— ¿No sueles hacer ejercicio? —cuestionó el menor de los tres mirando como el pelinaranja golpeaba con dificultad el saco de boxeo que tenía frente a él.
Negó suavemente antes de darle otro ligero golpe al costal, moviéndolo un poco. Tras eso soltó un largo suspiro y dio la vuelta para llegar a la silla donde su botella de agua se encontraba; Bebió un poco de ésta y después tomó asiento. Changbin no tardó en sentarse junto a él, y ambos observaron a Seugmin entrenando junto al profesor.
— ¿Jeongin está bien? —preguntó el pelinegro sin mirar al mayor—. Después de la fiesta no supe nada de él.
— En realidad no he hablado mucho con él... Jisung tampoco ha mencionado nada pero, seguro no es algo tan grave. —hizo un ademán con sus hombros y sonrió mirando a su enamorado—. Jeongin y Felix harán un viaje, así de repente... Supongo que —descendió su mirada— fue eso lo que ocurrió en la fiesta.
— ¿Un viaje? —giró un poco su cuerpo hacia el pelinaranja—. ¿Así de repente?
— Mjú, yo también me sorprendí. Jisung dice que sus padres le regalaron un viaje a Islandia, y quería llevar a Felix. —aclaró su garganta—. Eso significa que estaré solo unos días. —fingió una sonrisa.
Changbin hizo una pequeña mueca y fijó su mirada en los dedos de Minho los cuales estaban jugando entre ellos para distraerse (o eso suponía él). Tras unos segundos desvió su mirada y volvió a girar su cuerpo en la dirección contraria al ajeno; Se recargó en el respaldo de la silla y suspiró.
— No es cierto. Jisung no irá, estarás con él. —mencionó sin mirarlo, por el contrario; el pelinaranja sí lo miró—. Él es un chico agradable.
— Al parecer también lo conoces. —mostró una pequeña sonrisa—. Claro, Jeongin no se separa de él y de ti tampoco... —miró hacia otro lado—. ¿De verdad es un buen chico? Es decir, es algo extraño... Cortante y quizás arrogante; Creo que me odia.
— No te odia, ¿Cómo podría odiarte? Eres un chico interesante. —esta vez fue Seungmin quien habló. tras haber terminado de entrenar se había acercado a los dos así que pudo oír su conversación—. Créeme, no miento. —le guiñó el ojo y sonrió.
Minho también sonrió un poco ante el comentario del menor pero no respondió, sólo bajó su mirada. Por otra parte; Changbin frunció un poco su ceño y se puso de pie para ponerse frente a Seugmin y así evitar que se acercara más a Minho. Descendió un poco su rostro y se giró al chico que aún se encontraba sentado, consiguiendo su mirada.
— El entrenamiento terminó. Si quieres puedes volver a tu salón, ya nos veremos otra vez, Minho. —le sonrió.
El nombrado asintió antes de levantarse y sonreírle a ambos chicos para después salir del gimnasio e irse en dirección a su aula. Sin decir algo más Seungmin se dio la vuelta para ir a los vestidores y cambiar su ropa; Changbin le siguió por detrás.
— ¿Por qué estás siendo coqueto con él?
Se animó a preguntar tras recargarse en la pared mientras miraba al menor cambiarse.
— ¿Qué hay de malo con seguir su juego?
— Sabes que no es un juego por parte de Minho. No deberías coquetearle si no te gusta, es... Cruel. —desvió su mirada.
— No creo que se lo tome muy enserio, cálmate. —terminó de ponerse la camisa y se giró al mayor—. ¿Por qué estás tan preocupado por él? Tal vez Minho realmente me gusta. —se acercó a él.
— Te conozco y no es así, Seugmin.
— Entonces... Estás celoso, supongo. —hizo un ademán con sus hombros. se paró frente al pelinegro y ambos hicieron contacto visual—. ¿Acaso ahora te gusto yo y no Jeongin?
— Al menos a mí sí me gusta y él lo sabe. No es un juego, para ninguno. —se cruzó de brazos.
— ¿Seguro? Porque aún no son novios, y según yo sé, lo sigues rechazando. ¿Eso no es jugar? —sonrió.
