Cerca de la salida a la superficie desde Alfons X, bajo la Ronda del Guinardó, el caçador llamado Jordi (sustituto de José), hizo que salieran con él y decidieron seguir una ruta segura hacia el Park Güell, pasando por la base de caçadors situada dentro de los Túnels de la Rovira, y bajo las baterías antiaéreas del MUHBA Turó de la Rovira.
La noche les envolvía, con su frío. Usando una vieja señera colgada de un mástil como punto de partida, avanzaron hacia los cercanos túneles excavados en el Turó de la Rovira.
Tras pasar por el palacete nevado que era la antigua Sede del Distrito de Horta-Guinardó, y por la colina cubierta de bosques que cubrían el vetusto Parque de las Aguas/Parc de les Aigües y los Jardins d'Hiroshima, llegaron a los Túnels de la Rovira.
Cerca de la entrada de los túneles, cubiertos de musgo y algunas plantas, unos hongos radiactivos iluminaban tenuemente la zona, con un color similar a las viejas señales de emergencia. Pasando poco a poco al interior, varios carriles estaban todavía cubiertos por los vehículos atrapados durante "la Devastación", y sobre ellos, unas señales pintadas toscamente señalaban a un túnel de servicio entre los diferentes lados del túnel.
Tapada por un viejo bus V21 algo oxidado, había una puerta de metal protegida por unas defensas toscas y un puesto de guardia situado en el autobús. Cuando entraron a ese túnel de emergencia, situado debajo del museo de MUHBA, encendieron unas bombillas que crepitaban, e iluminaban una escalera situada a varios metros de la puerta. En esa escalera, formada por una serie de metales, poleas, y más materiales, subieron poco a poco en una entramada red de andamios y escaleras con barandillas, hasta encontrar una trampilla. En ella, tuvieron que empujar para poder abrirla, ya que estaba oxidada, y llegaron a la antigua torreta antiaérea.
Al salir de la trampilla oxidada, se armaron con un cuchillo y Jordi se puso unas gafas de visión nocturna GVN-401X con aumentos, aparte que encendieron una antorcha para calentarse y preparar una hoguera en el interior de la fortificación. Junto a los viejos búnkeres, restos de las chabolas que hasta los años 90 cubrían la zona habían sido saqueados y reutilizados en la defensa y acondicionamiento del propio puesto avanzado.
Tras comer unas provisiones que traían junto al fuego, Jordi y Nicolae abrieron la puerta que les separaba de la superficie y cerraron la base.
Fa un fred que rau, comentó Jordi
Viendo como la ciudad se extendía a sus pies, cubierta de nieve y con pocas zonas libres del invierno, siguieron la ruta revisada dentro de las baterías, desde la salida por la calle Marià Labèrnia, luego siguiendo el puente oxidado del Carrer de Mühlberg, y en unas pocas horas llegaron al Parc del Carmel, cubierto de nieve y con árboles raquíticos. Debido a una tormenta de nieve que se avecinaba y arreciaba, tuvieron que pasar la tormenta refugiados en una escuela abandonada, debido a la escasa visibilidad (dentro de la zona, un cartel roto tenía el nombre del edificio, siendo el "EspaiCaixa El Carmel"), habiéndose ocultado en un aula sin ventanas.
Cuando se calmó la tormenta, siguieron por un camino antaño pavimentado y de tierra. El parque se encontraba en su totalidad nevado, con árboles caídos y muchos pinos aún en alto, habiendo dejado al poco el terreno del parque del Carmel. habiendo cruzado sin saber la frontera con el Parque Güell, aunque con un aura extraña al entrar por una entrada secundaria al recinto
Cruzando por la zona del Teatro Grec, Jordi vio unas siluetas como de otros humanos cerca, pero debido al cansancio, lo atribuyó a alguna alucinación. Tras entrar en el recinto del Park Güell, entraron a explorar el viejo edificio de la Escuela Baldiri Reixac, situada cerca de la entrada principal del parque. Mientras subían a los pisos superiores por la escalera ruinosa, vieron algunos mutantes huir de la escalinata, de repente, estos subían atemorizados a la sala hipóstila, ya que el lagarto de trencadís de la primera escalinata había cobrado vida, y atacaba a todos, protegiendo su zona. El propio lagarto, cubierto de trencadís y placas de hielo, era una salamandra mutante, que había aumentado al exponerse a la radiación, pasando de una fuente a un monstruo.
