Ángelo sostuvo mi mano, se la llevó a los labios y depositó un beso en el dorso.
Su rostro era serio, y sus ojos no reflejaban nada. Él tiró suavemente de mí hacia el interior de la casa. Claire al vernos, me sonrió y me saludó.
—¿Cómo estás? —preguntó.
—Bien. ¿Y los demás?
—Los señores Hendrix no están, salieron a una cena. Darien salió a comprar algunas cosas y Braxton salió. Solo estamos nosotros. —Me sonrió con amabilidad—. Estaré en mi habitación por si me necesitan.
–Gracias —dije dedicándole una sonrisa.
Claire se fue dejándome a solas con Ángelo. Él aún se notaba disgustado. No sabía que se molestaría tanto...
Lo que vivía con Ángelo era algo nuevo para mí, sus celos, su forma de comportarse y aunque yo supiera que eso no era algo normal, él me gustaba. Quería estar a su lado, sabía que a veces era algo extraño, como el día en que miré unos cuadernos que tenía en su habitación, ni siquiera los revisé, solo los miré, obteniendo de su parte unas palabras cortantes.
¿Qué escondía?
Yo sabía su pasado, y aun así había decidido a estar con él, porque fueron cosas que prácticamente lo obligaron a hacer.
¿Qué si no tengo miedo?
Claro que sí.
A veces simplemente trataba de desviar la mirada para que él no se diera cuenta, porque tampoco quería que él se sintiera culpable del temor que hacía sentir en mi ante ciertos comportamientos de su parte.
—¿Quieres algo de comer? —preguntó con voz fría.
—No tengo hambre. —Hubo silencio. Ángelo no dijo nada, solo pasó por mi lado y se sentó en un sofá—. Quiero preguntarte algo.
—¿Qué pasa?
—Una vez me dijiste que uno de mis amigos no te inspiraba confianza, porque estuviste rodeado de personas malas. ¿Te refinerías a Nick? —Caminé lentamente hasta situarme frente a él—. Porque con él es que siempre has tenido desacuerdos.
—Eso no importa, América. Simplemente aléjate de él.
—Pero necesito una explicación, quiero saber por qué desconfias de Nick. Yo lo conozco desde que estábamos en la secundaria.
—¿En la secundaria? —preguntó confundido.
—Sí, desde que tenía más o menos dieciséis años. Su tía y su esposo se hicieron cargo de él.
—¿Y los padres?
—No lo sé, nunca le pregunté, porque no quería incomodarlo con esos temas.
—No entiendo. —Se quedó pensativo.
—¿Qué no entiendes? —Me crucé de brazos.
—No me hagas caso. —Sacó una caja de cigarros y un encendedor-—. Solo no te acerques a Nick. ¿Vale? —Ángelo cogió un cigarro y se lo llevó a los labios dando una calada, luego guardó el resto.
—Siento que me estás ocultando algo.
—Yo no te estoy ocultando nada. —Me miró con severidad—. ¿Desde cuándo vistes así? —Me señaló de pies a cabeza—. Me gustaba más como vestías antes, como cuando te vi en la fiesta en casa de Benjamín.
—No me cambies de tema —espeté con las manos empuñadas.
—Ven aquí, América. —Hizo un ademán con la mano para que me sentara en sus piernas.
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Acechada por el mal |COMPLETA|
Gizem / GerilimUna serie de eventos comienzan a suceder, llenando de pánico y terror a los habitantes de la ciudad. Las voces de que un asesino serial anda suelto comienzan a difundirse. Él está obsesionado con América, una joven universitaria, querrá volverla lo...