Reiniciando (1)

6

Kakashi se encontraba cada vez más nervioso por la misión del puente Kannabi. Muchas cosas podrían salir mal, pero lo peor sería que Obito volviera a terminar bajo una roca. No podría soportar volver a pasar por ello, sabía que se derrumbaría porque también significaría que no importaría lo que hiciera después ya que seguramente Rin también moriría.

Así que entrenó más y perfeccionó su control del chidori. Pero aún así no sentía que fuera suficiente, así que trabajó aún más en solitario por si algo salía mal.

Había ascendido a Jōnin y tenía acceso a los campos de entrenamiento más aislados y seguros para no lastimar a nadie, aunque también eran conocidos por ser extremadamente peligrosos y mortales. Ya conocía estos campos a la perfección, eran en estos lugares a donde solía ocultarse para entrenar en su vida pasada. Lo cual fue en realidad su forma de castigarse mentalmente por lo sucedido con Rin. Pero esta vez lo usó para algo más constructivo: crear el jutsu shiden.

Tenía un control mayor sobre esta técnica que la del chidori y pudo dominarla de distintas formas, entre ellas el usarla sin una posición de manos.

Sabiendo que no quedaba mucho tiempo antes de esa misión había decidido volver a tener entrenamiento con sus dos compañeros al mismo tiempo sin la supervisión de Minato. Hasta hace poco nunca entrenaba con Obito cuando no estaba su sensei presente, dejaba esos entrenamientos para hacerlos con Gai y Rin.

Se había vuelto cercano a Obito, pero por las malas habían aprendido que entrenar juntos por su cuenta no terminaba bien. Podían pasar el rato como personas civilizadas y hasta divertirse, mientras no hubiera algo que los incitara a pelear ya sea amistosamente o de verdad porque las cosas se tornaban serias muy rápido. Kakashi odiaba cuando eso pasaba, no podía evitar temer que ese rasgo en Obito de no rendirse e intentar continuar la pelea aunque estuviera perdida se convirtiera en algún momento en algo más vicioso de querer ganar sin importar las consecuencias lastimando gravemente a un amigo.

Esa fue la razón para detener cualquier entrenamiento y recordaba perfectamente cuando le había dicho que no volverían a entrenar sin estar Minato presente. Obito se había enfadado y lo retado a pelear para demostrar que sí era un buen oponente. Fue solo cuando Kakashi le dijo que se sentía mal luego de esas peleas porque le afectaba los sentimientos negativos que creaban que Obito aceptó y ni siquiera se burló. Fue vergonzoso pero era preferible quedar como un blandengue a seguir pasando por aquello.

Y fueron lo correcto porque hizo que tuviera esperanzas de que aquel hombre que conoció no volvería a aparecer, éste Obito estaba interesado en cómo se sentía y no quería hacer nada que lo hiciera sentir mal aunque no le cayera bien.

—¡Concéntrate Obito!— pero no significaba que sería amable con él cuando obviamente estaba siendo perezoso antes de la misión que decidiría su futuro, aunque él no tuviera idea de ello.

—¡Cierra la boca Kakashi, si es tan fácil por qué no lo haces tú!

Era un entrenamiento muy tranquilo, Minato obviamente no quería inquietar a sus alumnos antes de darles la noticia de la siguiente misión. Hasta Kushina estaba presente durante el entrenamiento, algo poco usual ya que suele ir a verlos cuando sabe que han terminado para darles bocadillos. El entrenamiento era practicar sus jutsus de naturaleza fuego para Obito y rayo para Kakashi.

Kakashi se encontraba sentado junto a Kushina y Rin ya que había demostrado a Minato que había mejorado con el chidori y nadie sabía que contaba con una nueva técnica. Así que no lo mencionó en el entrenamiento para poder darle el tiempo a Obito de recibir toda la atención de su sensei. Francamente lo necesitaba.

—Seguramente lo haría mejor, pero tú eres el que necesita hacerlo— dijo sin ocultar su irritabilidad.

Había intentado no ser tan exigente y señalar menos los errores de Obito durante todo el tiempo que llevaban como compañeros. Eso fue lo que ayudó a que se llevarán muchísimo mejor que antes, pero en este momento estaba frustrado y preocupado. Una mala combinación cuando se estaba acostumbrado a algo que nunca hizo antes, lo cuál era lidiar con sus hormonas y calores.