— Te ves muy feliz, ¿Has avanzado algo con tu dueño? —preguntó Chan acercándose al rubio quien estaba en uno de los sofá.
— ¡Chris! —sonrió al tenerlo sentado a su lado—. Bueno, ayer "comimos" juntos. —hizo comillas y sonrió mientras movía lentamente su cabeza de un lado a otro—. ¿Fue una cita?
— ¿Cita? —el rubio y el castaño se levantaron inmediatamente tras escuchar la voz del guardián de Hyunjin.
— Hyung. —hizo una reverencia ante el mayor—. ¿Estabas escuchando? —lo miró.
— Chris, ¿Nos puedes dejar solos un momento? —el pelinegro miró al nombrado y éste asintió, haciendo una reverencia ante el mayor antes de irse.— Hyunjin. —tomó asiento junto a él—. ¿Tuviste una cita con tu dueño? No puedes tener citas, no eres una persona real.
— ¡No, no! —negó rápidamente tanto con su cabeza como con sus manos—. Minho tenía una cita con un chico pero no asistió, así que él comió mientras yo simplemente tomaba té, no fue una cita como tal, simplemente lo dije. —se encogió de hombros y desvió su mirada.
—lo miró atento unos segundos, luego soltó un suspiró—. ¿Por qué actúas así? No estoy molesto, tranquilo.
Hyunjin hizo una pequeña mueca, su guardián era muy serio y demasiado estricto, le agradaba pero al mismo tiempo le daba miedo; No pensaba mucho sus propias acciones así que temia que el mayor le regañara. Aún así, su guardián cuidaba mucho de él, era una persona que simplemente no podía entender. Tras unos segundos de silencio, volvió a mirar al pelinegro.
— ¿Cómo es el mundo? —se acercó un poco al mayor mirándolo con curiosidad—. A veces pienso si es tan cruel como para que mi dueño sea tan negativo. Me pregunto mucho si de verdad un ángel, alguien que ni siquiera existe en el mundo real puede hacer que sea mejor persona. —abrazó sus piernas y apoyó su mentón entre ellas, sobre las rodillas.
— Hyunjin.
— ¿Las personas son tan malas? —lo miró—. Minho sufre por una persona, ¿De verdad hay gente que es tan cruel?
El chico suspiró y se apoyó en el sofá, desviando su mirada al techo antes de hablar:
— Sí, lamentablemente hay personas tan malas y crueles. —cerró sus ojos—. Ahí tienes a Chan, quien obedeció a una persona sumamente cruel, tanto que ocasionó una guerra con consecuencias por detrás. —volvió a abrir sus orbes y giró un poco su cabeza para mirar al rubio—. ¿Crees que no hay personas a las cuales no les va a importar que estés enamorado de ellas? Las hay, desgraciadamente.
—alzó su vista al frente cuando el espejo apareció frente a él, era su dueño quien lo estaba llamando—. No sé si Minho es afortunado o desafortunado al no ser de esas personas crueles.
Sin decir nada más se levantó y fue hasta el espejo donde Lee lo estaba esperando, miró una última vez a su guardián, hicieron contacto visual y al final el mayor se levantó para salir por la puerta detrás del sofá donde anteriormente estaba. Seguramente se iría con Minho ahora que éste había llegado a la preparatoria. Suspiró.
¿Estaba tan mal que Hyunjin considerará una cita lo que pasó ayer entre Minho y él? Ni siquiera fue una cita como tal ya que el rubio no estaba presente de forma literal. ¿Tal vez se había precipitado tanto? Pensar eso le ponía triste, quizás era el único que lo imaginaba de esa forma, seguramente Minho pensaba de otra manera, eso le hizo sentir desanimado.
— ¿Me llamaste? —murmuró mirando al pelinaranja, estaba en el aula el cual se encontraba vacía, y por supuesto; llevaba audífonos puestos.
— ¿Acaso dijiste "me llamaste"? ¿Por qué tal formal? —soltó una risa—. ¿Te encuentras bien? No me digas que las hadas mágicas también pueden sentirse mal.
— Bueno, tengo mis sentimientos también. —se cruzó de brazos y frunció su ceño, haciendo un ligero puchero con sus labios sin querer.
— ¿Sentimientos? ¿Debería llevarte a otra cita? —la expresión del rubio cambio inmediatamente tras oírlo, mientras el pelinaranja sólo rió por eso—. Sólo bromeo, iba a decirte si podías decirme mi calificación en el examen de ayer, puedes hacerlo, ¿no?
— Claro. —se detuvo un segundo antes de chasquear los dedos, no pudo evitar mostrar una pequeña sonrisa—. Si sacaste más de 90, debes llevarme a otra cita.
