Eowyn no le tenia miedo al infierno por que ya vivía en el. Solo que llevaba el nombre de Wools.
Su verano hasta el momento era una completa mierda. Sentía que el orfanato le estaba absorbiendo la energía, entre apenas tener que buscarse tiempo par hacer las tareas de vacaciones y evitar estrangular a sus compañeros de Wools hacia que su deseo de volver a Hogwarts la hicieran parecer una ansiosa.
Pero ahora, esa voz que le susurraba incendiar el orfanato se encendido como una hoguera.
Eowyn despertó sobresaltada cuando noto una sensación pegajosa en su trenza. Su larga trenza estaba cubierta de algo que olía a pegamento y harina.
Gritó al ver a su preciado cabello siendo arruinado y una estúpida risa la hizo mirar hacia al frente.
Mary, una huérfana de 15 años la miraba con completa burla. En los dedos de esa estúpida había rastro de pegamento.
Cuándo Eowyn pudo procesar lo que sucedía estaba que empujaba a Mary hacia una pared. Sus manos se acertaron a los delgados brazos de Mary, le clavaba las uñas.
—¡Suéltame, anormal!— chilló Mary. Eowyn afianzó su agarre, quería sangre.
Mary en un movimiento rápido le dio un puñetazo en el ojo derecho a Eowyn haciéndola tambalear.
Las demás chicas del cuarto jadearon ante el golpe. Pero Eowyn se levantó y saltó sobre Mary, con sus manos sobre el cabello de Mary y empezó a jalar los mechones de cabello.
—¡Suéltame, suéltame! — chillona como un cerdo a punto de ser sacrificado. Eowyn dejo el cabello y sus manos se enroscaron sobre el cuello de Mary.
—¡Tu!— dijo Eowyn clavando sus uñas. —¡Te voy a matar, asquerosa perra!
Eowyn vio los ojos miedosos de Mary. Esa asquerosa se había atrevido a atentar contra su fuente de magia. Y merecía saber con quien se metía.
No sabe cuanto tiempo paso hasta que fue jalada a la fuerza. La matrona Liliana la tenía cogida del pescuezo y la arrastró hasta la habitación de castigo donde la hizo arrodillarse ante un puño de granos de arroz con las rodillas descubiertas.
—¡Mary me atacó primero!— se defendió Eowyn arrodillada sobre los granos. Tomó la punta de su trenza embarrada. —¡Mire lo que le hizo a mi cabello!
—Eso solo cabello— respondió mordazmente la matrona— Volverá a crecer, no seas una exagerada.
Eowyn quería gritarle que no solo era cabello. Que para ella era importante por ser símbolo de ser un bruja y su fuente de magia.
La mano derecha de la matrona llegó con unas grandes tijeras y la temible regla de madera.
Eowyn fue obligada a mostrar las palmas de sus manos y mientras el frío golpe de la madera sobre sus manos se repetía, su cabello era cortado.
Las lágrimas fluyeron sobre sus mejillas al escuchar el sonido del metal pasar por su maltratada trenza.
—Te quedaras dos horas reflexionado acerca de tu salvaje conducta — dijo la matrona dejándola sola.
Ya en soledad observó el cabello esparcido en el suelo y Eowyn se desmayó.
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Cordelia estaba eufórica de encontrarse con sus amigas en el callejón Diagon.
Había pactado que día ir todas juntas luego de que llegarán su lista de útiles.
Lamentablemente ese día, Tía Petunia no podía llevarla a que coincidía con una reunión de padres en el colegio de Dudley.
Así que Sam se ofreció a llevarla al callejón, debido a que tenía su propio auto y se movilizaba con mayor facilidad.
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Una perfecta señorita [VOL. I] [Theo Nott]
Fanfiction"Una buena chica es amable. Una buena chica es tranquila. Una buena chica sonríe. Una buena chica solo habla cuando se le pide. Una buena chica es educada. Una buena chica mantiene ordenada y a su feliz a su marido" Cordelia Euphemia Potter había si...