Capítulo 17

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Hoy eran noche buena, mi habitación estaba patas arriba, había diferentes prendas de ropa por todas partes, pues no sabía que ponerme para esta noche, quería sorprender a Aiden, pero toda mi ropa se basaba en sudaderas básicas y camisas de estampados muy cantosos y un par de vaqueros.

- ¿Porqué tu habitación parece un vertedero? - preguntó Aiden al ver el estropicio.

- No tengo ropa - dramatice.

- Yo veo mucha - señalo las prendas desperdigadas por la habitación. 

- Me refiero para esta noche - me cruce de brazos indignado. 

- La verdad es que yo tampoco. no respondí - Podemos ir a comprar algo al centro comercial - propuso. Al oír esas palabras se me revolvió el estómago. 

- No es necesario, ya me apañaré con lo que tengo. No quería volver al centro comercial, no quería arriesgarme a ver de nuevo a Sofía y a su estúpido novio.

- ¿Qué pasa? - preguntó Aiden.

- Nada - intenté ocultar mi nerviosismo. 

- Ya deberías saber que tus mentiras no funcionan conmigo. Odiaba que me conociese tan bien. 

- No quiero volver a encontrarme con ella - confesé. 

- Pasa de ellos. Aiden ya sabía a quien me refería - Si vuelven a aparecer, no usare solo palabras. Me encantaba que fuese tan valiente. Me daba seguridad. 

- Esta bien, vallamos.

Después de ver 3 tiendas distintas, ambos estábamos frustrados, no encontrásemos nada que nos gustase.

- Esto es inútil - suspiré. 

- Es que eres muy quisquilloso, nada te convence - se rio. 

- Mira quien fue ha hablar, tu tampoco has comprado nada - lo ataque. 

- Eso es porque no hay nada que me quede bien - se defendió.

- Eso no es cierto, todo lo que te has probado te quedaba genial.

- Mentira.

- Haber si te entra en la cabeza que te queda bien cualquier cosa. 

- Podría decir lo mismo de ti. No dije nada - Tengo una idea - en la cara de Aiden se formo una risa traviesa. Eso me asusto. 

- Sorpréndeme.

- Que cada uno le compre algo al otro y nos lo pondremos esta noche, no podremos ver el regalo hasta la hora de cenar - propuso. 

- Esta bien. 

una vez lejos de Aiden, inspeccione una a una las diferentes tiendas. Después de 30 minutos acabe escogiendo productos de tres lugares diferentes, los cuales eran una camiseta simple blanca, una chaqueta azul oscuro y unos vaqueros negros. Un rato después volví a encontrarme con Aiden, el cual venía con una gran bolsa.

- ¿Qué has comprado? - pregunté.

- Lo veras esta noche - estaba muy contento.

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Quedaba una hora para la cena y decidí empezar a vestirme, pues quería ver que me había comprado, El conjunto constaba de una camiseta blanca, una chaqueta y unos vaqueros grises. No estaba acostumbrado a usar colores tan discretos, pero me gustaba. Una vez vestido escuche unas voces que me sonaron familiares, esperándome lo peor baje al comedor donde me encontré a mis tíos y a mi abuela. No pude evitar ponerles mala cara. 

Triunfar en ParisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora