Reiniciando (1)

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La ceremonia para presentar al nuevo Hokage ocurrió casi un mes después de que se anunció el fin de la guerra. Fue en pleno invierno y aún así ese día estuvo totalmente soleado.

Como equipo se les informa que comenzarán a tener misiones nuevamente. Minato les dejó claro que por el momento los necesitaría para recopilar información, pero los tres saben que es para ver cómo se manejan de nuevo luego de lo ocurrido en su última misión.

Ellos seguirían funcionando como un equipo por Rin. Minato había concluido que era necesaria la presencia de un usuario del sharingan confiable y también de alguien capaz de arreglar o reforzar su sello.

La condición de Rin seguía siendo un secreto para los aldeanos y ninjas de menor rango. Ella había logrado manejar su chacra correctamente y gracias a Kushina supo no forzar sin querer el chacra del tres colas. Y Obito ya había completado sus días de permiso hace tiempo y entrenaba con ellos de forma regular. No tenían escusas para no volver al trabajo sin llamar la atención del resto.

Pero Kakashi creyó que iba a escuchar la orden de volverse un Anbu y no que comenzaría a tener nuevas misiones con sus compañeros. Cómo eso no ocurrió esperaba que cuando Kushina estuviera embarazada Minato lo dejara unirse a Anbu para poder vigilarla al igual que en su anterior vida. No iba a estar tranquilo si no pudiera cuidar de Kushina ésta vez y pedir firmemente que le permitiera ser uno de los vigilantes durante el parto.

Con eso en mente se concentró en los entrenamientos con su equipo para averiguar cuánta presión aguantaría Rin y evitar incidentes.

Kakashi no iba a fingir que no estaba agotado, el entrenamiento con Kushina y sus compañeros se está volviendo pesado. Ella se tomó muy enserio su papel como sensei. Pero Kakashi había comenzado algo más por su cuenta y eso era el entrenar a Pakkun. Lo había encontrado en la calle y convencido de ir con él para ser su primer perro ninja. 

Con solo dos meses de vida y ya frustrado por el entrenamiento que había comenzado en el clan Inuzuca desde que cumplió cincuenta días de nacido el cachorro se había ido con él sin dudarlo. Kakashi sabía que por esta época el entrenamiento de los cachorros estaba bajo la supervisión de Tsume Inuzuka. Había una razón por la cual su primer esposo la abandonó ni una semana después de su matrimonio y que el segundo prontamente huiría al igual que él primero.

Kakashi lo sentía por Hana y Kiba, los hijos de esa mujer se llevaban la peor parte de su temperamento después de todo.

Mantenerse al día con sus horarios últimamente es complicado, pero lo valen así que está satisfecho con cada cosa que hace. Aún así, ahora  está contento porque los próximos tres días podrá estar tranquilo y libre de sus obligaciones.

Nunca creyó que estaría feliz de pasar por sus calores hasta que vio el beneficio de estar libre de todo y no sentir culpa por ello.

Sí era incómodo y vergonzoso estar buscando consuelo en los aromas de su nido cuando estaba solo. También el estar más abierto y hasta necesitado de afecto de las personas que consideraba familia. Pero admitió que la experiencia no era dolorosa ya que su nido estaba hecho exitosamente bien y no sentía ningún gramo de angustia o cualquier otro sentimiento negativo cuando estaba en el.
Además tenía a su completa disposición durante esa fecha a su familia, aunque no tuvieran lazos de sangre, mimando y aceptando su comportamiento inusual de abrazar de la nada y sentarse muy cerca.

El dolor abdominal no era algo insoportable y tampoco estar somnoliento. Gai había descrito su estado en esos días como "un Kakashi levemente borracho, feliz y amante de los abrazos". Los Maito no tenían problema con cuidarlo esos días, hasta parecía que lo disfrutaban si tenía en cuenta sus discursos entre lágrimas de la fuerza juvenil de su instinto Omega.