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El embarazo de Kushina ya no puede ocultarse y está preocupada pero a la vez feliz de poder visitar tiendas junto a Mikoto en busca de ropa y accesorios para sus hijos. El estómago de la Uchiha era mucho más prominente y caminaba con dificultad aunque intentara disimularlo.

El nacimiento de Sasuke sería en dos semanas y Kakashi se preguntó cuán diferente sería Sasuke sin haber sufrido la masacre de su clan y familia, cómo se relacionaría con los demás y en especial con Naruto.

Sus divagaciones del futuro de ese par se terminaron cuando el anbu a cargo de relevarlo apareció a su lado. Kakashi se tensó por su aparición, faltaban horas para que tuviera un descanso.

—Hound, Hokage sama solicita tu presencia en su oficina ahora.

Asintió y dejó su puesto. Le inquietaba que Minato lo llamara y se preparó mentalmente para pedirle que no lo quitara de esta misión.
Ya no recuerda por qué no estaba presente durante el nacimiento de Naruto. Fue cuando intentó saber que se dió cuenta que los recuerdos de su vida pasada están en su mayoría borrosos y es doloroso el intentar recordar con más claridad. Así que no tiene idea de cuándo o por qué Minato lo quitó de ésta misión.

Cuando verifica que no haya nadie más allá de los que custodian al Hokage en su oficina abre la puerta para entrar tras escuchar el permiso. Inmediatamente se inclinó esperando lo que sea que fuera a decirle.

—Hound, llegaste rápido— Minato le hizo una señal para que se acercara. —¿Alguna novedad?

Kakashi parpadeó no esperando que le pidiera un informe, todas las semanas reportaba todo lo que creía relevante sobre Kushina y su entorno. Faltaban tres días para eso.

—No, Hokage sama. Kushina san sigue su rutina habitual— contestó sin mostrar su curiosidad y nervios por ser convocando de improviso.

—Muy bien. Seguro te preguntas por qué estás aquí ¿No?— Minato sonrió cuando lo vio asentir en silencio —Tendré una reunión con el líder del clan Uchiha, será en dos días. Cómo sabrás ellos no son muy simpatizantes de recibir a personas ajenas al clan en el recinto, pero la reunión será en ese lugar y para no tensar más el ambiente quiero que tú seas el anbu que me acompañe dentro del recinto.

Kakashi asintió esperando que dijera más pero Minato volvió su vista hacia los papeles sobre el escritorio. Se preguntó por qué él era la mejor opción para ser su escolta cuando fuera al complejo. Si bien tenía permiso para ingresar a ese lugar mientras no se desviara del camino a la casa de Obito, ni remotamente era considerado alguien de confianza.

Ellos reconocerían su chacra ya que por cortesía al ingresar a un complejo de cualquier clan debía darse a conocer a menos que tuviera la orden de no hacerlo por el Hokage o su superior. Y por las palabras de Lord cuarto no tendría que ocultar su presencia más allá de su máscara anbu.

—Fugaku-san tardó mucho en aceptar y pactar ésta reunión. Pude haber exigido su respuesta o hasta que se presentara aquí, pero eso solo aumentaría la tensión y no ayudaría en nada— comentó firmando documentos luego de leerlos a una velocidad envidiable.

Kakashi no estaba muy seguro de si debía contestar. Minato era naturalmente amable con todos mientras no hicieran algo que le molestara, pero Kakashi también notó que era extremadamente reservado para alguien que siempre estaba rodeado de personas de confianza.

Solo al verlo interactuar con Kushina sin nadie a su alrededor notó que con ella hablaba más relajado y se notaba su sinceridad al no darse el tiempo de pensar antes de dar alguna respuesta o comentar algo. Con el tercero lo vio portarse como un ex discípulo en busca de consejos, pero nada más. Y cuando todavía era su sensei fue amable y estricto cuando debía. Cuando estaba Kushina se relajaba un poco con ellos, pero nunca comentó tan libremente sus pensamientos.

Reiniciando (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora