Jake

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Llevaba horas en la mina, intente escapar por donde entre, pero por desagracia la maldita escalera cedió y me torcí el tobillo con la caída, apenas y podía mantenerme de pie, camine a la salida, pero con el incendio parte de las paredes cayeron, existía aun una salida, pero no podía escalar las rocas con el tobillo en este estado.

Solo me senté cerrando mis ojos escuchando los ensordecedores sonidos de las patrullas, iban a atraparme y no podría cumplir la promesa a Ashley.

Mi teléfono estaba muerto, comúnmente siempre cargo con una batería de repuesto, sin embargo, con el miedo de que a mi chica le pasara algo lo olvide por completo, no iba a permitir que la dañaran, debían pasar por mi cadáver antes.

El amor te vuelve estúpido, claro que lo hacía.

Sé que cometí muchos errores en el pasado, que mi estilo de vida probablemente la superaría, pero quería intentarlo.

Ella lo vale completamente.

Apenas tuve la primera conversación con ella supe que iba a ser distinta, especial, que iba a cambiarme la vida, no me equivoque, Ashley es todo lo que no sabía que necesitaba, parece que la conozco de toda la vida, es tan dulce y decidida, me ayudo a pesar de que ni siquiera me conocía, protegió mi identidad incluso a costa de la suya, lo hizo todo por mí.

Mi mayor temor en estos momentos es no volver a verla, prometí que nos veríamos en Duskwood, se lo peligroso que es para mí mantenerme en el área con el FBI pisándome los talones, pero lo haría todo por Ashley, incluso arriesgaría mi libertad por solo un día con ella.

Ahora ya no queda mucho por hacer, aparte de lamentarme por ser un descuidado, nada.

Mis oídos se agudizaron cuando escuche pasos, eran acelerados, me acomode haciendo mi mejor intento de aparentar estar dormido.

Cuando creí que se había ido sentí un suave cabello rozar mi barbilla, estaba apoyada en mi pecho, suponía que era mujer por el aroma florar que desprendía, aproveche que estaba despistada mandándola al suelo, aunque quisiera no podía correr así que la mantuve prisionera en el suelo, la mire fijamente, sus facciones son increíblemente bellas, parece una muñeca.

Mi rostro se desencajo de la confusión cuando la reconocí, maldita terca.

-¿Qué haces aquí?

Ella sonrió tímidamente y yo me incorpore, sacudió su ropa levantándose, aclaro su garganta extendiendo su mano.

-Mucho gusto soy Sara am...

-Se que eres tú, Ashley -ella suspiro de frustración sentándose a mi lado- te dije que era peligroso ¿Por qué viniste?

-Porque tu estabas aquí.

-Eres una cabeza dura, vine aquí para que tú no te expusieras y lo primero que haces es entrar a la maldita mina.

-¿Qué querías que hiciera? No me hablaste, pense que te habían atrapado -bajé las guardias cuando vi como las lágrimas bajaban por sus mejillas, mierda, no, no me gusta verla llorar- te pusiste en peligro por mi culpa.

-Yo lo decidí así.

-¿Por qué las estúpidas reglas no valen para ambos?

-Ya te lo expliqué, eh decidido protegerte a toda costa.

-¡Yo también quiero protegerte! -suspire rindiéndome, no me servía de nada discutir con ella, la abrace y se aferró a mí con fuerza-¿Por qué no entiendes que te amo demasiado como para verte en una celda?

Eso me tomo desprevenido, sé que me confese, pero creí que ella lo había dicho de manera obligada, me fue imposible detener la alegría que emanaba de mi cuerpo, una carcajada salió de mi garganta y Ashley se separó mirándome confundida, genial, me tomaría de loco.

Tome sus mejillas acercándola a mi rostro.

-¿Estas consiente de lo que conlleva estar conmigo?

-Se que no va a ser fácil, que probablemente debamos escapar la mayor parte del tiempo, pero estoy dispuesta a hacerlo por ti.

Su mirada se posó en mis labios y lo tome como una invitación, la bese deleitándome de la suavidad, jamás pense que justamente hoy podría probar esos labios que tanto había anhelado.

-Ahora debemos irnos, preciosa, por mucho que me gustaría besarte hasta que me quede sin aliento, aun no es el momento.

-Si...tienes razón -se levantó mirando a su alrededor- revise los planos de la mina, existen tres entradas, no dos como pensábamos, suponiendo que la FBI tiene cubierta la primera entrada y la policía de Duskwood tiene la de Grimrock, hay una tercera que da a una ciudad no muy lejana a Duskwood, pocos saben de esta entrada, nos da una ventaja.

-Ventaja que perdimos con mi tobillo -me miro con el ceño fruncido-

-No seas pesimista, sé que podremos salir.

Asentí tratando de convencerme, Ashley miro mi venda mal hecha y negó retirándola, saco de su mochila una nueva con la que se encargó de vendar mi pie dándome alivio, me levanté apoyándome en la pared, me tendió una botella de agua que recibí de inmediato.

-¿Por dónde es?

-¿Recuerdas la habitación llena de pruebas incriminadoras que habíamos encontrado en casa de Michael Hanson? -asentí curioso- esa habitación fue creada hace no mucho tiempo con la intención de ser una vía de escape en caso de que la mina colapsara, en ese cuarto hay una escotilla si entramos daremos con un ducto de ventilación, lo seguimos y al final nos estará esperando un túnel.

Se acerco y paso su brazo por mi espalda, trate de no apoyarme del todo, comenzamos a caminar alertas a cualquier ruido, tal y como dijo en la habitación había un ducto entramos sin mucho problema.

-Gracias por venir.

-No agradezcas, sé que si la situación fuera al revés tu ni siquiera lo dudarías.

Sonreí y seguimos con nuestro camino, finalmente llegamos al famoso túnel, entramos avanzando otro largo tramo, hasta que tres tuéneles diferentes nos detuvieron.

-Es el de en medio.

-Llevamos horas caminando ¿estas segura del camino?

-Si no fuera así no lo hubiera propuesto, estoy 100% segura de que esta la salida al final.

Si que se ve convencida, seguimos el camino y llegamos a una puerta de metal, me encargue de abrirla y el sol me dio directamente en el rostro.

Sali con un poco de dificultad y ayude a que Ashley saliera, de inmediato cerramos la puerta y comenzamos a caminar lo más lejos posible.

-Realmente lo logramos.

-Falta poco para que lleguemos a la ciudad, vamos a alquilar una habitación de hotel y al amanecer partiremos.

-¿Hacia dónde?

-No lo sé, no pense que llegaría tan lejos.

Solté una carcajada abrazándola.

-Ya se nos ocurrirá algo, somos un equipo excepcional.

-Lo se.

Agarrado de la mano de la chica que más amaba en el mundo entramos a el viejo motel que encontramos, no era la cosa más lujosa del mundo, pero nos serviría mientras pensábamos.

Voy a hacer todo lo posible para que no me separen de Ashley.


Autora

Candente, candente, Jake y Ashley al fin juntos, así de fácil ¿no?

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DuskwoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora