Reiniciando (1)

13

La misión fue dolorosamente aburrida. Aparentemente, cuando no se está deprimido y enterrado en el sentimiento de culpa constante uno puede ser más consiente de qué hace a cada momento y llega a preocuparse más por los detalles de su día a día.

Kakashi lo descubrió durante esta misión y estar con sus compañeros hizo de los días más soportables pero no menos aburridos. Volcó toda su energía en concentrase para fingir que estaba llevando a cabo una misión realmente peligrosa en el país vecino.

La aldea principal del país de la hierba no tenía shinobis. Por el momento solo contaban con gente común y corriente que tuvo la mala suerte de vivir entre las aldeas en guerra.

Durmieron en el bosque los primeros días buscando alguna base o cualquier rastro sospechoso antes de decidir adentrarse en la aldea. Sus campamentos para resistir el frío durante la noche fueron un éxito, pero el interior de una posada realmente los hizo apreciar el no tener que acampar más. Kakashi había ubicado al Anbu que los siguió en todo momento desde que salieron de Konoha vigilando fuera de la posada donde decidieron quedarse.

Recién cuando recibieron la orden de volver a Konoha pudo dejar de fingir que se estaba esforzando en buscar espías.

Esta era una misión con la cuál Minato quería comprobar si ellos podrían funcionar en misiones por su cuenta después de lo ocurrido en la última. Lo supo desde un principio y sus compañeros lo entendieron cuando les comentó sobre el anbu que los vigilaba.

—¿Creen que Minato sensei ya no confía en mí?— Obito estaba acostado en su futón mientras Rin peinaba su cabello, era más largo de lo que usualmente dejaba crecer.

—Hokage sama...— dijo con intención de recordarle la posición de Minato antes de contestar su pregunta. Obito rodó los ojos como las anteriores veces que sutilmente intentó que dejara de llamarlo de ese modo —Solo debe querer asegurarse de que los tres estemos listos para volver a tomar misiones de mayor rango. Nos evalúa como equipo y no de forma individual, así que relájate Obito.

—Los ninjas de Iwa no son bienvenidos aquí, los aldeanos los delataran si los notan.— Rin suspiró aceptando que ésta era una misión de evaluación. Se acercó dejándose caer sobre su futón que estaba junto al de Kakashi.

Obito estaba recostado a poca distancia de ellos. La primera noche habían puesto los tres futones juntos como cuando acampaban, pero cuando Kakashi despertó notó que Obito se había alejado. Rin solo se había encogido de hombros cuando así que él tampoco le dió importancia.

—No quieren perder la ayuda para reconstruir su aldea ni la protección que tendrán— concordó sacando un pergamino de su bolsa.

Durante sus días en el bosque había utilizado los pergaminos de almacenamiento. Estuvo contento porque la comida que selló se mantuviera en buen estado y no tuvieron que recurrir a las barras energéticas o cazar. Pero ahora usaría su pergamino de invocación.

Pakkun no estaba listo para servir como un ninken pero ahora mismo no corría ningún peligro así que decidió convocarlo. Cuándo una pequeña explosión de humo se manifestó sobre su futón sus compañeros levantaron las cejas atentos, éste sería su primer encuentro con el ninken.

Por sus caras claramente no esperaban a un pequeño pug.

—¿Esa es tu invocación?— preguntó incrédulo Obito arrodillado y entrecerrando sus ojos.

—¡Eres tan lindo!— Rin estaba arrodillada para poder estar más cerca del cachorro. Cuando quiso acariciar su cabeza él se echó hacia atrás y subió al regazo de Kakashi haciendo que Rin se riera —Se parece a tí Kakashi.

—No es cierto— resopló Obito acercándose más y mirando con el ceño fruncido al pequeño animal que me devolvió la mirada de forma desafiante —Que raro... Su mirada si se parece a la tuya. Es altanero como tú Kakashi.