— Tengo mis razones. —deshizo el contacto visual—. Pero es algo que no podrías entender... —empujó un poco al menor para poder pasar a su lado y seguido de eso irse de los vestidores.
Seugmin soltó una pequeña risa antes de seguir a su mejor amigo hasta su aula.
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— Te noto un poco confundido, Minho.
El pelinaranja rápidamente miró al rubio en el espejo tras oírlo, quiso disimular un poco y fingir que se encontraba bien pero las palabras no le salieron de la boca así que eso lo delató por lo que descendió su mirada hasta el lavabo frente a él y suspiró.
— ¿Te encuentras bien?
— ¿Es cosa mía o estás alejado de mí últimamente?
Soltó sin pensarlo. Hyunjin ladeó un poco su rostro en señal de total confusión ante la pregunta del pelinaranja. Al ver que no continuaba hablando decidió cuestionar:
— ¿A qué te refieres?
— No lo sé. Es decir, siento como si no te hubiera visto en un largo tiempo. Como si, nos hubiéramos mantenido alejados. —alzó su rostro para buscar la mirada ajena, cuando la encontró no pudo evitar sonreír levemente.
— Quizás sea porque dejé de aparecer como hacía antes. —desvió su mirada al sentirse nervioso del contacto visual—. No quería molestar más como lo hacía al principio...
Hyunjin bajó su mirada y se encogió de hombros intentando hacer que el pelinaranja apartara la mirada de él pero no podía lograrlo.
— ¿Molestarme? ... —frunció un poco su ceño para recordar y al hacerlo sonrió ampliamente. Hyunjin lo miró de reojo y no pudo evitar sonreír contagiado—. Eso fue cuando recién nos conocimos, eras una hada muy maleducada y grosera... Ahora eres como un pequeño gato tímido y asustadizo.
El rubio sonrió ampliamente; No había tenido un gato en sus manos pero los había visto gracias a Jisung y sabía que eran felinos muy adorables. Le gustaban mucho, y ser visto como uno le hacía realmente feliz.
— ¿Un gato? —dio pequeños aplausos emocionado—. ¡Me gustan mucho los gatos!
Minho también sonrió de forma amplia al ver no sólo la sonrisa ajena, sino también su emoción y reacción. No pudo evitar reír por la ternura.
— Eres adorable, niño. —soltó un pequeño suspiro sin haber borrado su sonrisa, luego con dos de sus dedos tocó el espejo a la altura del lunar de Hyunjin—. Iré a clases, hasta luego, pequeña estrella.
Una sonrisa bastó para despedirse. Hyunjin desapareció del espejo y Minho lavó sus manos y rostro tras eso. ¿Cuánto tiempo tendría al rubio consigo? Probablemente siempre. Secó sus manos con una toalla de papel y salió del baño pero al hacerlo se encontró con Changbin recargado en la pared, cosa que le sorprendió.
— Changbin... ¿Hace cuánto tiempo estás aquí? —cuestionó nervioso.
— Acabo de llegar, voy a esperar a una compañera. Le presté mis notas y ella está en el aula del siguiente piso, me dijo que me vería aquí. —mostró una pequeña sonrisa.
Minho suspiró aliviado por la respuesta. Se despidió del menor y tras una reverencia por parte de ambos continuó su camino hasta su salón. Mientras, Changbin esperó a perderlo de vista para entrar al baño y acercarse hasta el espejo; Miró éste fijamente antes de tocar el mismo de forma sutil.
— Que interesante... —murmuró para sí mismo.
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Magical Mirror
Fanfic* Hyunho | El espejo de Minho guardaba un gran secreto , a un chico rubio que podía concederle cualquier deseo . Pero el deseo que Lee quería tenía consecuencias . ೃೀ 𝙰𝚍𝚊𝚙𝚝𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗. ೃೀ 𝙲𝚛𝚎𝚍𝚒𝚝𝚘𝚜 𝚊: 𝙲𝙱𝟿𝟽𝙾𝙽𝙴𝙱 ೃೀ 𝐏𝐮𝐛𝐥𝐢𝐜...