— ¿Qué? —ambos rieron—. ¿Estás loco?
— ¿Aceptas?
— Acepto.
Chasqueó los dedos y el examen que Minho había realizado ayer apareció en el escritorio del pupitre donde se encontraba el mencionado. Con cuidado y de forma lenta le dio vuelta; En la parte superior derecha se encontraba su calificación, marcaba un 100. Qué más esperaba tras hacer trampa. El rubio rápidamente dio un brinco, Minho exclamó feliz por aquello.
— Regresalo. —el hada acotó las órdenes y volvió a chasquear los dedos, ésta vez para regresar el examen a donde pertenecían; osea el maletín de su profesor. Minho apoyó sus codos en la mesa y su mentón en sus palmas, mirando a pequeño espejo frente a él—. Bien, pequeño mocoso, ¿A dónde quieres ir en nuestra segunda cita?
— Pf, me preguntas como si supiera algo de tu mundo... —se cruzó de brazos y volvió a hacer un puchero.
— ¿Segunda cita? ¿Seungmin aceptó una segunda cita?
Al oír la voz de Felix rápidamente escondió el espejo bajo su cuaderno y se giró a él, el rubio venía en compañía de Jeongin y por supuesto Han; Ellos tres parecían inseparables ahora. Aclaró su garganta y dijo "Te llamo después" antes de presionar el pequeño botón de sus audífonos, fingiendo colgar el celular como si se encontrase en una llamada. Tras hacerlo suspiró mirando a sus compañeros.
— Cuéntanos todo lo que paso con Seungmin. —dijo Jeongin después de sentarse en el asiento de adelante, mirándolo.
— No hay nada que contar, realmente. —cruzó sus brazos y se recargó en el respaldo de la silla—. No llegó.
— ¿Qué? Pero te escuchamos decir algo acerca de una segunda cita. —ahora habló Felix, poniéndose de rodillas junto al pupitre de Minho para mirarlo.
— Bueno... —desvió su mirada—. ¿Recuerdan aquel amigo con el que hablo por teléfono? —sus amigos asintieron—. Hablamos ayer por videollamada, él comió en su casa y yo en la cafetería, bromeamos y decimos que fue una cita.
— Así que tienes un amor a distancia. —mencionó Jisung.
— ¡Claro que no! —respondió inmediatamente—. Es sólo un amigo.
— Parece que se llevan muy bien, deberías presentarlo. —Felix sonrió emocionado por la idea de ver a Minho tener aun más amigos.
— Jmh... Sí, algún día. —se encogió de hombros y desvió su mirada, si seguía así eso terminarían por salirse de control.
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— ¿Una segunda cita? —el castaño lo miró perplejo—. Wow, en unos días ya conseguiste una cita con tu dueño, ¡Yo no he tenido algo así con mi dueño en estos tres años!
— ¿Es normal tener citas con tu dueño? Creo que por una parte fortalece la relación, aunque mi guardián se veía algo molesto por eso. —susurró las últimas palabras como si el chico pudiera oírlo.
— Tu guardián es muy serio, incluso con tu dueño es así, ¿No? —el rubio asintió—. Mi guardián y mi dueño se llevan muy bien por suerte.
— ¡AH!, nunca me has dejado ver a tu dueño, ¡Tú has visto a Minho muchísimas veces! Ahora es turno de conocer al tuyo, ¿Si? —tomó las manos de Chan y comenzó a agitar éstas.
Chris soltó una pequeña risa por la actitud ajena, Hyunjin era un chico muy adorable y agradable. Sin embargo, no sabía si era buena idea que conociera a su dueño, podría traer consecuencias; Aún así, la insistencia ajena era demasiada que no podía negarse así que tras arrastrarlo cuidadosamente consigo, abrió su espejo, dejando ver a su dueño.
Hyunjin miró a través del espejo y por primera vez pudo verlo; Se sorprendió tras verlo y no entendía el porqué. Al verlo sintió un dolor de cabeza que al principio era ligero pero al ver su sonrisa se hizo más fuerte, frunció su ceño y cerró sus ojos con fuerza intentando soportar el dolor.
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Magical Mirror
Fanfiction* Hyunho | El espejo de Minho guardaba un gran secreto , a un chico rubio que podía concederle cualquier deseo . Pero el deseo que Lee quería tenía consecuencias . ೃೀ 𝙰𝚍𝚊𝚙𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗. ೃೀ 𝙲𝚛𝚎𝚍𝚒𝚝𝚘𝚜 𝚊: 𝙲𝙱𝟿𝟽𝙾𝙽𝙴𝙱 ೃೀ 𝐏𝐮𝐛𝐥𝐢𝐜...