Una serie de eventos comienzan a suceder, llenando de pánico y terror a los habitantes de la ciudad. Las voces de que un asesino serial anda suelto comienzan a difundirse.
Él está obsesionado con América, una joven universitaria, querrá volverla lo...
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Aún no lograba asimilar lo que el detective Wayne nos había comentado.
¿Será alguno de los chicos?
¿Ángelo?
¿Nick?
¿Jose?
¿Darien?
¿Braxton?
Sacudí la cabeza y me levanté de la cama para acercarme a la ventana. Recosté la frente en el cristal con la vista fija hacia afuera. Se veía los niños de enfrente jugando con su mascota. Sonreí al recordar cuando Mich y yo jugábamos igual.
Cerré los ojos y el pensamiento de cuando estuve con Ángelo en el lago me llegó como un rayo. Llevé los dedos a mis labios y una sonrisa se dibujó en ellos. Después de lo que pasó con Corbin no creí que alguien más me fuese a gustar tan pronto, pero llegó Ángelo y puso mi mundo de cabeza. Aunque no debería pensar tanto en él, porque tal parece que no le gustó el beso que nos dimos.
"Son ideas tuyas"
—Ame, ¿puedo pasar? —Escuché la voz de Mich del otro lado de la puerta.
—Por supuesto. —Caminé hacia la silla del tocador y me senté.
Mich entró, me miró unos segundos y arrugó el entrecejo cuando sus ojos fueron a lo que había en mi cama: fotografías mías al lado de Corbin, un peluche en forma de koala que me regaló el día de mi cumpleaños, fotos y más fotos.
—¿Estás bien? —preguntó con suavidad mientras se sentaba en la orilla de la cama.
—Sí, ya no duele como antes —hablé en voz baja—, hoy es su cumpleaños y me gustaría ir al cementerio, pero no creo que pueda ir.
—Lo sé...
Me puse de pie y comencé a recoger todo para guardarlo en una caja. La llevé al armario y la coloqué en los últimos cajones con la intensión de no volver a sacarla.
—Todo esto del asesino me tiene pensando, de verdad creí que era Benjamín —susurré sentándome al lado de Mich. Me acomodé dejando la cabeza en sus piernas—. Me da temor.
—Tranquila, yo estoy aquí. —Mich sostuvo mi mano y me sonrió con ternura—. No dejaré que nadie te lastime. Eres mi hermana, lo mejor que tengo, Ame.
—Me da temor que te haga algo, las personas a mi alrededor están en peligro. —Lo miré con dolor.
—No nos pasará nada, saldremos de esto juntos. La policía lo atrapará muy pronto y todo volverá a ser como antes. ¿De acuerdo?
—De acuerdo. —Mich sabía como tranquilizarme.
Mi hermano siempre estaría para mí, ayudándome cuando sentía que mi mundo se iba en picada. Él miró al frente y por un instante lo vi como si estuviese lejano, perdido entre sus pensamientos.
