What if? (Rin x Reader)

Capítulo XVIII: Fácil

"If it's easy, if it's fun
Somenthing's missing".

FINNEAS.

Cuando terminé la carrera lineal me dejé caer a un lado de la escalera de cuerda. Estaba exhausta. Sentía cómo mis vías respiratorias ardían por la falta de aire. Tenía los músculos de las piernas tan entumecidos que me arrepentí de inmediato de haberme tumbado, porque ahora no me sentía capaz de levantarme.

—Hey—me llamó Barou-senpai.

Él también tenía la respiración agitada y sudaba a chorros, pero estaba completamente erguido mientras se secaba el sudor de la frente con el borde de la camiseta.

—Ve a darle un par de vueltas al campo para enfriar y enlonga los músculos—me ordenó.

—¿Eh? Pero todavía no terminamos—le dije con extrañeza.

No me malentiendan, me sentía incapaz de dar un paso. Pero desde que me había dado cuenta de que necesitaba más stamina y le había pedido a Barou-senpai que me dejara entrenar con él para obtenerla, él simplemente no tenía piedad de mí.

—Está haciendo algo de brisa—me comentó.

—Mejor, ¿No?

Entonces se bajó la camiseta y señaló con sus labios la entrada a los campos.

Como pude —porque también hacía abdominales casi a diario para que mi respiración fuese mejor cuando corría—, me apoyé en los codos para ver lo que él señalaba.

Kunigami se estaba despidiendo de todos mientras se dirigía a la salida del campo, lo cual era extraño, porque él era uno de los últimos que se quedaba entrenando.

—Creo que tu novio no quiere que se te sequé el sudor encima y te resfríes—me explicó.

Me cubrí el rostro y ahogué un suspiro exasperado mientras me dejaba caer de nuevo en el suelo.

—No creo que te moleste volver a casa ahora. No te hagas, estabas apunto de desmayarte—me acusó. Me descubrí el rostro para mirarlo.

—Quería ir a ver a Reo después de la práctica—le expliqué en voz baja. Él se puso de cuclillas para que pudiéramos hablar de manera más confidencial—. Sé que no todos los exámenes son iguales, pero quería ver si algunas preguntas que yo saqué mal también están en su exámen, porque él lo sacó todo bien.

Se quedó en silencio por un momento. Como la expresión de su rostro nunca cambiaba a menos que estuviese enojado, siempre era muy difícil saber qué estaba pensando.

—Mira que eres nerd—me dijo al fin. Bueno, la mayor parte del tiempo es bastante factible que me insulte—. Pero, aún si se quedan hasta tarde revisando los exámenes, creo que llegué a ver un par de veces que la esposa del perezoso te acompañaba a casa, ¿No?

—Sí, pero... No sé. Ahora que Kunigami y yo estamos saliendo, es normal que él siempre sea el que me acompañe a casa. O al menos eso pienso.

—Pues que te espere—resolvió él, encogiéndose de hombros.

—Después de la práctica él siempre va al cuarto de máquinas—le recordé con obviedad, poniendo los ojos en blanco.

—¿Entonces planeas dejar de hacer tus cosas para que él no deje de hacer las suyas?—me preguntó con tono desaprobatorio, enarcando una ceja.

Diciéndolo así, sonaba muy mal.

Me quedé pensando, con la vista fija en mis botas de fútbol. Vi de refilón cómo Barou-senpai se ponía de pie, pero le resté importancia.