Capítulo XXVI: Sae Itoshi

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"You own it; you better never let it go
You only get one shot, do not miss your chance to blow
This opportunity comes once in a lifetime".

Eminem.

La única razón por la cual no me caí cuando escuché a la versión bronceada y con mechas rosa de Hiruma, fue que Sae afianzó el agarre en mi cintura cuando sintió que perdía el equilibrio por segunda vez.

—No me mal entiendan, me encanta Hiruma—.

No sé cuántas veces alterne la vista entre los dos, sin intentar comprender la situación, pues ni siquiera la había asimilado todavía.

Los dos continuaban ignorándome. Shido miraba a Sae con burla, mientras que este lo fulminaba.

Cuando logré internalizar lo que estaba pasando, entendí que un completo desconocido le acababa de tomar una foto con una chica random.

Le puse las manos en el pecho a Sae para llamar su atención, ya que aún no me salían las palabras. Sin embargo, hice un intento y despegue los labios para hablar. En ese momento él reparo en mí y su expresión se suavizó.

—Ah, perdón—se disculpó, ayudándome a erguirme. Pero no se estaba disculpando por lo que yo pensaba—. No quiero interponerme entre tú y Rin.

Algo diferente al viento invernal azotó mi rostro y abrasó mis mejillas.

Retrocedí tres pasos y alcé las manos antes de negar con frenesí.

—Rin no... Yo no... Es decir...

Si no conseguía calmarme continuaría quedando como una estúpida delante de Sae, así que hice un esfuerzo sobre humano en respirar hondo, sintiendo como el frío me quemaba las fosas nasales y viendo mi aliento condensándose frente a mi rostro.

—En realidad, tengo novio.

Se metió ambas manos en los bolsillos y me miró con una ceja alzada, a la vez que ladeaba el rostro de nuevo.

Trague saliva de una forma nada disimulada al darme cuenta de que era el mismo gesto que hacía su hermano a veces.

—El cual no es Rin—soltó, casi a modo de pregunta. Me mordí los labios y negué con la cabeza.

—Rin... Digo, Rin-kun—me corregí. En mi casa no se hablaba japonés, así que a veces se me olvidaban los honoríficos. Y no estaba segura de si le gustaría que yo me refiriera a su hermanito sin el menor respeto. Escuché como Shido se carcajeaba de nuevo—, solo es mi kohai.

Esta vez fue su aliento el que vislumbre cuando expulsó aire por la boca. Me observaba de una manera tan profunda que supe de inmediato que no me había creído ni una sola palabra.

Aunque yo no le había mentido.

Sí tenía novio. Y Rin sí era solo mi kohai.

—Hey, pequeño demonio—dijo de repente, volviéndose hacia Shido—. Llegas tarde. Y, por cierto, te escribí y me dejaste en azul.

¿Qué diablos?

No tuve tiempo de pensar. La irritante voz de Shido intervino en mis pensamientos.

What if? (Rin x Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora