Capítulo 16

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Mierda, ya están aquí - fui corriendo a buscar a Aiden. - Hay que esconder a tu hermana - dije alterado. 

- ¿Para qué? - preguntó entre risas.

- Correos está descargando unos paquetes, y son los regalos de Lucia - Explique. La cara del chico se volvió un  poema. Ding-Dong - el timbre de la casa hizo que nos alarmásemos.

- Voy a abrir, haz que Lucia no vea nada - dijo Aiden antes de salir corriendo. Observé como la niña se encontraba en el salón, si miraba los paquetes verían lo que serían y se desperdiciaría la sorpresa, por suerte sabía que su cuarto estaba desordenado.

- Lu, hay que ordenador la habitación - dije con una sonrisa. 

- Luego - no apartó la vista del televisor. 

- Mejor que lo hagas a hora, que se que luego no vas a querer.

- No quiero - elevó la voz. 

- Pero es tu responsabilidad.

- ¡No! - chilló. El timbre volvió a sonar y Aiden me dio una mirada como diciendo: ¡Date prisaa!    

- Venga, yo te ayudo. La niña estuvo a punto de interrumpirme - Si lo haces te doy un premio - la soborné. Lucia se callo al instante y se dirigió a la habitación. Juntos hicimos la cama, recogimos los juguetes y ordenamos un poco el armario. 

Cuando volvimos al salón, no había rastro de Aiden ni de los carteros, suspiré aliviado.

- ¿Cuál es mi premio? - preguntó la niña con ilusión.

- heee... pueees... - estaba completamente en blanco. 

- Iras a conocer a papa Noel - anunció la señora Jameson, que había presenciado la situación desde la cocina. 

- ¿De verdad? - ambos la vimos extrañados. 

- Si, estará hoy en el centro comercial. 

- Pues a ver a papa Noel - confirmo Aiden que acaba de aparecer em la sala.

- ¡Yupiii! - Lucia saltó de alegría. 

                                                                      *********

- Ahí esta papa Noel -dijo la niña echando a correr.

- Quieta - Aiden la cogió del brazo - No ves toda esa cola - señalo la inmensa cola lleno de niños. nos pusimos a la cola y esperamos pacientemente. Al principio avanzaba rápido, pero después de estar allí durante una a hora, ya empezaba a hartarme.  

- Esto no avanza, colarme me empieza a parce buena idea - proteste. 

- Solo llevamos una hora, no seas impaciente - Aiden se rio.

- Ese es el problema, llevamos una hora esperando a ver un papa Noel que ni si quiera exi... - me detuve al ver a Lucía y a los niños cercanos.

- Si no quieres arruinarle la Navidad a miles de niños, deberías callarte - me hecho la bronca. Después de 2 horas finalmente vimos a papa Noel. Ver a Lucia en el regazo de Santa hizo que mereciese la pena.

- Ya has cumplido tu sueño - dijo Aiden.

- Siiii - respondió su hermana. Caminamos un rato mas hasta que Aiden freno en seco. 

- ¿Qué pasa? - pregunté. 

- Lo necesito - señalo una moto. 

- Ni de coña - dije serio.

- ¿Por qué no? - se quejo.

- porque casi no sabes conducir. No quiero que me llamen del hospital y me digan que mi novio se ha reventado contra el suelo por culpa de una moto. 

Triunfar en ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora