Capítulo 27

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— Elegir el cambio de dueño sería mucho más fácil y rápido. —dijo la pelirroja deteniendo a ambos chicos antes de entrar a la preparatoria.

— Creí que tenías prohibido venir al mundo humano a menos que fuera en busca de un ángel o guardián, Jihyo. —el peliazul alzó su mirada hasta la chica—. Si Dios se entera que estás aquí, y no estás con los ángeles, se molestará.

— ¿Por qué decidiste contarle sobre su origen y aceptar alejar a Minho de Felix? ¿Por qué, Jisung? —cuestionó frunciendo su ceño.

— Jihyo... —llamó Jeongin pero la nombrada levantó su mano para indicarle que guardara silencio lo cual hizo.

— ¿Por qué te afecta tanto? Hyunjin es MI ángel, yo decido qué hacer con él. Y si la decisión que tomé es la decisión equivocada o la más complicada entonces es asunto y problema mío. ¿No lo crees? —frunció su ceño.

— ¡No es justo, Jisung! —el nombrado le interrumpió.

— ¡Lo que no es justo es que quieras alejar a Hyunjin de Minho simplemente para que no recuerde a Felix! —alzó el tono de su voz para no ser interrumpido—. ¡Hyunjin es tu amigo, no sólo en el reino de Dios, también lo era antes al igual que Felix, y siempre supiste sobre los sentimientos de Felix! ¡No es justo que odies a Hyunjin sólo porque Felix lo puede recordar a él y a ti no! —respondió molesto.

— No te entiendo... —soltó una pequeña risa irónica aunque—. Tú estás intentando hacer que Hyunjin vea a Minho como el malo, y viceversa... ¿Por qué ahora estás tan decidido con que sigan juntos? Porque ¿sabes lo que lograrás alejando a Félix de Minho? Que Minho se acerque aún más y más a Hyunjin, una vez dado eso, lo perderás para siempre, Jisung. —puso su mano rápidamente en la mejilla del mencionado sin que éste pudiera apartarse, el peliazul se quedó inmóvil y frunció su ceño. tras unos segundos se alejó y sonrió ampliamente—. ¿Y por qué creerías que Minho comenzaría a tratar mal a Hyunjin después de alejarse de Felix? ¿Ese es tu plan? ... Por favor, no me hagas reír.

La pelirroja chasqueó los dedos y atravesó el espejo que apareció junto a ella. Jisung soltó un largo suspiro e hizo una mueca disgustado antes de sujetarse el hombro del castaño que tenía a su lado. No sólo pudo ver a través de él, sino que también le quitó una gran cantidad de energía que necesitaba para permanecer en el mundo humano.

Cerró sus ojos con fuerza para controlar su mareo, Jeongin no lo soltó, contrario de eso lo sujetó fuertemente para no dejarlo caer. Jihyo era muy pacífica y amable, realmente jamás la había visto así de ¿molesta?, sabía que era poderosa, muy poderosa ya que; Al ser perteneciente de la Asamblea Real tenía el poder de desaparecer a cualquier guardián y ángel con sólo poner su mano frente a él, aunque esto sólo ocurría cuando se cometía un delito muy grave como traición.

En el Reino de Dios se decía que la Asamblea Real llevaba ahí miles de años, aunque en realidad Jihyo llevaba ahí poco más de cuatro años. A pesar de haber estado ese corto tiempo, logró pertenecer a un rango muy alto. Así que su poder era descubrir lo que alguien pensaba o ver a través de esa persona, y como ya se mencionó; Deshacerse de ángeles y guardianes siempre y cuando Dios le autorice.

— ¿Estás bien? ¿Podrás mantenerte aquí? —dijo el castaño preocupado.

— Sí, creo que sí. —soltó un suspiro—. Aún así, no puedo regresar al Reino ahora.

— ¿Puedo ayudarte? —se escuchó una tercera voz, un reflejo en un espejo que sólo ellos podían ver apareció frente a los dos, era el pecoso.

— No Hyunjin, no puedes. —respondió Jisung—. Dios prohibió que los guardianes desearan a sus ángeles energía. Algunos guardianes en el pasado deseaban energía ilimitada, esto para vivir en el mundo humano siempre. —poco a poco se soltó del castaño, intentando permanecer de pie lo cual iba logrando.

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