Reiniciando (1)

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Kakashi iba a intentar ingresar al complejo pidiendo permiso como se suponía que debía hacer, aunque solo porque tenía a Rin a su lado. Su costumbre de entrar por las ventanas y escabullirse seguía firme en él, pero quería mostrar un poco de buena voluntad para evitar futuros incidentes.

Después de todo ya tenía el camino trazado en su mente para ir a penas los expulsaran de la entrada del complejo Uchiha. Sería rápido y silencioso, solo Obito y su abuela sabrían que ellos ingresaron sin permiso así que estarían bien.

A pocos metros pudieron ver la entrada y miró a Rin para confirmar si quería recibir el desplante que seguro recibirían. Cuando ella asintió volvieron a avanzar, pero alguien detrás de ellos los llamó haciendo que se detuvieran.

Era Itachi y no pudo evitar levantar las cejas sorprendido por verlo. Tenía un Itachi pequeño y adorable frente a él. Ellos no habían tenido contacto alguno hasta que él ingresó a su escuadrón Anbu. Pero aquí estaba y era solo un niño, uno bastante pequeño para su edad.

—¿Ustedes son los compañeros de Obito?— cuando ellos asintieron el hizo una pequeña reverencia —Un gusto conocerlos. Yo soy Itachi Uchiha, uno de los primos de Obito.

—El gusto en nuestro— habló Rin por los dos y él solo asintió saliendo de su sorpresa. —¿Podrías ayudarnos? Queremos ver a Obito y saber cómo está. No lo vemos desde que volvimos de nuestra última misión.

Rin era buena con los niños y Kakashi la dejó tratar con él, aunque vio que no muy lejos alguien los observaba. Estaba oculto pero pudo detectarlo, cuando esa persona se dió cuenta que había llamado su atención se dejó ver y Kakashi no se sorprendió al identificarlo como Shisui Uchiha. Ese chico había sido como la sombra de Itachi cuando no estaba en misiones o entrenando.

—Puedo preguntarle si quiere recibir visitas y darles su respuesta luego.— las palabras de Itachi lo llevaron de vuelta a la conversación. —Él pidió un permiso de ausencia al Hokage sama en cuanto se sintió mejor de sus heridas y se le fue concedido.

—¿Fue personalmente a hablar con el Hokage?— preguntó frunciendo el ceño.

Si Obito podía salir del complejo era extraño que no hubiera ido a verlos o aunque sea intentado contactar a Rin. Itachi asintió y los miró con el rostro ladeado como si no entendiera por qué se asombraban tanto.

—Pero... Si él está bien ¿por qué pidió un tiempo fuera de sus deberes?— le preguntó Rin frunciendo también el ceño. La pregunta fue hecha para él, pero Itachi debió pensar que tenía que contestar porque así lo hizo.

—Porque tiene que cuidar a su abuela.

Y fue ahí cuando Kakashi recordó a la abuela de Obito, ella había muerto en estas fechas. No recordaba exactamente el día, pero tenía un vago recuerdo de escuchar la noticia un tiempo después de la muerte de Rin. Fue por causa de un accidente doméstico y nadie de su clan lo supo hasta que fue demasiado tarde ya que vivía apartada de sus parientes.

Kakashi se sintió como un idiota y se encogió un poco por la vergüenza. No había conocido realmente a esa mujer, había estado tan deprimido en ese entonces que no pensó en ella. Además, la culpa que sentía por la muerte de Obito le había ganado y no pudo acercarse a dar sus respetos.

Ahora no podía hacer lo mismo, ella era importante para Obito y como su amigo no podía ignorar su situación.

—No lo sabíamos— Rin se veía igual que él.

—No es una sorpresa, los asuntos del clan deben quedar dentro del clan— Shisui había dejado de observarlos desde lejos y se había acercado para decir aquello.