Capítulo XIX: Facciones estéticas

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"It's just any reason I get to be closer to you
I wanna shout about it".

The Vamps.

—Te vas a lesionar.

Kunigami acababa de sentarse junto a mí en la banca hacia un segundo.

Detuvo el automasaje que le estaba dando a sus piernas y se volteó a mirarme.

—¿Qué?—inquirió. Parecía que me había escuchado bien, pero no pensaba que yo en realidad le había dicho eso.

—Que te vas a lesionar—repetí.

—No—fue la única respuesta que me dio tras algunos segundos.

—Técnicamente, ustedes no descansan la mayoría de los músculos de las piernas ningún día. Si le agregas ejercicios de fuerza... Te vas a lesionar—concluí.

—Qué va—negó con rapidez—. Tengo mucho cuidado y cuando terminó de entrenar me hago los masajes que me dijiste la vez pasada.

—¿Has entrenado los isquios al menos una vez a la semana? Sabes que si no los entrenas te puedes lesionar—le recordé.

—Pues claro—me respondió con obviedad, encogiéndose de hombros.

Lo miré con severidad, tratando de darme cuenta de si me mentía o no. Pero me sostuvo la mirada sin ninguna dificultad.

—Bueno, pero igual no te excedas. Que juegas fútbol, no eres fisicoculturista—bromeé, revolviéndole el cabello empapado de sudor.

Miró al frente mientras me sujetaba de la muñeca para apartar mi mano. Parecía un gesto odioso, pero pude notar el ligero rubor que se extendió sobre su rostro.

—Ya le dije a Barou-senpai que mañana me voy a las seis—le avisé—. Estoy muerta.

Se quedó en silencio por un rato.

¿Saben esas personas que se la pasan viendo vídeos en internet sobre temas de salud y por eso se creen doctores?

Bueno, Kunigami se creía entrenador profesional, así que supuse que tal vez se había enojado porque yo le insinué que estaba entrenando mal.

—¿Y qué tal si mañana yo también terminó las actividades del club a las seis?—me preguntó de la nada. Lo miré con extrañeza.

—Me parece bien. Tal vez deberías hacer eso al menos una vez a la semana-lo animé. Luego alcé la mano y le di un toquecito en la sien—. Recuerda que no es el que trabaja más, sino el que trabaja más inteligente.

Tomé la botella de agua que había dejado a mi costado y le di un largo sorbo.

—Tal vez podamos hacer algo juntos mañana, si quieres.

Casi me ahogo.

Me llevé la mano a la garganta mientras tocía. Kunigami se apresuró a palmearme la espalda para ayudarme, pero casi me hace expulsar los pulmones por su fuerza descomunal.

—¿Estás bien?—me preguntó cuando dejé de toser.

—Sí, sí. Es solo que me sorprendí.

—Bueno, si no quieres lo entiendo. Te lo decía porque ya pasó todo agosto y por las vacaciones de verano prácticamente entrenábamos todo el día. Y me di cuenta de que llevamos un mes saliendo pero no te he llevado a ninguna parte, de hecho ni siquiera hemos ido a trotar a la playa y...

—Está bien—lo interrumpí, viendo que se estaba haciendo un lío él solo. Me miró con una mezcla de sorpresa y emoción.

—¿Ah, sí?

What if? (Rin x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora