Los rayos de sol hicieron que me despertase, Aiden seguía dormido a mi lado, se veía tan lindo, le di un beso y me dirigí a la cocina. Al entrar a la habitación pude ver a mi madre dejando un bandeja de tostadas en la mesa, a mi padre haciendo café y leyendo el periódico y a un pequeño yo, entrando por la cocina gritando y saltando. en mi casa siempre empezábamos el día desayunando todos juntos y contándonos lo que haríamos durante el día. Lagrimas salieron de mis ojos.
- Austin, hijo ¿Estas bien? - la señora Jameson se acercó a mi.
- Si, solo me ha chocado no ver a mis padres.
- Yo estoy aquí - me abrazó. Desde pequeño había sido así, yo lloraba y ella me abrazaba, haciendo que todos mis problemas se olvidasen.
- Que aria yo sin ti - dije recordando las miles de vez que aquella mujer me había hecho sentir mejor.
- Seguirías siendo un chico estupendo, tus padres te educaron muy bien.
- Estoy de acuerdo - la voz de Aiden sonó por la habitación. Simplemente le sonreí - Bueno ¿Y cual es el plan para hoy? - preguntó el chico. Me quede en blanco, pues no tenía ni idea.
- Ir a ver las luces, por supuesto - dijo la señora Jameson.
- No, eso no - me negué rápidamente.
- ¿Qué es eso de las luces? - quiso saber Aiden.
- No es nada - quise que dejasen de hablar del tema.
- Todos los años, aquí, en Vigo, se inaugura la navidad con un gran alumbrado de luces, villancicos, etc - explico la mujer.
- ¡Qué guay! - dijo Lucía que acababa de despertar.
- ¿Y por qué no quieres ir? - preguntó mi novio.
- No quiero ir y punto - dije sentándome en la mesa , para segundos después darle un bocado a una magdalena. todos se sentaron en la mesa. por mi parte desayune en silencio mientras Aiden y la señora Jameson hablaban de la luces. poco a poco todos se fueron yendo, hasta quedarme a solas con Aiden, el cual no paraba de mirarme.
- ¿Qué pasa? - pregunté incomodo.
- Estoy esperando a que me cuentes - se refería al tema de las luces.
- Pues sigue esperando. El chico se quedo viéndome fijamente, me estaba poniendo nervioso - Esta bien - dije finalmente.
- Te escucho - dijo Aiden con una sonrisa triunfadora.
- Cuando era pequeño iba a ver el encendido con mis padres, y luego empecé a ir con mi ex. No quiero recordar mas cosas - dije serio.
- Nos tienes a Lucia y a mi, podemos crear nuevos recuerdos, unos mas felices.
- Tu no lo entiendes, no sabes lo que es estar en una casa donde no paras de recordar a tus padres a todas horas , y todo por tu culpa. Aiden no hablo, no encendía nada - Es culpa tuya, tu dijiste que vendríamos sin ni siquiera preguntarme, sin pensar en que me costaría estar aquí, sin pensar en mi. A veces parece que lo que pueda sentir no te importa - eleve la voz. Esas palabras le dañaron.
- Puedes echarme la culpa si quieres, pero te diré una cosa. Evitando los problemas no vas a solucionar nada.
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Eran las 6 de la tarde, ya había anochecido, me encontraba tumbado en el sofá con una taza de chocolate caliente, cuando vi a los hermanos acercarse a la puerta principal, iban muy abrigados.
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Triunfar en Paris
RomanceSus padres han fallecido y la chica con la que lleva toda su vida le ha dejado, ya nada ata ha Austin a quedarse aquí. Decide irse a parís a cumplir su sueño, lo que no sabía es que alguien le cambiaría la vida.