Sin saber si era una alucinación o algo real, fueron hacia la salida del recinto, pero antes de llegar al nivel inferior de la Sala Hipóstila, Jacint, Nicolae y Jordi fueron agredidos por las figuras ocultas en la maleza, colgados de una liana y amordazados al no lograr reaccionar a ese ataque, ya que los atacantes les habían estado siguiendo ocultos. Al poco, les habían tapado los ojos y solo notaron el cambio del parque a una estancia helada y con goteras al reanimarse. Cuando les quitaron la venda de los ojos, se encontraron en una cripta bajo una iglesia, atados a una columna. En ella, iluminados solo por velas (provenientes del piso superior) y una hoguera tenue, junto a una pila de cajas que servía de soporte a una escalera de mano, vieron a sus agresores, que tenían sus máscaras de gas y armas en una caja, mientras quienes les habían capturado se insultaban en ruso y español mientras rebuscaban algo de valor.
Jordi intentó moverse y gritar, pero fue acallado cuando apareció un clérigo barbudo, el sacerdote de la iglesia y líder de esa teocracia ortodoxa, vestido con un abrigo de invierno y bufanda, y con una bolsa atada a su ropa.
-Priviet (привет), extraños... -rio con desidia- Acabaís de ser capturados por nuestros cazadores, tras haber entrado en nuestro SAGRADO LESOPARK DEL CARMEL... Primerro (hablando con un acento ruso), ¿¿¿qué collons haceís ocupando el nostre recint??? - Ese clérigo, quién se hacía llamar el pope y era el líder de los habitantes de la cripta, estaba rabioso y armado con una Walther P99 del Grupo Especial de Intervención, la cual dirigió hacia los tres caçadors.
-P-primero...he-hemos...sido enviados aquí por nuestros superiores para acabar con los ataques...
-¿ATAQUES? ¿¿DE QUIÉN O QUÉ?? -gritó colerizado el sacerdote tras maldecir en ruso y amenazarles con disparar a la cabeza-
-D-del lagarto de trencadís del Park Güell...
-Fills de puta, vais a ser aniquilados...
Mientras el sacerdote quiso volver a atacarlos, de repente una campana resonó por todo el recinto, y subió corriendo por las escaleras, ya que varios soldados pertrechados con chalecos antibalas y un escudo antidisturbios llegó desde la calle, gritando y disparando a los guardas encaramados al pequeño campanario, logrando hacer que cayeran al suelo.
Uno de los religiosos, temblando, bajó las escaleras mientras se agarraba a la escalerilla, aguardando a los mercenarios. -N-nostre líder está AHÍ... ¡Se ha aprovechado de los civiles, forzando a los que no le seguían en su visión radical de la ortodoxia, a ser esclavos, o estar torturados! -
-AH, BLYAT! ¡Vienen los mercenarios de Joanic, se han rebelado...!
Nicolae intentó hacer ruido para que les oyeran los soldados, y aflojando la cuerda, robó una antorcha con la que atacó al sacerdote.
Al rato, llegaron los soldados, y bajaron al sótano, liberando a los prisioneros.
Uno de los mercenarios, quien conocía a Jordi, le reconoció, y llamó a sus compañeros
-"¡EH! Hay unos caçadors aquí, ¡vienen de Alfons X!"
Tanto los mercenarios como los feligreses moderados y que tenían rastros de torturas les devolvieron las armas. Ayudando a incorporarse a los tres, el grupo de rebeldes acompañaron desde la salida de la iglesia hasta la estación de Nóvaya Rus (o Vallcarca) a los caçadors. Mientras el sacerdote había sido derrotado, en Vallcarca se había instalado un buen número de rusos y eslavos tras la guerra, donde vivían esclavizados bajo el sacerdote, y una revuelta había iniciado frente al autoritarismo y torturas del sacerdote, quién había aprovechado su influencia en convertirse en un ser lleno de odio a todos los que iban en contra de sus ideas, forzando a varios habitantes y a otros religiosos a esconderse en los túneles cercanos para evitar ser atacados.
Tras conocer la noticia, la autoridad surgida del derrocamiento del sacerdote autoritario, la estación dejó de seguir sus normas teocráticas, y nombró una amnistía para los exiliados, acordando formar una gerontocracia, con los miembros más veteranos y sabios (apoyados por los civiles), además de apoyarse en el paneslavismo como cohesión estatal.
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ESP2033 ---CRÓNICAS DE IBERIA--- BARCELONA
Science FictionMetro 2033 en España. HISTORIA 1 ---LAS RUINAS DE LA CIUDAD CONDAL--- (Barcelona)