John se despertó preso de pánico, otra vez. La cabeza parecía a punto de explotarle. Los estruendos de los bombardeos, los gritos de horror de los heridos; nunca podría olvidar aquello.
Intentó girarse pero un brazo alrededor de su cadera lo detuvo. La profunda voz de Sherlock gimió con descontento. Sonrió en silencio. La velada había resultado a la perfección. A pesar de la inexperiencia, el detective se comportó como un excelente aprendiz. Para su sorpresa, Sherlock podía ser increíblemente paciente, delicado y débil.
Ahora dormía plácidamente, como hacía rato no podía. John disfrutaba la visión de sus largas pestañas y sus delgados labios, apenas abiertos en un brevísimo suspiro. Realmente era lo más hermoso que había visto en su vida.
Lo tomó entre sus brazos y acarició sus rizos. Su universo completo hizo implosión de la noche a la mañana: Sherlock Holmes dejó de ser su compañero de piso para ser su pareja en menos de un parpadeo.
Sí, su pareja. No pudo evitar reírse al recordar su incredulidad cuando esa palabra salió de los labios del detective la noche anterior, tras el arrebato pasional.
Ambos yacían, exhaustos y tomados de la mano. Se observaron en silencio, intentando recobrar el aliento. Sherlock se levantó de golpe, frunciendo el ceño.
- ¿John? ¿Somos pareja?
- ¡¿Qué?!
- Tú sabes - replicó, haciendo un gesto con su mano derecha como quien resta importancia - Todo se establece y cataloga mediante un nombre
- Sherlock, nosotros no necesitamos un nombre
- Todo necesita un nombre
- ¿Tú me quieres?
- Oh, vamos John - dijo, en un reproche - Claro que sí
- Dilo
- John, no es necesario
- ¡Claro que es necesario!
Sus ojos azules se oscurecieron. Abrió y cerró la boca varias veces, con la mirada clavada en el suelo.
- Te quiero, John
Los movimientos de Sherlock lo volvieron a la realidad. Sonrió y besó su frente, reafirmando su abrazo. El detective volvió a quejarse desde el pecho de John, con los ojos aún cerrados.
- ¿Quieres té?
Sherlock movió su cabeza afirmativamente. John intentó salir de la cama, pero los brazos de su pareja no se lo permitían. Volvió a sonreír y siguió jugando con su cabello.
- ¿No me dejarás salir de la cama tan fácilmente, verdad?
El moreno volvió a asentir, con una divertida sonrisa en los labios. John suspiró con suavidad, riendo también.
Una nueva sesión de besos y caricias dio a lugar a la pasión.
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All Of Me
FanfictionNo todo es misterio y crímenes difíciles de resolver en el 221B de la calle Baker Street. Algo más está naciendo dentro de esas paredes. Algo completamente incontenible. CONTIENE: Johnlock & Mystrade, para todas las fanáticas del slash. Foto de port...