What if? (Rin x Reader)

Capítulo I: Preparatoria Aomori

"Trouble, trouble, trouble
I knew you were trouble when you walked in".

Taylor Swift.

Había muchas escuelas con un buen equipo de fútbol femenino en Tokyo.

El problema era que ninguna quedaba cerca de mi casa, o al menos ninguna que entrara en el presupuesto de mis padres.

La preparatoria Aomori era privada, pero la matrícula no era exorbitante y su equipo de fútbol masculino era uno de los más prestigiosos del país. Los reclutadores iban a ver sus entrenamientos, les daban becas deportivas a chicos de todo el país e inclusive tenían un dormitorio en el cual quedarse.

Eso significaba que, aunque el equipo femenino no recibiera las mismas atenciones, al menos podrían utilizar un campo de fútbol bien acondicionado, ¿Verdad?

Error. Luego de aprobar el examen de admisión, hablé por teléfono con un amigo al que había conocido en rehabilitación, el cual había sido reclutado por Aomori, para darle la sorpresa.

—¿Acaso no lo sabes, T/N? En Aomori no es como en otras escuelas. Al menos el club de fútbol masculino y femenino, son totalmente dos clubes aparte—me dijo en tanto le di la noticia.

—Eso lo sé, Chigiri. Pero mientras pueda utilizar un campo de fútbol en óptimas condiciones no tengo ningún problema—le respondí con obviedad, poniendo los ojos en blanco.

—No me estás entendiendo... El club de fútbol masculino tiene un campo A, un campo B y un campo techado. El club de fútbol femenino utiliza otro campo diferente—me explicó.

En ese momento T/N sintió el verdadero terror. Me quedé de piedra cuando escuché sus palabras.

—Bueno ¿Y qué tal es ese campo? ¿Lo viste cuando fuiste a hacer el recorrido?—le pregunté, temerosa.

El silencio de Chigiri fue un mal augurio para mí.

—La verdad, T/N, como había escuchado que tenían un club de fútbol femenino me pareció extraño no ver a ninguna chica. Cuando pregunté, me dijeron que el club de fútbol femenino compartía campo con el club de tenis al otro lado de la escuela—me dijo luego de varios segundos.

—¿Me estás jodiendo, cierto?—solté, sin siquiera pensarlo.

—Maldición, T/N. ¿Por qué no averiguaste primero?—dijo para regañarme—. Bueno, ¿En qué otras escuelas presentaste la prueba?

—En ninguna otra—admití, preparándome mentalmente para el insulto de Chigiri—, sabes que se me da bien estudiar. Sabía que pasaría.

—Eres la prueba viviente de que sacar buenas notas no es sinónimo de ser inteligente—me dijo, burlón.

Bueno, pudo haber sido peor, conociéndolo.

—Maldito—le dije con todo el cariño que le tenía antes de colgarle el teléfono.

Pero aquello no sería tan malo. El club de fútbol femenino no sería el predilecto de ninguna chica a menos que de verdad estuviese interesada en jugar.

Y no me equivoqué, tenían verdadero entusiasmo. Yo no me creía la protagonista de un manga shonen, sabía que tres años no bastarían para hacer que ese equipo creciera lo suficiente como para ganar las nacionales o algo así, pero nos esforzábamos y por primera vez sentía que podía jugar fútbol libremente.

Mi primer año de preparatoria no pudo haber sido mejor. Y luego de presentarnos en la tarima durante la ceremonia de bienvenida y de que tantas chicas de primer año se nos acercaran cuando salimos de la sala de presentaciones, no pude evitar pensar que mi segundo año sería igual de bueno.