían él.Paso sus dedos por cada una,deseando conocer la historia de cada una de ellas.
Ella no recordaba la historia completa que había detrás de todas esas marcas.
Entonces,su vista se dirigió a una en particular,la que más llamaba su atención.
Preguntó por su historia,claro que lo hizo.Pero solo obtuvo una corta y fría respuesta.
"-Te salvaron la vida,y ese fue el precio,Jisoo.Así que mejor no hagas preguntas por las que no quieres saber la respuesta."
Fuera de eso,Jisoo sólo recordaba despertar confundida en esa habitación con un aura gris triste,tan desolada como un desierto ,fría como el polo norte y silenciosa como una cueva,donde tenía todas esas máquinas conectadas a su cuerpo.El pitido de todas ellas eran lo único que rompía el silencio.
También puede recordar como sus padres la enviaron al otro lado del mundo poco después de que despertó como si fuera un simple paquete de regalo para sus tíos.
Aunque no se quejaba,le gustaba su vida ahí.Puede que no recordara nada antes de eso,pero estaba casi segura que su vida no era para nada mejor que ahora.
Despertó de ese pequeño trance después de unos segundos y se apresuró en meterse a la ducha para poder despejar su mente y relajarse.
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Rosé se encontraba nadando en sus pensamientos,debatiendose entre que era mejor,si la comida dulce o la salada.
Estaba teniendo una gran discusión interna hasta que la maestra dio un aplauso que resonó en todo el salón para llamar la atención de los alumnos.
