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—¡Yo seré Hokage!— gritó Obito ante la pregunta de Minato con toda la confianza en sí mismo.

Kakashi sonrió un poco recordando a Naruto, al igual que en ese entonces no pudo evitar compararlos.

Miró a su sensei y se preguntó si sentía lo mismo que él cuando comenzó a entrenar a sus genin. Naruto, Sakura y hasta el antipático de Sasuke lograron hacer que sintiera cierta ternura, además de un gran sentido de responsabilidad por sus vidas. Pero mayormente en esos primeros días le causaron ternura y diversión a pesar que los tres podían llegar a ser molestos, hasta cierto punto insoportables y bastante tontos.

Ahora estaba sintiendo lo mismo y tal vez fue demasiado obvio porque cuando Obito lo miró, luego de observar embelesado a Rin un momento, se sonrojó sobresaltado y desvió la mirada. Kakashi suspiró concentrándose, no debía pensar en sus futuros estudiantes. Tampoco comparar a Obito con Naruto, al menos no cuando él estuviera presente.

Entrenar a esos tres es algo que espera volver a revivir, no tanto como volver a tener su Icha Icha entre sus posesiones, pero definitivamente está en el segundo puesto en su lista.

—Soy Rin Nohara y mi sueño es convertirme en una gran kunoichi especializada en medicina.— dijo la única niña del equipo con determinación, aunque comenzó a sonrojarse un poco antes de continuar —Yo... En realidad quiero llegar a ser tan buena como la Sannin Tsunade sama.

—Me dijeron que tu control de chacra es uno de los mejores de tu generación. Estoy seguro que lograrás los jutsus médicos a la perfección y alcanzarás a Tsunade algún día.— la animó Minato haciendo que ella se viera muy esperanzada, pero luego fijó su vista en Kakashi esperando su presentación.

—Soy Kakashi Hatake. ¿Mi objetivo? tengo más de un objetivos y sueños... Sí , tengo uno que otro sueño— decidió contestar encogiéndose de hombros haciendo que los tres lo mirarán de diferente forma.

—¿Y cuál es uno de esos objetivos o sueños Kakashi?— sonrió Minato para animarlo a decir más y esperando oír algún sueño de grandeza de su parte. Los tres lo miraron esperando lo mismo aparentemente.

—¡Oh!— Kakashi decidió no contar ningún objetivo, pero creyó que no causaría daño revelar uno de sus grandes sueños —Uno de mis sueños es conocer Jiraiya sama.

Sabía que todavía no escribía esas obras maestras con las que se obsesionó, pero ya tenía unas buenas novelas sobre ninjas con  aprendizajes honorables que leyó por devoción a su autor favorito aunque no fueran de su género literario preferido.

—¿Quieres que Jiraiya te entrene? él fue mi maestro, entiendo que quieras ser su discípulo— sonrió alegre Minato recordando a quien fue su sensei y que ahora es un buen amigo.

—Maa... No, estoy conforme con que usted sea mi sensei.— Kakashi se encogió de hombros y notó las miradas confundidas sobre él —Quiero hablar con él de sus novelas y saber más sobre lo que lo inspira.

No estaba mintiendo y se permitió mostrar su genuino interés en su mirada. Minato se rió un poco sin poder evitarlo, no esperaba algo así de su alumno y agitó su cabello antes de comenzar a explicar lo que harían hoy.

Aunque Kakashi ya tenía sus propios planes, debía llevarse bien con Obito y comenzar a convencer de entrenar juntos a Rin sin ser demasiado obvio en su insistencia para que nadie sospeche de su comportamiento.

Aunque claro que Kakashi había olvidado lo sensible que podría llegar a ser Obito por sus comentarios. Ni siquiera sabía qué parte de lo que dijo fue lo que lo ofendió tanto y el drama infantil no le interesaba antes ni ahora. Así que luego de que Minato y Rin lo calmaran sólo se encogió de hombros ante su actitud.

Reiniciando (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora