Capitulo 18

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— ¿Una tercera cita? —cuestionó otra vez el rubio mientras parpadeaba confundido, el pelinaranja asintió.

— La última vez sólo hablamos de mi pasado, esta vez hablemos de otras cosas. —dijo y mostró una amplia sonrisa.

Hyunjin suspiró.

— ¿Puedo preguntar el porqué haces esto? —la expresión del mayor cambio—. Puedes... —se calló al analizar lo que estaba por decir, y cuando tuvo las palabras correctas prosiguió— ... Puedes desear que yo sepa todo de ti, incluso puedes decírmelo ahora mismo, no hace falta "tener citas." —hizo comillas.

— Cuando dije otras cosas me refería a ti, conocerte no es una mala idea. —hizo un rápido ademán con sus hombros pero, antes de poder seguir hablando el rubio lo hizo.

— ¡Te dije que no recuerdo nada de...! —ahora el pelinaranja interrumpió.

— Precisamente porque no recuerdas nada de ti es que quiero que conozcas cosas de mi mundo, Hyunjin. —el nombrado guardó silencio—. No sé porqué no puedes recordar nada, no entiendo nada de ese mundo, por eso quiero enseñarte muchas cosas de este, así quizás no te sientas mal de aquel lado. Tú me has ayudado... ¿Por qué no puedo hacerlo yo?

Ninguno dijo algo más. Hyunjin bajó su mirada y lentamente se alejó del espejo hasta que desapareció no sin antes asentir. Minho soltó un suspiro, eso no había salido tan bien como había pensado, ¿Quizás usó las palabras incorrectas? Se preguntó. Aun si fue eso, no podía ni quería dejar las cosas así con el pequeño pecoso.

Tomó sus cosas necesarias antes de salir de su casa, por suerte su jefa le había dado ese día de domingo libre, justo el día perfecto para poder enseñarle a Hyunjin lo que quería. En esos momentos no quería tener a su hada lejos de él, en realidad el rubio era como su mejor amigo, aunque más que eso era quien lo apoyaría y estaría ahí en todo momento, sin embargo, no sabía hasta cuándo.

Hyunjin por otra parte, ya no sabía cómo sentirse respecto a Minho, era verdad lo que su guardián le había dicho acerca de que el pelinaranja sólo lo estaba usando, por lo cual no estaba mal si el rubio lo usaba también para saber su origen pero, aún así no podía evitar sentirse culpable con tan sólo pensarlo.

— Sólo una noche. —dijo y la chica de recepción le entregó la llave.

Minho subió a su habitación y miró ésta, era pequeña y con un pequeño balcón que daba una enorme vista hacia el mar, sonrió ante esto. Junto a la puerta había un espejo grande, así que con un poco de esfuerzo acercó éste hasta el balcón, luego se puso a un lado de él y apoyó sus manos en las rejillas.

— Hyunjin, mira.

El rubio apareció en el espejo, lo primero que vio fue el océano y la arena, no pudo decir algo ya que había quedado fascinado con esa escena, el sol se estaba ocultando así que eso lo hacía el doble de hermoso, quizás el triple o cuádruple ya que el rubio jamás había contemplado algo así.

— ¡Es de diferentes azules! —mencionó emocionado refiriéndose al mar, el cual se hacía de un azul más oscuro conforme estaba más lejos.

— Sí, es lindo, ¿No? —miró al rubio asentir varias veces—. Es el mar, ahora mismo estamos en la playa Gyeongpo, no es mucho pero al menos podrás ver un lindo paisaje.

— Es lindísimo. —sus ojos brillaron.

— Hyunjin, escucha... —se giró un poco al rubio quien después de segundos lo miró—. Tal vez fui un poco brusco anteriormente, quizás dije algo que te hizo sentir mal, no sé si el término "cita" te haga sentir enojado, o si te sientes presionado al saber cosas de mí... Lo lamento.

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