Capítulo V: Odio

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"Fuck you, anyway
You make me wanna scream at the top of my lungs".

The Neighbourhood.

—Buenos días, T/N—me saludó Isagi cuando pasó a un lado de mi asiento. Me miró con extrañeza cuando no le contesté, pero se limitó a sentarse detrás de mí.

Había pasado toda la noche y lo que iba de la mañana pensando en por qué Rin quería que me uniera al club como mánager.

¿Pensaba que el trabajo de mánager me parecía humillante? Quizás lo había hecho por eso, aunque a decir verdad yo no le veía nada de malo. Pero no podía negar que simplemente no era lo mío.

Aquello había sido una bajeza de su parte, así hubiese estado molesto conmigo por referirme a él solo como el hermano de Sae. Es decir, si quería vengarse por eso pudo haberme pedido que le hiciera la tarea por un mes o algo así.

¿Pero hacer que desperdiciara un año de mi vida escolar haciendo de mánager? Eso era pasarse.

Además, eso era como pedirle a un hombre que había pasado todo su vida enamorado de un mujer que fuera el padrino de su boda.

Pretendía hacer que estuviera ahí, día tras día, viéndolos entrenar en sus bien acondicionados campos de fútbol y llendo a sus partidos en diciembre para verlos avanzar a las nacionales.

Era un ser maquiavélico.

Aún con la vista baja viendo fijamente mi mesa, no hizo falta que alzará el rostro para saber quién se había detenido a un lado de mi escritorio.

—Lamento haberme ido ayer sin esperarte—me disculpé con Kunigami, mirándolo. Lucía bastante serio y tenía los brazos cruzados sobre el pecho.

Qué bueno que había preparado una ofrenda de paz.

Saqué un panecillo relleno de mi bolso y se lo tendí. Así como entrenaba también comía, así que siempre era fácil comprar su perdón con comida.

—Bien, disculpa aceptada—dijo sonriente, tomando el panecillo.

Abrió el plástico que lo rodeaba y se lo comió en solo en tres bocados, antes de que el profesor llegara.

—¿Qué te dijo Rin?—me preguntó, aún con la boca llena.

Solté un bufido y procedí a abrir mi bolso para sacar el formulario que me había dado Rin la noche anterior, ya rellenado. Se lo tendí y él le echó un vistazo bajo la atenta mirada de Isagi, quien a millas se notaba que quería enterarse de qué pasaba.

Parecía que alguien se iba a llevar bien con Otoya.

Bueno, conmigo también. Para qué engañarme.

—Está loco—soltó Kunigami en tanto leyó para cuál club era la solicitud.

Isagi casi se tuerce el cuello intentando leer la hoja cuando Kunigami bajó la mano.

—Lo mismo le dije yo.

Le arrebaté la hoja y se la tendí a Isagi. Me daba ansiedad verlo así.

—¿Quiere que te unas a nuestro club?—dijo con sorpresa cuando terminó de leer.

—Y no solo eso, sino que no puedo salirme hasta el año que viene—les dije, cruzándome de brazos y apoyando la espalda en la ventana para poder mirar a Kunigami de frente—. ¿Por qué me hace esto? ¿Acaso me odia? ¿Solo por decir que su hermano era un prodigio?

—Bueno, en su defensa, te pones casi tan pesada cuando hablas de él que cuando hablabas de... ¡Ay!

Le di una patada en la espinilla para que se callara. Isagi me miró con curiosidad.

What if? (Rin x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora